Colombia, Minsalud: Argumentos de la Iglesia para que se prohíba uso del misoprostol son infundados
Una controversia entre la moralidad y la legalidad se ha creado entre el Gobierno Nacional y la Iglesia Católica, por la inclusión del misprostol (medicamentos utilizados para abortos) en el plan de beneficios de los colombianos, donde las EPS estarían en la obligación de otorgarlo.
Según la Iglesia Católica el uso de dicho medicamento pone en riesgo la salud de las madres y además, argumenta el secretario de la Conferencia Episcopal, monseñor José Daniel Falla, su entrega o distribución es ilegal, pues se acaba con la vida de un feto, un ser humano.
Sin embargo el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, señaló que la decisión que se tomó en la Comisión de Regulación en Salud está fundamentada en tres argumentos técnicos y jurídicos.
• El misoprostol ha sido considerado esencial por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
• La comisión de medicamentos del Invima le dio el visto bueno al medicamento.
• Como está establecida la legislación hoy en día, su distribución y uso sólo se hará bajo prescripción médica para los tres casos avalados por la Corte Constitucional.
Por eso señaló que los argumentos de la Iglesia para rechazar el uso, Gaviara manifestó que “las preocupaciones de la Iglesia Católica son infundadas”.
El misoprostol es un análogo semisintético de la prostaglandina E1 (PGE1), utilizado para la prevención y tratamiento de las úlceras gástricas y duodenales, en particular las secundarias al empleo por lapsos prolongados de tiempo de fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) como el ibuprofeno, el naproxeno o el aceclofenaco.
También se utiliza, en algunos países, para la práctica de abortos con medicamentos y en concreto para la inducción del parto (siempre bajo supervisión médica, por el gran riesgo de hemorragia que conlleva la mala utilización) y, en combinación con otros fármacos como la mifepristona, para la interrupción voluntaria del embarazo. Por ello, el misoprostol no debe administrarse en el embarazo con el fin de tratar una úlcera.1 Asociado a fármacos inmunosupresores como la ciclosporina (Sandimmun), el misoprostol también se usa para reducir el porcentaje de rechazos en pacientes trasplantados, generalmente cuando los niveles alcanzados de los inmunosupresores no consiguen el efecto deseado.