La caída de Lancôme y su “Ciencia de los Genes”
Por: Jose Manuel López Nicolás.
Les puedo asegurar que no es un tema personal, ni mucho menos, pero hay empresas que siguen erre que erre con sus curiosas estrategias comerciales… y a unos viejos amigos del blog se les está yendo de las manos el tema del marketing pseudocientífico.
Ustedes saben que en Scientia somos muy amantes del refranero español y hay un dicho popular que afirma que “quien juega con fuego al final se quema”. Pues bien, eso es ni más ni menos lo que le ha pasado a Lancôme, una filial de nuestra querida L’Oréal, y a su famosa “Ciencia de los Genes”.
Como ya se ha comentado varias veces en esta bitácora, la ausencia de una legislación específica que impida a las empresas de productos cosméticos anunciar casi cualquier tipo de mensaje publicitario sobre las bondades de sus productos sin estar demostradas científicamente ha provocado que la industria de los productos de belleza tenga barra libre para emplear surrealistas eslóganes publicitarios… pero cuando se traspasa la frontera de la belleza y se emplea terminología que se aleja de la cosmética y se adentra en el terreno de la medicina o la biotecnología, la cosa cambia porque en esos campos sí que hay leyes al respecto que ponen coto a los mensajes publicitarios.
Desde hace ya muchos años Lancôme hace continua referencia en su línea de productos “Génifique” a la capacidad de los mismos para poder sorprendentemente “reactivar genes y estimular las proteínas de la juventud recuperando la piel su calidad original en tan solo 7 días”… y con los estadounidenses ha topado Lancôme.
Hace unos días la americana FDA (Food and Drug Administration: Agencia de Alimentos y Medicamentos) instó a L’Oréal, la empresa de cosméticos más grande del mundo, a dejar de publicitar productos para el cuidado de la piel utilizando un lenguaje que los hace parecer medicamentos, como ocurre con algunas de sus estrellas (“Génifique Repair Youth Activating Night Cream”,“Absolute Eye Precious Cells Advanced Regenerating” y “Reconstructing Eye Cream”).
Según la agencia americana la multinacional francesa ha rebasado la delgada línea existente entre la cosmética y la medicina y, en una carta de advertencia publicada la pasada semana y que pueden leer en este enlace, le ha recordado a L’Oréal que cualquier producto que se destine a afectar la estructura o función del cuerpo humano está clasificado como medicamento.
Por esta razón la FDA ha sentenciado que se le puede aplicar a todos los productos de la gama “Génifique” de Lancôme que hablan de activar genes la misma ley que a los medicamentos… y como en Estados Unidos las empresas no pueden vender medicamentos sin demostrar a la FDA que son seguros y efectivos, algo que Lancôme no ha hecho, la agencia americana podría emprender acciones legales contra la multinacional de no modificarse la publicidad de estas cremas, incluida la incautación de productos.
Ante tal situación la empresa francesa ha respondido que están absolutamente comprometidos con el cumplimiento de todas las leyes y que responderán en los 15 días de plazo que le ha dado la FDA a las preocupaciones regulatorias de la misma.
Si quieren saber cuál es mi opinión personal se la diré. No soy yo quién para dudar de que L’Oréal va a responder al comunicado de la FDA, más le vale, pero sí que me van a permitir que sea un poco escéptico a la hora de confiar en que la multinacional francesa pueda demostrar el rigor científico de su “Ciencia de los genes”… y lo voy a argumentar desarrollando el surrealista ejemplo de uno de los productos de la gama “Génifique”, precisamente aquel que dice que es capaz de “reactivar genes y estimular las proteínas de la juventud recuperando la piel su calidad original en tan solo 7 días”.
El hecho de haber escogido este cosmético y no otro es que lleva en su composición un ingrediente muy especial: un Lactobacilo, concretamente el “bifida ferment lysate”. Sí, lo que han leído, según Lancôme el principio activo que es capaz de activar los genes no es ni más menos que un miembro de esa familia tan criticada por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que son los Lactobacilos y de los que pronto hablaré en el blog….porque la EFSA se ha cargado de un plumazo los tan publicitados efectos positivos de todos los Lactobacilos.
Pues bien, el “Bifida ferment lysate”, también conocido por “Bifidobacterium longum lysate”, y del que hablé en una colaboración que hice en Amazings, ha sido protagonista hasta ahora de la escalofriante cifra de un único artículo publicado en una revista científica seria y cuyos autores pertenecen curiosamente al Instituto L’Oreal.
¿Y qué dice ese artículo para poder afirmar tan tajantemente que ese probiótico puede reactivar genes y estimular proteínas? NADA. En dicho artículo científico solamente se cita que la aplicación del probiótico en cuestión puede mejorar el aspecto de la piel y que le “gusta” a 34 mujeres… prefiero no hacer ningún comentario pero Lancôme lo tiene complicado para demostrar a la FDA americana que lo publicitado por su producto está respaldado por la ciencia a pesar de este impactante vídeo.
Señores, lo ocurrido con la FDA y Lancôme ha supuesto, más allá de marcas comerciales, una gran alegría para los amantes del rigor científico en los productos comerciales. Durante más de un año somos muchos los que venimos reclamando que se retiren todos aquellos productos cosméticos que prometen falsos efectos basándose en inexistentes criterios científicos, al igual que lo está haciendo la EFSA con los productos alimenticios… y solamente por ello lo que ha hecho la FDA americana merece ser aplaudido.
Pero siento decirles que la alegría no es total y aun queda mucho camino por recorrer. En EEUU el ámbito de la FDA es extenso y abarca a alimentos, suplementos alimenticios, medicamentos y cosméticos, por lo que las empresas de productos belleza están sometidas a control legislativo. Sin embargo, en Europa no existe un organismo equivalente que pueda controlar los abusos publicitarios de los productos cosméticos… por lo que nuestros amigos de Lancôme pueden seguir hablando en nuestro continente de la “Ciencia de los genes”… ¿curioso no?
Jose
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Bibliografía: Guéniche A, Bastien P, Ovigne JM, Kermici M, Courchay G, Chevalier V, Breton L, & Castiel-Higounenc I (2010). Bifidobacterium longum lysate, a new ingredient for reactive skin. Experimental dermatology, 19 (8) PMID: 19624730.