El hecho de que las personas deban acudir a consultas y pagarle a los doctores para que les entreguen los récipes puede dificultar el acceso a los medicamentos. Médicos y farmacéuticos destacan que la resolución del Ministerio de Salud tiene aspectos negativos y positivos.
El Sol de Margarita | La nueva resolución del Ministerio de Salud -que exige que la prescripción de medicamentos se realice señalando el principio activo del producto farmacéutico y no su nombre comercial- tiene como objetivo garantizar el derecho de la población a tener acceso equitativo a las medicinas y la posibilidad de elegirlas según su costo. Sin embargo, esta regulación también implica que los pacientes deban pagar de más acudiendo a los distintos doctores, quienes cobran la consulta para atenderlos y entregarles los récipes.
Esta premisa fue criticada por distintos farmacéuticos de la Isla, quienes advirtieron que no todos los pacientes tratan sus enfermedades en los hospitales y centros públicos, sino que tienen médicos privados de confianza a los que tendrán que dirigirse para empezar a adquirir sus medicinas. “Y esto en vez de significar que tengan mayor acceso, puede cerrarle las puertas a muchas personas, porque cerca de 80% de los productos son de prescripción facultativa”, dijo Gabriel Villarroel, regente de una farmacia de Porlamar.
Conciencia
Para evitar esta situación, algunos galenos indicaron que debe existir “conciencia” y que los médicos no pueden cobrar a quienes tienen enfermedades que requieran largos tratamientos cada vez que se les haga un récipe.
No obstante, hay que considerar que los doctores ahora tendrán que emitir las recetas médicas por duplicado, indicando una serie de datos que son indispensables para que se realice la venta del producto; y esto, sin duda, representa más trabajo. “Y no todos estarán dispuestos a trabajar más por menos dinero, porque también lo necesitan para vivir”, expresó un farmaceuta que prefirió no revelar su nombre.
Según la resolución 028 una de las prescripciones se quedará en la farmacia y la otra será entregada al paciente con un sello que indicará la fecha de dispensación del medicamento, el nombre del establecimiento y su número de Registro de Información Fiscal (RIF).
La norma también exige que el farmacéutico informe a la persona sobre todas las alternativas terapéuticas disponibles, indicándoles sus respectivos precios, conforme a la prescripción y al listado oficial de especialidades farmacéuticas registradas en el país, lo que hace que el proceso de venta sea “aún más engorroso”.
Alberto Fermín, regente de la farmacia Zona Libre, dijo que la venta será mucho más lenta porque debe darse una cantidad de información a cada paciente; y que estas trabas se suman a las fallas que ya se venían presentando con la regulación de precios de medicamentos.
Positivo
Así como la resolución tiene muchas críticas, también hay quienes consideran que tiene algunos aspectos positivos.
Así lo piensa la doctora Arleen González, quien al igual que Fermín resaltó que la regulación evitará la automedicación, y permitirá que se vendan los tratamientos justos en la medida en que los requieran los pacientes.
“Tiene que haber un control porque mucha gente se hace adicta a los medicamentos. No veo mayores dificultades porque nosotros aprendimos los principios activos, no las marcas”, expresó.
La regente de la farmacia San Miguel Arcángel, Milenia Carreño, considera que aunque es un proceso “engorroso”, les brinda una cantidad de opciones a las personas para que compren según sus presupuestos.