Colombia: El sistema de salud se olvidó del paciente
La razón de ser de cualquier sistema de salud es la misma que tiene el extenso y agotador entrenamiento que tienen los profesionales en este campo, el paciente.
Así lo expone el presidente de Afidro, Francisco de Paula Gómez, quien dice que es una de las razones por las cuales el sistema debe entrar en revisión, pues “llevamos muchos años preocupados por los temas de las organizaciones, las finanzas, equilibrios financieros, la conveniencia económica y, en ese sentido, pareciera que nos olvidamos del paciente, quien es al final del día el punto central de un sistema de salud”.
El presidente del gremio farmacéutico sostiene que al costo de los medicamentos se le ha cargado más responsabilidad de la que realmente tiene en la crisis de la salud que enfrenta el país, pero “los medicamentos significan el 14% del total de lo que pesa el sistema”.
Afirma que algunos actores del gobierno o del mismo sistema de salud exponen cifras disparatadas, hasta el punto que “han hecho pronunciamientos públicos asegurando que los tratamientos biotecnológicos cuestan $12 billones, cuando ese es el valor de todo el régimen contributivo”.
Según Gómez, algún sector con intereses específicos ha querido promover la problemática de medicamentos como el fundamento de la crisis del sistema de salud.
Aclara que no quiere decir que no haya problemas con el tema de medicamentos, pero no se trata de la principal causa, “han venido manejando cifras y apreciaciones que no corresponden. De hecho, el mercado de medicamentos en todo el sistema de salud cuesta alrededor de $4 billones, una cifra importante, pero no se puede decir, como lo han hecho erróneamente, que todos los $4 billones corresponde a sobre costos”.
El jefe gremial dice que se han presentado sobre costos por temas de ineficiencia y, lo peor, por corrupción o debido a cadenas de intermediación muy largas, lo que ha sido demostrado por muchas organizaciones en el país.
Por ello, “nos preocupa mucho que basen la reforma en políticas para aplicar recetas de control de costos y de racionar los servicios, generando que no se logre un acceso adecuado a tecnologías de salud actualizadas y que sean las más costo efectivas”.
“En el mercado todavía persisten algunos medicamentos para el cáncer que se usaban hace 20 ó 30 años y que, para entonces, eran relativamente efectivos, pero tienen unos efectos colaterales muy dañinos para las personas”, asegura Gómez
Explica que se cae en el tema del costo de los medicamentos, cuando no necesariamente el producto más barato es el más “costo efectivo”.
El directivo de Afidro sostiene que gran parte del problema del sistema de salud se debe a que el Plan Obligatorio de Salud (POS) no se actualizó en 17 años.
Explica que el POS tiene un plan de beneficios que incluye diagnósticos, procedimientos, tratamientos que fueron listados en 1994, y se basó en un registro del Seguro Social establecido desde los años ochenta.
Y aunque la Ley 100 decía que debía ser actualizado cada 2 años, a través de un comité experto que decidía si era necesario actualizarlo o podía mantenerse, ese listado que ya era obsoleto no se actualizó.
Por eso, hay medicamentos que a nivel mundial fueron retirados del mercado en la década de los ochenta, pero en el país apenas se han retirado en años recientes.
Gómez aclara que es importante la sostenibilidad de las instituciones, que los recursos alcancen, que se logre un equilibrio y una viabilidad financiera, pero eso no puede dejar en un plano secundario la salud del paciente.
“El país no ha entendido bien la importancia que tiene el hecho de que sus ciudadanos estén sanos y que, como consecuencia, sean ciudadanos productivos y que puedan participar activamente dentro de la sociedad”, dice.
Concluye que es oportuno que haya una reforma al sistema de salud, pero “hay que regresar sobre los pasos de que el sistema de salud es por y para los pacientes”.
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