Premio Nobel critica a farmacéuticas
Richard J. Roberts, premio Nobel de Fisiología o Medicina 1993, llegó al país por cuarta ocasión para participar en el VII Congreso de Biotecnología organizado por el Centro de Biología Molecular de la UCA. En un receso de la actividad, a la que acudieron científicos de la región, conversó con El Nuevo Diario sobre la importancia de la biotecnología y sobre la industria farmacéutica, de la que, dice, no tiene interés en curar enfermedades.
“Las compañías farmacéuticas están interesadas en hacer drogas que tengas que consumir por el resto de la vida y pagar por ellas”, dice tajante Roberts, quien ganó el Nobel junto a Phillip A. Sharppor con un estudio sobre los intrones, fragmentos de ADN que no tienen nada que ver con la información genética. La investigación reveló que la información depositada en un gen no estaba dispuesta de forma continua, sino que se encontraba fraccionada.
Roberts es un gran promotor de la biotecnología y recomendó estudiar la biodiversidad del país para desarrollarla: “Necesitas catalogar esta diversidad, necesitas saber qué es lo que tienes y luego tienes que averiguar en qué lo puedes usar: para tratar enfermedades o para comercio, lo que quieras, pero creo que uno de los primeros pasos tiene que ser entender qué es lo que tienes”.
Leía en una entrevista en la que usted, a modo de broma, comentaba que ama las bacterias, ¿por qué? ¿Cuál es su importancia?
No lo sabemos completamente, pero lo que sí sabemos es que si las bacterias no existieran estarías muerto, a menos que estuvieras en un cuarto aislado. Las bacterias nos protegen de otros agentes infecciosos, solo que no sabemos cómo lo hacen.
Si ellas tienen la capacidad de matar a otros patógenos y no sabemos cómo, entonces esta es una buena área de estudio para averiguar cómo lo hacen.
Usted ha criticado públicamente la industria farmacéutica porque dice que no están interesados en hacer medicinas que curen, sino que hacen que la enfermedad sea crónica.
Las compañías farmacéuticas no están interesadas en curar enfermedades; están interesadas en hacer drogas que tengas que consumir por el resto de la vida y pagar por ellas. Ellos básicamente están interesados en hacer dinero, esa es su principal meta. Son compañías: quieren hacer dinero. Lo peor que puede pasar es que ellos creen una droga que tengas que tomar por el resto de la vida y otros encuentren una cura a esa enfermedad. Eso es muy malo para ellos, no les gusta.
¿Eso hace suponer que existe la cura de enfermedades que son crónicas?
No, no. Estoy diciendo que si alguien descubre una cura, eso va a hacer muy malo para la industria farmacéutica. Por eso no están interesados en los antibióticos, porque los antibióticos curan el problema.
Si alguien encuentra la cura, sería muy malo para las compañías farmacéuticas. Por eso ya no trabajan en hacer antibióticos, porque son muy efectivos.
Sin embargo los antibióticos…
El problema es que se están acabando los antibióticos y necesitamos más, y las compañías no están interesadas en descubrir nuevos antibióticos.
Usted llegó al país por cuarta ocasión para participar en el VII Congreso de Biotecnología, y por la biotecnología se han logrado grandes avances; ha permitido lo que se denomina medicina especializada, pero ¿cuáles siguen siendo los grandes desafíos en esta rama?
Ahora sabemos secuenciar el ADN, es muy fácil secuenciar ADN, pero no sabemos cómo interpretar esa secuencia de ADN tan bien como deberíamos saberlo.
¿Eso es lo que ha impedido que se entienda mejor el comportamiento de enfermedades como el cáncer?
Sabemos un poco de cómo se desarrolla el cáncer. Sabemos que hay algunos genes que pueden hacer que sea fácil que se forme el cáncer, pero muchas veces no podemos predecir cómo resolver ese problema. El problema con el cáncer es que típicamente empieza con una, dos o tres mutaciones en genes específicos, pero una vez que empieza ya tienes muchas mutaciones. No siempre sabemos qué están haciendo esas otras mutaciones.
Volviendo al tema de la biotecnología. En Nicaragua se está empezando un estudio de las especies marinas que hay en el Caribe, un mapeo, ¿de qué forma eso contribuirá al desarrollo de posteriores estudios científicos y al de la biotecnología en el país?
El recurso más importante de Nicaragua es su diversidad biológica. Necesitas catalogar esta diversidad, necesitas saber qué es lo que tienes y luego tienes que averiguar en qué lo puedes usar: para tratar enfermedades o para comercio, lo que quieras, pero creo que uno de los primeros pasos tiene que entender qué es lo que tienes.
La biotecnología es el futuro y creo que Nicaragua, como en todas partes, debería estar trabajando en eso. Tienes que buscar el nicho, el proyecto correcto en el que trabajar, para que puedas competir efectivamente, porque no quieres hacer los mismos trabajos que se están haciendo en Estados Unidos o en Europa, cuando ellos tienen mayores probabilidades de hacerlo mejor que tú y con mayores recursos.
Entonces la clave en los países en desarrollo es buscar el nicho que es bueno para ellos. Tal vez en Nicaragua son los alimentos genéticamente modificados. Tal vez hay alimentos particulares en Nicaragua que se pueden cultivar; quizá (hacer estudios) en bacterias, quizá en el océano, no sé dónde está. Creo que hay muchas oportunidades, hay que encontrar a los científicos correctos y darles la oportunidad para explorar.
Hay muchas críticas contra los alimentos genéticamente alterados…
Los alimentos genéticamente alterados se hacen mediante un proceso; es una forma de mover los genes, no hay nada incorrecto en ese proceso, es un proceso natural. Hemos aprendido a hacerlo un poco mejor en los tubos de ensayo, pero lo que debés hacer es ver el producto de ese proceso. Si ves, el producto es el mismo que el tradicional. El método para hacerlos no es intrínsecamente peligroso, es igual.
Un ejemplo es cómo los humanos hacen bebés: hay una forma natural de hacerlo, que es cuando un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales, pero también puedes hacer bebés de una forma artificial; con fertilización ‘in vitro’. La fertilización ‘in vitro’ no es más peligrosa que hacerlo de una forma natural y mira al bebé, sale bien. No es el proceso lo que es importante, sino lo que sale de ese proceso.
“El recurso más importante de Nicaragua es su diversidad biológica”.
RICHARD J. ROBERTS, NOBEL DE MEDICINA
El reconocimiento
RICHARD J. ROBERTS
NOBEL DE MEDICINA.
PROFESIÓN: Desde 1992 dirige los trabajos de investigación de New England Biolabs Inc., en Beverly, Massachusetts.