La tercera causa de muerte en Estados Unidos son los medicamentos
Realizado por Nicholas Freudenberg, profesor de salud pública en la Universidad de New York y fundador y director de la organización Corporations and Health Watch, el libro ¨Lethal but legal¨ ofrece una despiadada crítica a la sociedad de consumo en la cual nos encontramos inmersos.
Fue la ideología del mercado -defendida tanto por el neoliberalismo como por la socialdemocracia- la que estableció el marco para la expansión del complejo corporativo consumista, una red de compañías que actúan en régimen de oligopolios mundiales -alimentación, automóviles, farmacéuticas, tabaco, alcohol y armamento, fundamentalmente, aunque podríamos incluir las industrias energéticas- junto con instituciones financieras, académicas, científicas, profesionales y empresas de comunicación y publicidad que impone, con el único objetivo de obtener beneficios económicos, un patrón de hiper-consumo que es la principal causa de la emergencia de las enfermedades no transmisibles o crónicas en el mundo (cardiovasculares, cáncer, respiratorias y diabetes); hoy en día, el mayor problema prevenible de salud pública, explica Freudenberg en su libro.
De acuerdo a un cuadro comparativo, el tabaco lidera las muertes anuales en Estados Unidos debidas directa o indirectamente al modelo de negocio basado en el hiper-consumo, con 467.000; seguido por las 216.000 muertes anuales en USA causadas por la industria de la alimentación y las bebidas. El tercer escalón lo ocupa la industria farmacéutica, que con la sobre e infra-medicación causó 200.000 muertes.
En su libro, Freudemberg ofrece un ¨Marco de actuación contra las prácticas corporativas causantes de mala salud¨:
-En una democracia moderna, los pre-requisitos para la salud –aire limpio, comida saludable, productos de consumo seguros- deberían ser derechos y no privilegios.
-las políticas públicas deberían fomentar que las decisiones saludables individuales fueran las más sencillas, impidiendo beneficios privados a expensa de la salud de la población.
-Una sociedad decente debe proteger a los niños y a otras poblaciones vulnerables del especial interés de las corporaciones por instar a comportamientos y estilos de vida poco saludables.
-La primera misión del gobierno es proteger la salud pública. Solamente el gobierno tiene los recursos y la posición para llevar a cabo este mandato eficazmente.
-La disminución del poder del gobierno no siempre incrementa proporcionalmente el de las personas sino que se cede poder a las corporaciones.
-La protección y la expansión de nuestros derechos democráticos otorga a las personas más oportunidades para mejorar las decisiones que afectan a sus vidas; disminuir esos derechos, otorga ese poder a otros, especialmente las grandes corporaciones.