México: Medicamentos para VIH son factor para desarrollar diabetes
De los mil 500 casos de infectados con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) que actualmente atiende el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), cinco por ciento presenta resistencia a la insulina o diabetes como consecuencia del tratamiento antirretroviral o factores genéticos y ambientales asociados con el estilo de vida.
“Si bien los medicamentos antirretrovirales han demostrado alta efectividad en el tratamiento del VIH, algunos estudios han demostrado que estos fármacos aumentan el riesgo de padecer diabetes, en especial los inhibidores de proteasa que suprimen al máximo la replicación del virus y detienen la evolución de la enfermedad”, puntualizó el doctor Juan Sierra Madero, jefe del Departamento de Infectología del INCMNSZ.
“Lo anterior no quiere decir que el uso de estos medicamentos cause directamente diabetes; sin embargo, el problema se agrava cuando una persona ya es propensa a sufrir esta enfermedad crónico-degenerativa”, expuso el especialista.
También contribuyen a incrementar los índices de diabetes entre las personas con VIH los antecedentes familiares, tabaquismo y sobrepeso u obesidad, que están relacionados con malos hábitos de alimentación y el sedentarismo.
El infectólogo agregó que los adultos mayores también son más susceptibles al diagnóstico de diabetes, sobre todo ahora cuando se puede tener una vida más larga al ser portador del VIH, pero sin desarrollar Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida); incluso, también crece el peligro de insuficiencia renal a largo plazo causado por la diabetes y otros factores asociados al VIH.
El tratamiento antirretroviral conocido como altamente activo o combinado consiste en tomar al menos tres drogas juntas para lograr el efecto esperado, mismo que fue aprobado en 1995 y México lo puso a disposición de los pacientes dos años después.
Actualmente, la industria farmacéutica tiene más de 25 compuestos que han demostrado acción directa contra el VIH, pero están relacionados con la resistencia a la insulina debido a sus mecanismos a nivel del páncreas o en los tejidos grasos. Ello condiciona que el organismo no responda de manera adecuada a la insulina, lo que significa que con el tiempo los niveles de glucosa en sangre suben más allá de los rangos normales.
El también investigador apuntó que la prevalencia de diabetes en personas con VIH sugiere realizar mediciones regulares de los niveles de glucosa, así como una evaluación para determinar la función renal y la situación del síndrome metabólico, por lo menos una vez al año.
Sin embargo, descartó que deba plantearse en forma tajante la posibilidad de evitar el uso de inhibidores de proteasa en personas con alto riesgo de padecer diabetes; subrayó que el tratamiento debe seguir suministrándose porque ha mejorado la calidad de vida y la sobrevida de las personas.
“Los nuevos medicamentos antirretrovirales son difíciles de mejorar porque ya son muy efectivos, es decir, se trata de fármacos más fáciles de tomar, de tolerar y de mayor seguridad, pero los pacientes deben mantener una adherencia al tratamiento, pues de lo contrario el objetivo no se alcanzará”, insistió Sierra Madero.
“La situación de esta enfermedad ha cambiado, pues de considerarse un padecimiento mortal ahora cuenta con un tratamiento que mejora la calidad de vida del paciente y con expectativas muy amplias. Hace 20 años apuntábamos a lo que hoy tenemos: un tratamiento que consiguiera controlar está enfermedad y poder llamarla crónica, pues ahora estamos con miras a algo definitivo.
“Sin embargo, es indispensable replantear la estrategia de prevención de la epidemia”, concluyó el especialista.
Raúl Serrano