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Farmacéuticas Multinacionales el verdadero cartel de drogas

Escrito por: Rafael Salin-Pascual

LA GRAN INDUSTRIA FARMACÉUTICA (GIF).

En Estados Unidos de Norteamérica se le llama” la gran industria farmacéutica”, a aquellas que agrupan a todas las compañías que se dedican a la manufactura de medicamentos y que tienen ingresos en el orden de billones de dólares. En las décadas de los años sesentas a los ochentas, la prescripción de medicamentos estuvo regularmente estática, y los inversionistas ya comentaban entonces, que era una buena inversión. A partir de los años noventas, con el asentamiento neoliberal, desrreguló el mercado, la gran industria farmacéuticas (GIF) pasaron a ser una muy buena inversión, la mejor de todas. En total, para el año 2002, la ganancia neta de las GIF mundial fue de 400 billones de dólares, de los cuales el 50% correspondió a las compañías norteamericanas.

Fue a partir del gobierno de Ronald Reagan, en los años 80s en que se inició este despegue. Por entonces, se permitió que las universidades estatales y privadas, desarrollarán programas de patentes, que con dinero de los contribuyentes, fueron canalizados hacia las GIF. Por entonces existía la creencia entre los científicos e intelectuales, que se podría escoger, entre vivir confortablemente pero sin lujos, si las personas se dedicaban a la academia, contribuyendo a investigaciones de avanzada, o por otro lado podrían trabajar para la industria farmacéutica, ser menos importantes a nivel académico, pero increíblemente ricos.

Fue los años 80 en que se lanza la ley Bayh-Doyle, que se permite a las universidades y pequeños negocios patentar sus descubrimientos, los cuales son posibles por los apoyos del gobierno Federal a través de los Instituto nacionales de salud en Washington. La forma como esto ha trabajado, es que estas instituciones proporcionan el marco de referencia académico, teorías bioquímicas, e incluso modelos farmacológicos, que son capitalizados por la gran industria farmacéutica. Lo que se hizo fue disfrazar la investigación, de organizaciones como las universidades e institutos, que no buscaban una ganancia económica directa, pero que eran beneficiados por los apoyos del gobierno e indirectamente de la industria farmacéutica.

Uno de estos resultados, fue el crecimiento de la investigación orientada a la industria farmacéutica, a través de la llamada investigación biomédica aplicada. Miembros de facultades y universidades, empezaron a tener acceso a donativos personales para el desarrollo de proyectos pre-clínicos, que apoyaban el lanzamiento de nuevos medicamentos. A nivel popular se decía por entonces: “si tú eres tan listo, ¿por qué no eres rico?”.

Esto llevó a que las universidades y los hospitales de enseñanza dedicarán más recursos a investigar en dirección de oportunidades comerciales.

Esto fue de tal éxito que para el año 2002, según la revista Fortune que revisó 500 compañías en el mundo, las ganancia de la industria farmacéutica fueron de $ 35.9 billones de dólares, mientras que las ganancias combinadas de las otras 498 industrias juntas, fueron de $ 33. 7 billones de dólares. La GIF, esta solo por debajo de las industrias petroleras.

Los precios exorbitantes en la mayoría de los medicamentos, no corresponden a la investigación y desarrollo de los medicamentos, como proclaman las propias GIF. El gasto mayor se hace en las campañas publicitarias y de administración. Este último rubro, es una caja negra en donde probablemente se incluyan aspectos de educación al público, la comunidad médica y vendedores de medicamentos. Otra parte de esos ingresos, nada despreciable, se reparte entre los ejecutivos y abogados de las empresas.

Para darnos una idea de esto, los directores ejecutivos (CEO – Chief Executive Efficer), de laboratorios farmacéuticos, para el 2001 tuvieron ingresos anuales, entre 45 a 75 millones de dólares. De las 10 grandes compañías farmacéuticas las cinco europeas: GlaxoSMithKline (GSK); AstraZeneca; Novartis, Roche, Aventis. Los márgenes de ganancia de ellos fueron equivalentes a las compañías norteamericanas.

Los principales problemas que enfrentan estas industrias farmacéuticas gigantes, son aquellas relacionadas a la pérdida de patentes de sus productos estrellas. Por ejemplo en el año 2001 la compañía EliLilly, perdió la patente para su estrella Prozac. Ese mismo año AstraZeneca, pierde la patente para su antiácido estrella Prilosec (Losec). Y Bristol-Meyer, para su medicamento para la diabetes Glucofage. Algunas de ellas, utilizan estrategias poco honestas, como por ejemplo, continuar con la patente, admitiendo que las estructuras moleculares más activas, de la molécula original, son aquellas que desvían la luz, en los detectores de partículas, hacia la derecha o izquierda (dextrógiro o levógiro), como fue el caso de los antidepresivos, citalopram y venlafaxina, que optaron por el escitalopram y la desvenlafaxina.

