Estamos a unos días de que concluya la vigencia del decreto en el que se reconoce y declara el 2012 como el Año de la Cultura Maya.
Hay una tradición que ha pasado de generación en generación: la medicina tradicional maya. Cuando no existía los avances de la medicina, mucho menos hospitales, los curanderos y curanderas de los pueblos de Yucatán eran imprescindibles.
La gente sigue usando esta clase de remedios. Por ejemplo, para aliviarse del colesterol se puede usar una infusión de hojas de zapote y aguate; para control de la azúcar en la sangre se utilizan hojas de orégano; para el dolor de cabeza o los “nervios” son las hojas de naranja y para curar heridas se utiliza la sábila. La chaya de monte y el lalmuch (ortiga) para la anemia. Con las plantas se pueden hacer pomadas, cremas, té, etc.
Hay datos históricos de la medicina tradicional maya en el escrito de la Relación de Cosas de Yucatán en 1566. Se habla de flores, árboles y hierbas que curan; incluso se hace referencia a la diosa de la medicina llamada Ixchel.
La medicina tradicional, hoy llamada alternativa, naturopatía o medina natural, es una opción todavía entre los municipios del Estado, más entre la gente que no tiene para pagar médicos y medicinas. En la actualidad laboratorios nacionales y trasnacionales tienen una tendencia para patentar y comercializar productos de origen natural.
Es verdad, en los pueblos hay gente grande que aún tiene conocimiento adquirido a través del tiempo, para trabajar con las plantas. Estos conocimientos son parte también de la herencia familiar. Lamentablemente no existe muchos libros para la medina complementaria; solo se transmite de manera oral. Precisamente ahí está el riesgo de su extinción.
Las personas que se dedican a curar con las hierbas son muy respetadas en sus comunidades, pues tienen una vocación de servicio.
La medicina tradicional es un derecho para los pueblos y comunidades indígenas; de ahí la importancia de crear los instrumentos jurídicos que sirvan de sustento para garantizar su preservación.
La Constitución Federal en su artículo 2, apartado B fracción III establece que las autoridades deben asegurar el acceso efectivo a los servicios de salud mediante la ampliación de la cobertura del sistema nacional, aprovechando la medicina tradicional.
Hay países y estados que han legislado al respecto. Nuestra entidad requiere de una norma que regule la práctica de la medicina con el fin de favorecer el uso de la tradicional. Es decir, una ley que proteja, fomente y desarrolle las prácticas, enseñanzas -y ¿por qué no?- que impulse la investigación de la medicina maya. Es pertinente contar con una lista actualizada de todos los recursos o productos medicinales.- Mérida, Yucatán.
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Por Mario MALDONADO ESPINOSA