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El mal de Chagas, enfermedad que no atrae a las farmacéuticas por estar vinculada con la pobreza

  • Por: Bernard Pécoul
El mal de Chagas, enfermedad que no atrae a las farmacéuticas por estar vinculada con la pobreza “Los únicos medicamentos fueron desarrollados en los años 60 y estaban destinados a animales”.

De los 10 millones de enfermos del mal de Chagas en el mundo, ni el 1% recibe tratamiento médico, principalmente porque los afectados son los más pobres.

De los 10 millones de enfermos del mal de Chagas en el mundo, ni el 1% recibe tratamiento médico, principalmente porque los afectados son los más pobres, pero la inmigración diseminó la enfermedad por el mundo y la situación parece estar cambiando, según el testimonio de investigadores que se reúnen en Bolivia.

Expertos de 60 países, instituciones y empresas privadas han compartido experiencias, avances médicos y acordaron unir esfuerzos para cambiar la situación y mejorar la calidad de vida de los afectados durante un simposio internacional en Cochabamba en el centro del país.

“No es una enfermedad que atraiga a las compañías farmacéuticas porque está vinculada con la pobreza. Los únicos medicamentos fueron desarrollados en los años 60 y estaban destinados a animales. Después se encontró que servía a los humanos”, comentó a la AP, Bernard Pécoul, director de la organización no gubernamental DNDi (Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas, según sus siglas en inglés).

DNDi ha desarrollado una formulación pediátrica para mejorar el tratamiento en niños afectados por el mal, que afecta al funcionamiento del corazón y del aparato digestivo, con estados febriles.

¿Qué es el mal de Chagas?

 

 

El mal de Chagas es una enfermedad infecciosa provocada por la picadura de la vinchuca o chinche y es endémica desde México hasta Argentina. Sobre todo afecta a zonas rurales y suburbios pobres pero también puede ser infectada mediante transfusiones y contagio materno.

Provoca 10.000 muertes al año según la Organización Mundial de la Salud (OMS) aunque sólo Brasil reportó 5.000 muertes anuales, según Pécoul.

La mala noticia que constató el simposio fue que sólo el 1% de la población afectada recibe tratamiento, la buena es que ahora hay más investigación y nuevos tratamientos para la fase inicial. El desafío –según el especialista francés—es aplicar un diagnóstico fácil y un tratamiento accesible.

En su fase reciente de contagio, un tratamiento puede costar hasta 50 dólares y puede ser efectivo en niños, en la etapa crónica puede costar miles de dólares porque afecta al corazón y puede requerir cirugía, pero el diagnóstico es difícil, dice el especialista.

“En los niños se cura mejor, no hay certeza de una curación total en la fase crónica pero se puede prevenir complicaciones”.