«La receta electrónica, la receta más sencilla». Este es el lema de la campaña informativa de Salud para dar a conocer este novedoso sistema que evitará que muchos pacientes -sobre todo los crónicos- deban pedir hora y hacer cola en las salas de espera de los centros de salud para que su médico les firme una receta con su tratamiento. Cada una de estas recetas, si no se producen cambios en el paciente, tendrá una validez máxima de seis mes. Luego deberá renovarse. Pero esta no es la única ventaja de la receta electrónica: «Con este nuevo sistema se evitarán los más de 100.000 errores al año que se producen en las recetas hechas a mano debido a la mala caligrafía de los médicos», sentenció el responsable de «Red.es», Borja Adsuara, que agregó: «Sólo por este motivo ya merece la pena la tramitación electrónica de las recetas».
El nuevo documento en red permitirá, además, de acuerdo a la experiencia de otras comunidades, ahorros asociados a la compra de talonarios y la mecanización de facturas. El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Asturias, José Villazón, incidió a su vez en que la receta electrónica va a redundar en una «mayor calidad y seguridad». «Como cualquier cambio supone un esfuerzo , pero tenemos claro que este esfuerzo aporta un valor neto. A los ciudadanos me gustaría enviarles, así, un mensaje positivo. El proyecto es de gran envergadura pero está bien planteado», dijo, y aconsejó llevar siempre la tarjeta sanitaria encima «como el DNI». Porque ahora los medicamentos se dispensarán siempre y cuando el paciente presente este documento.
Enrique Caicoya, el primer vecino de Luanco en adquirir su tratamiento con receta electrónica, se mostró ayer satisfecho por los resultados, aunque un tanto abrumado por ser el protagonista de la implantación en el área sanitaria avilesina de este sistema informático. El coordinador del centro de salud de Luanco, Carlos Galindo, fue el encargado de emitir la primera prescripción electrónica. No hubo fallos. Caicoya adquirió sus fármacos en la farmacia de Cecilio Díaz Llamedo, y los pagó. «Habrá que esperar a ver cómo funciona esto, pero hoy (por ayer) fue bien. Por el momento parece que los farmacéuticos están contentos y eso, en estos tiempos, ya es bastante», dijo.
Otros clientes mostraron su alegría por la implantación de este sistema que evitará que los pacientes y los crónicos en particular deben acudir a los centros de salud periódicamente para hacer acopio de recetas.