Lo que es cierto, es que ninguna de estas compañías farmacéuticas grandes o gigantes han hecho aportaciones al entendimiento de las enfermedades, o al desarrollo de moléculas para tratarlas.

¿CÓMO TRABAJAN LAS GIF?

Ya se ha mencionado, que contrario a lo que afirman estas compañías, gran parte de su inversión no se destina a la investigación y desarrollo de nuevas moléculas. Lo cual no quiere decir, que esta sea igual a cero. El tipo de investigación que se hace es básicamente teórica. Lo primero es entender la naturaleza de la enfermedad, para la cual se van a desarrollar los nuevos medicamentos. Pero esto, como ya se ha mencionado, lo hacen las universidades y los institutos de salud. Para entender una enfermedad, se hace un abordaje molecular, tratando de entender los mecanismos normales, y de qué manera estos dejan de estar regulados. Lo que este tipo de investigación busca es un eslabón entre los mecanismos alterados y las drogas que puedan repararlos.

Las compañías de la gran industria farmacéutica, sintetiza a partir de modelos, desarrollados en programas simuladores en computadoras, una cantidad elevada de compuestos. Ellos hablan, de que un promedio, se fabrican 5000 moléculas, las cuales se prueban en modelos animales, para finalmente terminar con cinco productos. Uno de los cuales será finalmente aprobado para el uso de seres humanos. Sin embargo, no siempre se sigue este camino lineal. La mayoría de las veces, como ha sucedido en el pasado, las nuevas moléculas son producto de la serendipia, o de aportaciones de las universidades, o productos viejos que de pronto se les encuentra otras aplicaciones, ojo, sin que exista la parte de descubrimiento, investigación y desarrollo.

Un ejemplo de lo anterior es la historia del desarrollo del primer retroviral AZT (zidovudina). Para el manejo del sida. Originalmente se vendió con el nombre comercial de Retrovir, y pertenecía a la compañía farmacéutica Burroughs-Wellcome, que fue absorbida por GSK, sin embargo la investigación y desarrollo de estas moléculas se hizo en los laboratorios de las universidades. Esta molécula fue sintetizada en 1964, por una fundación para el estudio de cáncer de Michigan. Y no fue muy efectiva para el manejo de cáncer. Sin embargo en 1974, investigadores en laboratorios de Alemania, encontraron que era útil para el manejo de algunas infecciones virales en roedores. Burroughs-Wellcome, logró que el AZT se usara para el manejo del herpes, un problema serio, sobre todo a nivel genital antes de la aparición del HIV. En 1981 aparecen tres artículos en la prestigiada revista médica The New England Journal of Medicine, en donde se reporta la muerte de tres personas debido a infecciones sistémicas generalizadas, teniendo como dato adicional el ser homosexuales.

En el año de 1983, se inicia la búsqueda de agentes retrovirales para el manejo del SIDA, y el AZT fue uno de los primeros que se probó. En 1987, la FDA, aprueba este medicamento para el SIDA. Lo interesante de esto, fue que desde la aparición de los primeros casos, hasta el uso de AZT, sólo pasaron seis años. Es un caso que se repite de manera frecuente, para otras variantes de la industria farmacéutica. En psiquiatría, ya se ha mencionado, que los tres primeros medicamentos empleados en este tipo de dolencias, surgieron de la serendipia, muchos años antes de su implicación final.

¿POR QUÉ SON TAN CARAS LAS MEDICINAS?

El principal argumento de las compañías farmacéuticas, es que tienen que gastar en investigación y desarrollo de nuevos medicamentos. Por ejemplo, ellos dicen que el costo de cada droga que lanzan al mercado, sólo en este rubro de desarrollo e investigación es de aproximadamente $ 802 millones de dólares. Sin embargo, mucho de estas cifras están infladas, porque cargan dentro de ellas el costo de la mercadotecnia. A fin de cuentas, hay un tipo de chantaje velado, en donde las grandes compañías farmacéuticas parecen decir: “si tú quieres que las compañías farmacéuticas gigantes sigan salvando vidas, tienes que estar agradecida por pagar lo que sea necesario a cambio, o tal vez algún día, te despiertes, y ya no habrá nuevas drogas útiles para tus dolencias.”

