El Ministerio de Sanidad, a través de la Agencia Nacional de Medicamentos, ha abierto una investigación por el fallecimiento de una niña gijonesa de 13 años que recibió la vacuna contra el papiloma humano, causante del cáncer de útero. El Centro de Farmacovigilancia de Asturias ha elaborado un informe preliminar sobre «esta muerte en la persona de una adolescente con antecedentes de asma alérgica mal controlada» (la niña era alérgica a ácaros y polen). En él sugiere una reacción adversa al medicamento, con evolución mortal. La joven sufrió encefalopatía isquémica secundaria y parada cardiorrespiratoria tras un ataque agudo de asma asociado al tratamiento profiláctico con Gardasil, una de las vacunas comercializadas contra el papiloma.
Dicho informe explica que el pasado 23 de julio, encontrándose la niña clínicamente estable del asma bronquial que padecía, recibió la primera dosis de la vacuna Gardasil y el 29 de julio acudió a urgencias de un hospital gijonés por un episodio de agudización del asma. Esa crisis no fue a más y se saldó con un visita de la paciente, acompañada de sus padres, al pediatra de atención primaria el 31 de julio.
Las complicaciones vinieron después. El día 23 de agosto, presentando disnea leve o «encontrándose no estable» según los pediatras, recibió la segunda dosis de la vacuna Gradasil. Doce horas después de la vacunación presentó un episodio de agudización grave del asma con dificultad respiratoria, vómitos y broncoespasmo, por lo que fue remitida al Hospital de Jove. Durante el traslado sufrió parada cardiorrespiratoria de la que fue reanimada tras permanecer un periodo prolongado en hipoxia, lo que sugiere daño cerebral irreversible. Debido a la gravedad de su estado, la niña fue derivada a la UCI pediátrica del Hospital Central de Asturias donde permaneció ingresada en coma hasta el pasado 8 de septiembre, fecha en la que falleció.
Farmacovigilancia asegura en su evaluación del caso que «la información recogida sugiere la relación entre el episodio de broncoespasmo agudo por agudización de asma secundario a la administración de la segunda dosis de Gardasil». «La gravedad de la reacción adversa, asociada a las dificultades que se plantearon con el traslado y la reanimación, explica la evolución fatal de la paciente», señala el informe.
También apunta el hecho de que la ficha técnica de Gardasil incluye en el apartado de reacciones adversas muy raras «el broncoespasmo» y en contraindicaciones que «los individuos que desarrollen síntomas indicativos de hipersensibilidad después de recibir una dosis de Gardasil no deben recibir más».
En su conclusión Farmacovigilancia argumenta que, dado que en algunos pacientes Gardasil parece producir reacciones de hipersensibilidad grave, estos casos deben analizarse cuidadosamente, valorando «la posibilidad de restringir la vacunación de Gardasil en pacientes con antecedentes alérgicos, con hiperreactividad bronquial o asma».
La Consejería de Salud del Principado remitió anoche un comunicado en el que asegura que «en este momento no se dispone de evidencia científica alguna que permita establecer una relación directa entre la crisis asmática severa que originó el ingreso urgente de la menor y el suministro, 10 horas antes, de la vacuna del virus del papiloma humano, aunque en todo caso ésta será una de las consideraciones a tener en cuenta» en la investigación abierta.
El Ejecutivo regional, además de trasladar sus condolencias a la familia y los amigos de la fallecida, afirma que las circunstancias de la muerte de Andrea son objeto de investigación «tanto en el ámbito de los servicios del Principado como en el propio Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, adonde se ha dado traslado de la información, siguiendo el procedimiento previsto en los casos de esta naturaleza».
El comunicado de la consejería también señala que la ficha técnica de esta vacuna, que cuenta con la aprobación de la Agencia Española y la Europea del Medicamento, «no tiene una contraindicación absoluta para pacientes asmáticos».
http://www.elcomercio.es/v/20120915/asturias/sanidad-investiga-muerte-nina-20120915.html