Sundecop señaló que van 2.275 establecimientos inscritos
Aunque la Superintendencia Nacional de Costos y precios Justos (Sundecop) ha extendido dos veces la prórroga para que las farmacias cumplan con el registro en el Sistema Automatizado de Administración de Precios (Sisap), el tiempo no es considerado suficiente. La última prórroga se extiende hasta el 15 de noviembre, pero la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven) considera que mínimo un año es el lapso real en el que las 5.700 farmacias que la constituyen pueden cumplir el requisito exigido para la aplicación de la Ley de Precios y Costos Justos.
“Nosotros estamos agradecidos con las consideraciones que Sundecop ha hecho con nuestras peticiones, pero realmente es una tarea titánica. El 50% de nuestros locales se encuentran en zonas tan rurales que no cuentan con la plataforma tecnológica. Incluso, los que están en zonas más urbanas han tenido que recurrir a terceras instancias para poder realizar el registro y no todos los que inician el proceso lo completan”, expuso Freddy Ceballos, presidente de Fefarven.
A pesar de que Sundecop, el lunes pasado, flexibilizó el proceso al cargar el listado de productos a la página y establecer criterios especiales a los establecimientos independientes, Fefarven considera que mínimo un año se requeriría para que todos los establecimientos pequeños puedan incorporarse. Sundecop recaba toda la información necesaria para una futura regulación de precios en el sector de las medicinas y realiza talleres para facilitar información sobre el registro.
“La idea es aclarar las inquietudes existentes, ya que nuestro país no tiene una cultura de contabilidad de costos, sino de contabilidad tributaria. Se trata de organizar la información de manera novedosa para perfeccionar el registro y adaptarlo no sólo a las grandes sino a las medianas y pequeñas empresas. Nos hemos esforzado para que todos los actores de la cadena participen para alcanzar una resolución de precios que refleje la realidad del sector sin causar ninguna distorsión. Esto nos permitirá garantizar un precio justo para la familia venezolana”, explicó ayer Karlin Granadillo, superintendente del organismo estabilizador de precios.
Sobre la flexibilidad, Irene Díaz, asesora de un centro, manifestó que la actividad permite aclarar las dudas sobre el registro de los costos. “Es un sistema más fácil de lo que pensábamos”.
Kervin Mendoza, representante de otra farmacia, expresó que está de acuerdo con la regulación. “Las farmacias están ahogadas con el aumento de los productos por parte de las droguerías y laboratorios. Notamos que los precios, respecto a las droguerías, aumentan semanalmente entre el 15 y 20%. Esta situación afecta también de manera directa al consumidor”.
No obstante, otra parte del sector muestra incertidumbre: “Mi papá tiene 80 años. No sabe nada de tecnología. Solo tiene una farmacia que presta un servicio a la comunidad. Teme que se la cierren. No contamos con dinero para pagar a expertos que se encarguen de hacernos esos cálculos”, se quejó Beatriz Bello, de 49 años.
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