La misma industria farmacéutica gigante, continuamente las entrevistas de radio y televisión afirmar lo siguiente: “En verdad, si se impone el control de precios en los industria farmacéutica, se tendría que reducir la investigación y el desarrollo, y esto la larga dañaría a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos, con enfermedades para los cuales no exista medicinas adecuadas.” Estas compañías admiten, que los precios de sus medicamentos son mucho más caros en EUA, que en otros países. Esto explica la cadena de autobuses con ciudadanos norteamericanos, sobre todo de la tercera edad, que cada fin de semana hacen filas para hacer sus compras de medicamentos a México o Canadá.

¿Por qué colocan los costos de varias actividades dentro de la caja negra de investigación y desarrollo? Precisamente, porque puede justificarlas, e incluso obtener beneficios en los impuestos. Siempre y cuando esté demostrando que contribuyen a la salud nacional. Y en otros casos, están apoyando la investigación en universidades, hospitales e institutos de salud. Es ahí, en donde los impuestos bajan radicalmente, puesto que funcionan como donativos. Cualquier semejanza con el teleton y otras ayudas a los niños inválidos son semejantes, Tus donativos, reclutados por las cadenas televisoras, son aplicados a los donativos, con los qu ellos deducen impuestos,y ademas se les aplaude por ser buenas personas.

Cuando la administración para drogas y alimentos FDA, aprueba una sustancia, no necesariamente es nueva. En el año 2002, por ejemplo, se aprobaron 75 medicamentos por la FDA, de los cuales sólo 17 eran nuevas drogas. El resto eran variaciones sobre medicamentos ya existentes. Esto nos indica, que el monto reportado por los laboratorios, para drogas nuevas y variaciones sobre otras drogas ya probadas, compradas a universidades o otros laboratorios, tiene inversiones mucho menores a los 805 millones de dólares, pero esto no se reporta. He ahí otra forma de hablar lo invertido.

¿QUÉ TAN INNOVADORAS SON LAS GRANDES COMPAÑÍAS FARMACÉUTICAS?

La idea que se difunde consiste en que para grandes descubrimientos de nuevos medicamentos, se requiere de grandes inversiones. Existen miembros de estas compañías farmacéuticas que se sienten cruzados en la defensa del control de precios.

Las compañías farmacéuticas grandes, nunca han aportado de manera directa innovaciones farmacéuticas. Éstas provienen de las universidades y en los institutos en donde se generan. Después, cuando ya tienen avanzada de investigación en animales y pre clínica, pasa a los laboratorios farmacéuticos grandes, y ellos hacen la coordinación de investigaciones abiertas, controladas, en hospitales públicos o adscritos a las universidades. En todos los casos, es un negocio de bajo costo en cuanto a la inversión capitalista. En las universidades se disfraza donactivos o apoyos a la investigación. En la fase de estudios clínicos, no se paga a los pacientes, a veces se paga a los voluntarios sanos, que son usados como controles, en estudios preliminares se utilizan a presos, a quienes se deduce meses de condena por sus servicios, a las grandes compañías farmacéuticas. Por supuesto si se paga a los investigadores principales. Pero, todos los datos originados de las investigaciones apoyadas por los grandes laboratorios farmacéuticos les pertenecen a ellos. Es un negocio redondo. Utilizan el dinero de la gente que pague impuestos para obtener medicamentos novedosos, utilizando al mismo tiempo personas en prisiones y aquellos que no tienen seguros médicos para los protocolos de investigación en humanos. Y luego después de todo, esto se cargan el precio retrospectivo, que ya les fue pagado, a los enfermos que tienen que comprar su medicamentos.

Tomemos el caso de Taxol (paclitaxel), una de las drogas contra el cáncer de mejor venta en la historia. En la actualidad se utiliza para el manejo de cáncer de ovario, se nos y pulmones. Esta sustancia es derivada de plantas que se localizaron en el pacífico en 1960. Toda investigación básica y pre clínica, se hizo en el Instituto nacional de cáncer de Estados Unidos de Norteamérica. Se invirtió un total de 13 años y un costo de 183 millones de dólares, que pagó el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica de los impuestos. En el oeste 1991 Bristol Meyer Squibb, afirmó un tratado de cooperación con dicho instituto, en este se hacía una transferencia de tecnología. En 1992 el Taxol fue fue aprobado por la FDA, para el tratamiento de cáncer de ovario, que era la principal área de investigación del Instituto de cáncer. Las ganancias anuales de este medicamento es tan alrededor de 2 billones de dólares. Las compañías involucradas en esta transferencia de tecnología, invirtieron un poco en investigación y desarrollo, y además descontaron parte de lo que pagaron al Instituto nacional de cáncer en Estados Unidos de Norteamérica por la transferencia de tecnología. Las personas enfermas de cáncer tienen que pagar cantidades exorbitantes, por un producto que ya pagaron con sus impuestos.

