Colombia: Nuevo veto al proyecto de reforma a la salud en Colombia
El proyecto de reforma al sistema de salud continuó siendo blanco de críticas, luego de que asociaciones médicas y científicas anunciaran su veto al artículo que faculta a cualquier hospital público o privados para formar especialistas en medio de sus dificultades financieras.
“Consideramos que puede aumentar la oportunidad de formación, pero sin tener un sentido social con los médicos, también empeora la calidad, desprofesionaliza al médico especialista, lo que desencadena en peor atención en salud”, advirtió el presidente de la Asociación Colombiana de Medicina Estudiantil, Acome, Samuel Barbosa.
La propuesta del Gobierno —según el ministro de Salud, Alejandro Gaviria,— busca agilizar la titulación de cerca de 75.000 médicos generales, para suplir el actual déficit nacional de especialistas.
Por su parte, Carolina Corcho, presidenta de la Asociación Nacional de Internos y Residentes, Anir, sostiene que “se está abriendo la puerta a otro negocio en el sector salud”.
Y anotó: “Lo que tendría que hacer el Estado es regular su participación. Si a un hospital en déficit le ponen funciones de educación, cobrará matrículas para pagar esas deudas”.
Las asociaciones médicas enviaron una carta al presidente Santos, cuestionando ese artículo de la reforma, la cual a partir del lunes 28 de octubre pasará a ser debatida por la Cámara de Representantes, tras su aprobación en el Senado.
El presidente de Acome, Samuel Barbosa, recalca que la inclusión de los hospitales como centros de formación académica no mejora el nivel de capacitación porque estos no están creados para funcionar como centros de estudio, tal como sí sucede con los hospitales universitarios.
Esa misma percepción la tiene Carlos Francisco Fernández, presidente de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, quien dijo a El País que “la crisis del sistema de salud hizo que se formaran médicos a granel lo cual atentó contra la calidad”.<
Por ello, anotó, “los médicos generales perdieron capacidad de resolver los problemas de los pacientes y se convirtieron en remitidores a especialistas”.
Ese hecho, subrayó Fernández, “generó una escasez de especialistas, ya que (las EPS) cayeron en un proceso de facturación y de génesis comercial”.
Las entidades médicas recordaron que actualmente las EPS adeudan un poco más de $5 billones a los hospitales públicos, lo cual haría aún más inviable la formación de profesionales.
No acelerar el trámite
El director del Centro de Estudios de la Protección Social y Economía de la Salud, Proesa, de la Universidad Icesi, Ramiro Guerrero, abogó ayer para que la reforma se debata en la Cámara, pero sin acelerar su trámite.
“Creo que la reforma tiene un calado tan grande como para aprobarse con precipitud. En el debate hay puntos —como los de Salud Mía y las EPS— que no se han resuelto, y sobre los cuales no hay unos consensos mínimos”.
En el caso de Salud Mía, la entidad que manejará todos los recursos del sistema, Guerrero apuntó que “tendrá un alcance excesivo, además de que es correr un riesgo institucional innecesario”.
Recalcó que el Fosyga mal que bien no se ha politizado, y “con Salud Mía, montar una burocracia de ese tamaño podría ser lesivo para el país”.