
La Comunidad de Madrid, a través de su política de fomento del uso de medicamentos genéricos, ha logrado que el 51,5 por ciento de los medicamentos prescritos en la región en 2013, sean de este tipo. Una política de eficiencia en la gestión de los recursos que ha permitido un ahorro de 138 millones de euros en los medicamentos recetados entre 2010 y 2013, lo que supone un aumento de 12,85 puntos en la prescripción de estos medicamentos.
Desde 2003 el porcentaje de medicamentos genéricos se ha incrementado paulatinamente, pero es en los años 2012 y 2013 cuando se ha producido un mayor ascenso, con una diferencia de 12,85 puntos entre la media de prescripción de genéricos de 2011 (37,29%) y la de 2013 (50,14%). Este hecho ha sido facilitado por la aparición de genéricos de uso general en el mercado español, pero sobre todo por las medidas puestas en marcha por el Gobierno regional, que promueven una creciente incorporación de los mismos a su prescripción, tanto en el ámbito de la Atención Primaria como en el ámbito de la Atención Especializada.
La prescripción de genéricos en la Comunidad de Madrid se sitúa muy por encima de la media de España, liderando los primeros puestos entre las Comunidades Autónomas y en unos niveles de prescripción superiores a países como Italia, Suiza y Francia y similares a los de los países nórdicos como Finlandia o Suecia.
Toman el nombre de su principio activo
Los medicamentos genéricos (EFG o Equivalente Farmacéutico Genérico) que incluyen en su denominación el principio activo son de la máxima calidad y presentan dos ventajas: su precio, ya que son más asequibles; y su seguridad, ya que reducen los errores en su prescripción y en su utilización porque, independientemente del laboratorio fabricante, todos se denominan con el nombre del principio activo, que es siempre el mismo.
En este sentido, el precio final de venta es sensiblemente inferior al del medicamento original con marca, no por aspectos relacionados con la calidad en su fabricación, sino porque ha transcurrido tanto tiempo desde su comercialización que ha desaparecido la patente que protegía la exclusividad del medicamento. Por lo tanto, los medicamentos genéricos benefician al ciudadano, al pagar menos por el fármaco, y contribuyen a racionalizar el gasto público sin disminuir la calidad y la eficacia de la prestación farmacéutica.
La Comunidad de Madrid desarrolla campañas dirigidas a médicos y pacientes que han hecho que se produzca una gran aceptación de los medicamentos genéricos en la población madrileña. Desde el año 2002, se ha incluido el incremento en la prescripción de genéricos como un objetivo específico para los profesionales de la Consejería de Sanidad, tanto de Atención Primaria como de Especializada.