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Las puertas de Europa se abren a las empresas farmacéuticas israelíes

El Parlamento Europero acaba de ratificar un acuerdo sobre la evaluación de la conformidad y aceptación de los productos industriales (AECA) que implica que, a partir de ahora, los productos farmacéuticos israelíes podrán comercializarse sin dilación ni inspección en Europa.

En el marco de este nuevo acuerdo, aprobado por el Parlamento Europeo hoy, los productos farmacéuticos certificados por la UE podrán ser exportados a Israel y viceversa sin necesidad de ser sometidos a certificaciones adicionales en el país de importación.

Tras más de dos años de intensos debates, los miembros del PE han aprobado el acuerdo de reconocimiento mutuo por 379 votos a favor, 230 en contra y 41 abstenciones.

El acuerdo de reconocimiento mutuo de certificados farmacéuticos entre la UE e Israel eliminará las barreras técnicas al comercio, recortará los costes de los fabricantes y les permitirá hacer llegar sus productos al mercado más rápidamente. Para los consumidores europeos, significa precios más reducidos y una gama más amplia de productos genéricos.

El acuerdo se aplicará a todos los productos farmacéuticos a excepción de los productos terapéuticos avanzados, los productos especiales basados en tejidos y células de origen humano, y aquellos que incluyen productos sanguíneos.

En un reciente artículo del Jewish Chronicle, Marina Yannakoudakis, miembro conservador del PE por Londres y portavoz de su partido para la sanidad en el Parlamento Europeo, explica por qué ha llegado el momento de que la UE comercie libremente con Israel:

“Los estados miembros de la UE se enfrentan a costes crecientes de asistencia sanitaria. Los factores como la prescripción excesiva de medicamentos y el envejecimiento de la población hacen que sea esencial ahorrar. Israel, a pesar de su pequeño tamaño, está en la vanguardia de la innovación médica.”

 

La UE tiene acuerdos de reconocimiento mutuo en este ámbito con Australia, Nueva Zelanda, Japón y Suiza, y tiene la intención de negociar acuerdos similares con la mayor parte de los países mediterráneos, incluidos Argelia, Egipto, Jordania, el Líbano, Marruecos y Túnez.