El caso de Epogen, es una droga innovadora para la anemia en pacientes con insuficiencia renal. Técnicamente Epogen es una hormona de origen natural, porque se origirá de una sustancia que se fabrica por los riñones para la producción de células rojas sanguíneas. Esta hormona se llama eritropoyetina. Fue descubierta en el año de 1976 en la Universidad de Chicago por Eugen Goldwasser. Ni la Universidad de Chicago, ni el propio investigador Goldwasser, trataron de patentarla. Otro grupo en la Universidad de Columbia desarrollaron la tecnología para sintetizarla biológicamente, y ellos sí hicieron la patente correspondiente. Una compañía farmacéutica compró la patente, en un principio pequeña, ahora Amge, tiene ventas por 2 billones de dólares anuales. Nuevamente, se les vende a los enfermos que ya pagaron impuestos para el desarrollo de la molécula. Pero la historia no termina ahí, pronto otra compañía farmacéutica gigante y Johnson & Johnson desarrollaron una sustancia diferente pero con iguales propiedades sobre los glóbulos rojos. Se llama Procrit. Esta duplicación innecesaria de una misma sustancia, fue posible, gracias a un acuerdo entre Amgen y Johnson & Johnson. Estos últimos ampliaron la aplicación de su producto a otras formas de anemia, además de la insuficiencia renal. El acuerdo entre estas dos compañías fue que se licenciara Epogen en EUA, para otros tipos de anemia, como por cñancer, en los Estados Unidos de Norteamérica. Las ventas por Procrit son ahora de 3 billones de dólares anuales. Una parte de esto va a la compañía Amge.

LAS DROGAS GENÉRICAS Y COPIAS ALTERNATIVAS.

Otra forma de reducir los costos de investigación y desarrollo, es esperar a que venza la patente correspondiente de alguna de las drogas de innovación y desarrollar los llamados medicamentos genéricos. La otra forma, es hacer variaciones sobre el mismo tema. Moléculas diferentes, con el mismo mecanismo de acción.

Ya se mencionó previamente, que parte de la investigación sobre el desarrollo de nuevos medicamentos se hace con modelos computacionales. Si por ejemplo, la competencia tiene una molécula con ciertas características, una vez modelada, agregan o quitan radicales, sustituyen otros, y prueban su efectividad. De entrada, conservan la estructura que ya ha sido eficaceaz. Esto es cómo hacer móviles o teléfonos celulares, de diferentes compañías, pero agregarles o quitarles pequeños aditamentos.

A nivel federal, lo que cada compañía tiene que demostrar es que su droga es efectiva. FDA, no tiene que saber si es más efectiva que otras que se usan para la misma condición, tampoco tiene que saber, que sucede a largo plazo, digamos después de un año de uso. Y es perfectamente lo que hacen las compañías, tienen que demostrar que son mejores que placebo. Que pueden reducir los síntomas clínicos, por lo menos a la mitad de lo que iniciaron con la toma de los medicamentos. Y que tienen relativamente pocos efectos secundarios.

También hay estrategias para prolongar el tiempo de conservar una patente. Las drogas deben de ser diferentes para calificar en este rubro. Basta cambiar la estructura molecular ligeramente, mientras mantienen la misma respuesta clínica, para que se prolongue la patente de estos productos. Una forma común de hacer esto es decir, que la combinación de moléculas de medicamento original, contiene formas que no son utiles para la enfemedad, quizas que la lastrán, y que pueden incluso retardar a la parte activa y que se va quitar la molécula inerte, para dejar únicamente una forma más pura de medicamento, que ahora se ha demostrado, dirán los mercadólogos y directores de las compañías farmacéuticas grandes, es más eficaz. Esto ya ha sucedido con muchos medicamentos por ejemplo Losec, de AstraZeneca. El resultado del nuevo medicamento fue el Nexium, que también podría haber sido llamado “la mitad de-Losec”. Lo mismo ocurrió con el Citalopram, un antidepresivo, que decidió que su forma más activa tendría que ser ahora comercializada como Esctialopram,

Los medicamentos genéricos, son el mejor de los casos, solo formas más baratas de los medicamentos de patente, y al mismo tiempo menos activos. En algunos casos son las propias GIF las que los fabrican, diluyendo su fórmula original. Un paciente que decidió tomar la forma genérica, va a requerir el doble de la dosis. Por lo tanto el beneficio económico desaparece. En otros casos haya acuerdos comerciales, para la transferencia tecnológica de dichos productos. Finalmente hay genéricos que prácticamente no tienen medicamentos activos, y siguen siendo efectivos, por una simple explotación del efecto placebo. Por supuesto que estas compañías son verdaderamente unos delincuentes disfrazados de gente decente.