Píldoras millonarias

Foto: Alejandro Acosta
Aunque hasta ahora los rumores no han sido confirmados –ni negados– por los directivos de las compañías involucradas, al cierre de esta edición todo apuntaba a que los funcionarios de la firma colombiana esperaban recibir una carta comunicando el cambio de dueños.
Los rumores sobre esta transacción se escuchan desde hace varios meses pero tomaron más fuerza el pasado primero de agosto, cuando se oficializó la venta del laboratorio colombiano Lafrancol al grupo chileno Corporación Farmacéutica Recalcine (CFR), una operación que, según El Mercurio, superó los US$560 millones, menos deuda y otros ajustes.
En un mercado que vende al año cerca de $4 billones en medicamentos y se mantiene al alza, las farmacéuticas locales se han convertido en el nuevo objeto del deseo de grupos multinacionales.
El atractivo no solo está en el tamaño sino en el modelo de negocio, que tiene un alto componente de ventas al mercado institucional –EPS, IPS y entidades del Estado, con cerca de 50%– que crece por la mayor cobertura del Plan Obligatorio de Salud (POS).
El reacomodo del sector se ha dado a través de fusiones y adquisiciones, primero con laboratorios pequeños y medianos y más recientemente con los grandes. En 2008, la argentina Roemmers entró al país a través de Laboratorios Scandinavia mientras Recalcine (CFR) compró Laboratorios Synthesis. En 2010, Laboratorios California y Psipharma pasaron a manos del grupo argentino Siegfried y, en 2011, Andrómaco de Chile compró a Laboratorios Labinco.
Pero solo este año las farmacéuticas locales más robustas cedieron el control frente a las extranjeras. La venta de Lafrancol constituye una movida estratégica para los chilenos de CFR, que logran morder la torta de participación del segundo laboratorio colombiano por ventas –cerca de $360.000 millones y operación en otros 15 países–.
La venta de Genfar –el cuarto colombiano más grande del mercado– hace temer por un ‘efecto dominó’ en otras grandes del sector.
Fundado en Cali en agosto de 1967, Genfar es un laboratorio especializado en la producción de medicamentos genéricos y de marca propia, con una alta participación en el mercado institucional.
El año pasado registró ventas por $260.348 millones y utilidades por $17.700 millones, tiene un portafolio de 121 productos y operaciones en 14 países.
El juego de las multilatinas
¿Se puede esperar un efecto contagio? Emilio Sardi, vicepresidente de Tecnoquímicas, la mayor farmacéutica del país por ventas, asegura que no. “En el mercado unos están entrando y otros están saliendo, pero esta compañía no está en plan de vender”, asegura. Ofertas no le han faltado; confiesa que por lo menos una vez al mes –desde hace varios años– recibe propuestas de compañías y grupos farmacéuticos de todo el mundo.
Para Sardi, el apetito de las multinacionales por el mercado colombiano podría estar marcando el regreso del péndulo. En la década de los 90 las multinacionales cerraron 32 plantas en el país, mientras las nacionales decidieron fortalecer su operación. Y ahora que ‘la fiesta se puso buena’ las multinacionales vuelven a comprar.
Sin embargo, Tecnoquímicas está en otro plan. Más exactamente de expansión, pues se ha convertido en una multilatina, con 17 plantas de producción, tres de ellas en El Salvador. El año pasado reportó ventas por $920.927 millones y acumuló utilidades por $61.600 millones. La operación en el exterior comenzó hace varios años y ya están en Ecuador, El Salvador, Venezuela, Guatemala, Honduras y Panamá, pero la meta es ampliar la cobertura del mercado centroamericano y, por eso, el siguiente paso será comprar otra farmacéutica en esa región.
Por el lado de Laboratorios La Santé, otra multilatina colombiana, las expectativas –por ahora– tampoco apuntan a una venta. El interés es continuar comprando y consolidando operaciones en el exterior, dice su presidente, Charles Bevan. Este laboratorio, con 25 años en el mercado, registró el año pasado ventas por $131.655 millones y utilidades por $1.434 millones, tiene plantas en Colombia y Venezuela –donde cuenta con una operación muy grande– y está presente en 10 países más.
“En nuestra estrategia de crecimiento existe el plan de adquirir nuevas compañías en el exterior, como el caso de Venezuela, donde tenemos uno de los laboratorios más grandes de ese país”, dice Bevan. En Colombia, la compañía confirmó la primera semana de agosto la compra de la planta de producción Pharmetique, que tenía la multinacional Boehringer Ingelheim en Bogotá.
Esta compra, según Bevan, le permitirá al grupo ampliar en 50% la capacidad de producción en una planta con tecnología de punta y personal altamente calificado y continuar el proceso de crecimiento, que en los últimos cinco años le ha permitido a la compañía multiplicar por tres sus ventas.
Aunque también han surgido rumores sobre la venta de Laboratorios La Santé a una multinacional, Bevan explica que “varios interesados han tocado las puertas –entre ellos el mismo Recalcine, que compró Lafrancol– pero nosotros tenemos un desarrollo estratégico que nos está dando buenos resultados”.
Las perspectivas parecen sonreírles a las compañías farmacéuticas en Colombia. Un estudio de la analista de mercados de salud IMS asegura que en la próxima década, 25% del crecimiento de este sector se dará principalmente en América Latina.
Y mientras los negocios farmacéuticos lucen saludables, Colombia se mantiene en el radar de los negocios más atractivos para los inversionistas extranjeros. Por eso, es de esperar que los rumores sobre nuevas ventas de laboratorios nacionales se sigan escuchando.