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Llegó la hora de África para las farmacéuticas

La consultora IMS Health ha elaborado un libro blanco para las farmacéuticas en África que pinta al continente africano como una inversión de futuro rentable para las multinacionales del sector. Aumentará la población urbana y las nuevas tecnologías. Y también lo hará la clase media. Con ello, se comprarán más medicamentos para enfermedades crónicas, elemento nuclear del negocio farmacéutico, y aquellos destinados a enfermades no contagiosas ganarán peso en la balanza de ventas. Considera la consultora que África es clave para la expansión global y enriquecimiento de las farmacéuticas.

Los mercados tradicionales de las farmacéuticas no está en una senda de crecimiento que satisfaga a sus próceres y para asegurar la expansión global miran a África. IMS Health, consultora del sector, ejecuta un libro blanco que analiza las posibilidades del mercado farmacéutico en África.

IMS Health avisa: “entender la dinámica y la demografía subyacente en África es clave para garantizar un modelo de negocio sostenible para el futuro”. La consultora ha realizado un estudio que ha cristalizado en un libro blanco a través de investigación, entrevistas con farmacéuticas, gobiernos africanos y también en base a documentos de organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales. Cruzada la información, han determinado que el mercado africano en el futuro será imprescindible para las farmacéuticas y su expansión económica global.

El estudio concluye que en 2016 el gasto farmacéutico en África podría ascender a 30.000 millones de dólares. La consultora encuentra las bases de esta tendencia en el cambio demográfico, en el aumento de la riqueza y de la inversión sanitaria, así como la creciente demanda de medicamentos destinados a tratar enfermedades crónicas. Creen que para 2020 la inversión en medicamentos destinados a África podría llegar a 45.000 millones de dólares.

África concentra el 3% de la economía mundial, pero numerosas unidades económicas del mundo insisten en fijar la mirada en el crecimiento continuo africano. Crece más rápido que los demás continentes. Y se espera que la tendencia continúe. La consultora lo estima como “un mercado seguro en un momento de incertidumbres en otros mercados clásicos”. Ven como elementos de seguridad una “mayor estabilidad política y fiscal, así como mejoras en la legislación para las empresas que ha llevado a Naciones unidas a estimar que la inversión extranjera directa en África va a seguir creciendo”.

IMS Health fija un escenario: considera clase media al 34% de los habitantes del continente africano y espera que en 2050 la población urbana de África supere a la de China o India. El gasto sanitario ha crecido en un 9,6% desde 2000, según se analiza en tablas de economía de 49 países del continente. Este crecimiento está impulsado por las organizaciones no gubernamentales, las inversiones del sector sanitario privado, así como por la inversiones de los ministerios de Sanidad. Detalla que buena parte de estas inversiones estuvieron destinada al “fortalecimiento del sistema de salud, infraestructuras y a la capacidad de construcción, suministros y servicios especializados de tratamiento”.

Como se espera que el PIB en África Subsahariana siga una senda de crecimiento, previsto por ahora del 5% de media hasta 2017, se estima, también, que habrá un cambio demográfico que abrirá puertas a que las farmacéuticas puedan ganar más dinero si se establecen de forma oportuna y con los conocimientos necesarios para una buena expansión continental. Los cambios demográficos que espera IMS Health están ligados a una mayor demanda de medicamentos para cuidados crónicos. Esta variación ocasionará un cambio de carga en el mercado de venta de medicamentos, dominado por los destinados a enfermedades infecciosas y el impacto continuado del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). La previsión que hace IMS Health sobre el volumen de medicamento para enfermedades no contagiosas en el total de las compras alcanza el 21% en 2030, una cifra que consideran alabable.

Mientras, además, habrá que seguir sirviendo medicamentos para enfermedades infecciosas y parasitarias. Sin embargo, IMS Health centra el valor de cambio en el previsible aumento de enfermedades cardovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias y diabetes en los próximos diez años. Estas especificidades las recogen como posibilidad de éxito en las inversiones farmacéuticas porque representarán requerimientos de servicios y medicamentos específicos, que irá respaldada por el crecimiento económico y expansión de la clase media. Y cita un ejemplo: “En Argelia, Marruecos y Túnez el aumento de la clase media ha disparado el consumo de medicamentos para enfermedades crónicas”.

En Argelia, por centrar más el foco, la medicina para enfermedades crónicas creció un 72% entre 2002 y 2011. IMS Health ve como países que pueden seguir su estela, en base al crecimiento de la Renta Nacional Bruta, a Kenya y Bostwana, países en los que las enfermedades no infecciosas y sus medicamentos ya ocupan buena parte del dinero que destina sus ministerios de Sanidad.

Con el norte de África como modelo, Túnez, Marruecos y Argelia han sido tomados como laboratorios de ensayo que permiten vislumbrar un futuro económico poderoso para las farmacéuticas en el continente africano. Incluso, han observado como la primavera árabe en Egipto ha detenido la compra de medicamentos para enfermedades crónicas y como afecta la ausencia de Gobierno en el desarrollo del mercado que esperan estas multinacionales.

A pesar del crecimiento económico que se espera, África, para IMS Health, representa un “conjunto complejo y multifacético de mercados muy heterogéneos”, haciendo una observación sobre los bloques comerciales y lingüísticos en los que considera que hay que dividir África para una hacer una inversión rentable. Se trata de enfrentarse a un mercado de oportunidades variables y asume que comprender “los matices” es fundamental. La consultora expone que hay tres actores farmacéuticos de éxito en África: “las multinacionales de innovación social, compañías farmacéuticas indias y chinas y los fabricantes locales en el norte de África y Sudáfrica”.

En cuanto a las multinacionales, el informe considerado un libro blanco para las farmacéuticas, recuerda que la mayoría de las principales corporaciones del sector ya están instaladas en el continente. Abott llegó a Sudáfrica en 1930, Sanofi-Aventis se instaló en Marruecos en 1953, Novartis instaló su base en Egipto en 1962 o GSK que llegó a Nigeria en 1971. Estas empresas trabajaron bien la comercialización y la innovación en medicamentos genéricos. Considera la consultora que se desarrolló el sector privado en las zonas urbanas con éxito y que por lo general se han centrado en productos del área de terapia, como las vacunas, así como en preventivos antiinfecciosos y antidiabéticos. Señala también el informe que el sector público no ha sido una buena oportunidad, aunque algunas multinacionales “han tenido cierto éxito a través de licitación en los mercados más establecidos como Sudáfrica”.

Fuente: Guin Guin Bali.