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Interacciones de medicamentos: lo que debes saber

Las interacciones de medicamentos pueden afectar las medicinas que tomas, haciéndolas menos efectivas, causando efectos secundarios o aumentando su acción.

Puedes protegerte de interacciones de medicamentos asegurándote de leer siempre la etiqueta de la medicina y estar bien informado acerca de los otros medicamentos que tomas.

Hoy, las oportunidades para aprender acerca del cuidado de tu salud son mayores que antes y es más importante que nunca tener un mejor conocimiento acerca de las medicinas que tomas. Si necesitas diferentes medicinas o estás bajo el cuidado de más de un médico y sufres ciertos quebrantos de salud, tú y tus doctores necesitan estar mejor enterados acerca de las medicinas que tomas, para evitar posibles problemas, tales como las interacciones de medicamentos.

Las interacciones de medicamentos pueden afectar algunas de las medicinas que tomas, haciéndolas menos efectivas, causando efectos secundarios inesperados o aumentando su acción sin necesidad. En algunos casos, las interacciones de medicamentos pueden llegar a ser perjudiciales para tu salud.

Hay tres clases de interacciones de medicamentos:

• La interacción de una medicina con otra ocurre cuando dos o más medicinas no se pueden mezclar. Esta interacción de “medicina con medicina” puede causar un efecto secundario inesperado que no deseas. Por ejemplo, la mezcla de una medicina que tomas contra el insomnio (un sedativo) con otra para controlar una alergia (un antihistamínico) puede entorpecer tus reacciones hasta el punto de que conducir tu automóvil o usar otro tipo de maquinaria se conviertan en tareas peligrosas.

• Las interacciones de medicinas con alimentos o bebidas son causadas por la reacción de medicinas con alimentos o bebidas. Por ejemplo, la mezcla de una bebida alcohólica con algunas medicinas puede hacerte sentir cansado o retardar tus reacciones.

• La interacción de una medicina con un estado físico existente puede ocurrir cuando una condición médica reacciona negativamente a ciertas medicinas, haciéndolas posiblemente peligrosas. Por ejemplo, si tu presión arterial es alta y estás tomando una medicina para controlarla, puedes experimentar una reacción indeseable al tomar otra medicina para aliviar la congestión nasal.

Puedes protegerte de interacciones de medicamentos asegurándote de leer siempre la etiqueta de la medicina y estar bien informado acerca de los otros medicamentos que tomas.

Las interacciones de medicamentos y las medicinas sin receta médica

Las etiquetas de las medicinas que obtienes sin receta médica contienen información que es importante leer y entender. Las etiquetas te informan acerca de posibles interacciones de medicamentos. Conviene saber que las etiquetas pueden cambiar a medida que nueva información es conocida; por lo tanto, léelas cada vez que uses una medicina nueva.

Las secciones “Ingredientes Activos” y “Propósito”:

• Te indican el nombre y la cantidad de cada ingrediente activo.

• Te indican el propósito de cada ingrediente activo.

La sección “Usos” de la etiqueta:

• Te indica para qué se usa la medicina.

• Te ayuda a encontrar la mejor medicina para tus síntomas personales.

La sección “Advertencia” en la etiqueta provee información importante sobre las interacciones de medicamentos y las precauciones acerca de:

• Cuándo hablar con un médico o farmacéutico antes de tomar las medicinas.

• Las circunstancias médicas que pueden hacer la medicina menos efectiva o insegura.

• Cuándo una medicina no debe ser usada.

• Cuándo terminar de tomar una medicina.

La sección “Instrucciones” de la etiqueta:

• Te indica el período de tiempo y la cantidad de un producto que puedes tomar sin peligro.

• Te da otras instrucciones especiales acerca de cómo usar el producto.

La sección “Otra Información” en la etiqueta del producto:

• Se refiere a la información necesaria acerca de ciertos ingredientes, tales como el contenido de sodio para personas con restricciones dietéticas o alergias.

La sección “Ingredientes Inactivos” de la etiqueta:

• Menciona el nombre de cada ingrediente inactivo (como los colorantes, materia adherente, etc.)

La sección “¿Preguntas?” o “¿Preguntas o Comentarios?” de la etiqueta (si ha sido incluida):L

• Suministra el número de teléfono de una fuente de información que responde a las preguntas acerca del producto.

• Si después de leer la etiqueta todavía tienes dudas o dificultad para leerla, habla con tu médico, farmacéutico, dependiente o amigo para que te ayude.

Aprendiendo más acerca de las interacciones de medicamentos

Habla con tu doctor o farmacéutico acerca de las medicinas que tomas. Cuando tu médico te recete una medicina nueva, menciona todos los medicamentos que tomas con receta médica o sin ella, los suplementos dietéticos, las vitaminas, los productos botánicos y los minerales y herbáceos. No olvides mencionar los alimentos que consumes. Exígele a tu farmacéutico la hoja que acompaña a la medicina en el paquete. Esta hoja provee más información sobre posibles interacciones de medicamentos.

 

Antes de tomar una nueva medicina, pregúntale a tu médico o farmacéutico lo siguiente:

• ¿Puedo tomarla con otras medicinas o suplementos dietéticos?

• ¿Debo evitar ciertos alimentos, bebidas u otros productos?

• ¿Qué posibles señales sobre interacciones de medicamentos debo conocer?

• ¿Cómo funcionará la medicina en mi cuerpo?

• ¿En dónde puedo encontrar más información acerca de la medicina o de mi estado de salud?

Algunas veces diferentes medicinas vendidas sin receta médica pueden contener el mismo “ingrediente activo”. Si estás tomando más de una de estas medicinas, presta particular atención a los “ingredientes activos” usados en el producto, para evitar ingerir demasiada cantidad del mismo ingrediente. En algunos casos, debes consultar con tu médico antes de tomar cualquier medicina, especialmente si eres una mujer embarazada o amamantando a un bebé. También debes asegurarte de saber cuáles son los ingredientes de las medicinas que tomas, para evitar posibles reacciones alérgicas.

 

elnuevodia.com/8 de junio de 2012

Fuentes: Council on Family Health en cooperación con la National Consumers League y la Administración de Drogas y Alimentos