Artículos-Reportajes

Curar la hepatitis depende de resolver el conflicto de las patentes de fármacos

Continúa la polémica respecto al “nuevo” tratamiento de la Hepatitis C con sofosbuvir marca Sovaldi, fabricado por el laboratorio Gilead, porque cuesta casi 60.000 euros (1.000 dólares por pastilla). Ni siquiera las personas más graves están recibiéndolo. Si el Gobierno realmente quiere defender la salud pública tiene distintas armas.

Este es un ejemplo de lo que ocurre cuando la salud de las personas se incorpora al mercado. Escribe David Hammerstein, que trabaja en Bruselas ante las instituciones europeas para el Diálogo Transatlántico de Consumidores, un buen post que apunta claves: Los altos precios no guardan relación alguna ni con el dinero invertido en su investigación y desarrollo ni mucho menos en sus marginales costes de producción. Se establecen los precios arbitrariamente al vaivén del mercado al servicio del gran negocio de las grandes empresas farmacéuticas.Sovaldi gilead hepatitis precioLa Unión Europea ha rechazado la iniciativa de Francia de crear una plataforma europea para combatir el elevado precio del fármaco Sovaldi. Pero los gobiernos tienen margen de maniobra. Si quieren pueden conseguir rebajar el precio de este medicamento. Coincido con David en los siguientes puntos:

-Una licencia obligatoria. El Gobierno podría iniciar los trámites para la emisión de una licencia obligatoria para fabricar sofosbuvir como un producto genérico, como establece el Acuerdo de Doha de Salud Pública de la Organización Mundial de Comercio para limitar los derechos de propiedad intelectual en caso de necesidad de salud pública. Mediante estas flexibilidades en el derecho internacional el Gobierno español podría promover la producción de sofosbuvir por una empresa de productos genéricos a un precio mucho menor o importarlo de otro país un versión genérica.

Egipto ha llegado a un acuerdo para importar de India sofosbuvir como genérico a un precio ¡100 veces menor que el precio exigido por Gilead en Europa!

El citado acuerdo afirma que cualquier país puede emitir licencia obligatorias para “permitir la producción de un producto patentado por otros o utilizar el proceso patentado sin el consentimiento del titular de la patente.

-Oponerse a la patente. Puede desafiar judicialmente la legalidad de la patente sobre sofosbuvir, como está haciendo el Gobierno de India, para mostrar la carencia de un verdadero paso innovador para justificar la patente ya que la misma molécula fue patentada previamente como un medicamento contra el cáncer.

-Formar un bloque con otros países europeos para unas compras públicas coaligadas. Hacer unas compras conjuntas con otros estados europeos para mejorar la capacidad de negociación. Esto ha fracasado, como comentaba arriba. Incluso el establecimiento de un precio europeo máximo para sofosbuvir que ha propuesto Francia ha sido rechazado tanto por la Comisión Europea como por el Gobierno de España en una muestra de extrema pasividad ante las farmacéuticas.