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“Impacientes” piden anular prohibición de enviar medicinas por encomiendas

02.11.2014 05:15 AM A principios de año entró en vigencia una providencia que impide el despacho de fármacos de una persona natural a otra a través de servicios de couriers

Alejandra Rodríguez Álvarez

Empleados de couriers aseguran que deben lidiar con la molestia de usuarios frustrados

Empleados de couriers aseguran que deben lidiar con la molestia de usuarios frustrados Foto: W. Yustis

Caracas.- La familia recorrió muchas farmacias en esta ciudad y nada. Ni rastro del antihipertensivo que requiere la abuela. El peregrinaje de hijos y nietos se convirtió en una búsqueda frustrada. Entonces se encendió la alerta roja: quedaba Blokiuret solo para cinco días. Y llamaron a Mariana, la nieta que vive en Maracaibo. De inmediato ella comenzó a buscarlo allá. En el Zulia tampoco se encuentra fácilmente porque en Venezuela 34 de cada 100 personas son hipertensas, y desde hace meses el fármaco está escaso.

Mariana consiguió los comprimidos. Salió victoriosa de la carrera con obstáculos en la que se ha convertido encontrar medicinas en el país. Galardón en mano se dirigió a una oficina de envíos por encomienda para despacharlo a Caracas y, entonces, el empleado que recibió el paquete le informó: “Aquí no podemos enviar medicamentos, ni alimentos regulados”. No hubo más explicaciones. “Un día sin tratamiento puede significar la muerte para un paciente hipertenso”, replicó Mariana, pero el argumento no bastó para que la empresa accediera a trasladar el paquete.

Con el tiempo en contra y sin posibilidades de recorrer los más de 517 kilómetros que separan a Maracaibo de Caracas para llevarle el medicamento a su abuela, Mariana optó por camuflarlo entre prendas de vestir para poder enviarlo. “Saqué los blísters de las cajas y los envolví con ropa. Tuve que hacer como un delincuente”, explicó.

Mariana no es la única infractora. A diario muchos ciudadanos burlan o intentan burlar las restricciones de las empresas afiliadas a la Asociación de Empresas de Transporte Expreso Courier (Asovec), que desde febrero de este año prohibieron el envío de alimentos regulados, fármacos y bienes de aseo personal. La medida ha dado origen a diversas ideas para hacer llegar la encomienda a parientes o amigos cuyas vidas dependen de tratamientos que aquí en el país están escasos.

Sobredosis de ingenio

Los familiares, amigos y allegados de quienes requieren medicinas se las ingenian: envuelven los fármacos en revistas, los adhieren con tirro a cajas de discos compactos; los introducen en envases que contienen sustancias permitidas. Los empleados de las oficinas de courier lo ven a diario.

En algunos establecimientos devuelven los paquetes, en otros no los detectan o voltean la cara y los dejan pasar a riesgo de que la Guardia Nacional (GN) advierta, en algún punto del trayecto, la irregularidad. Están desesperados, impacientes. Por eso asumen el riesgo de ser imputados por contrabando. Les urge un respiro, una forma de hacer más llevadera la ya de por sí agobiante escasez de fármacos que azota al país.

A principios de octubre, un grupo de ellos decidió tomar medidas: están preparando un recurso para anular la prohibición, que aspiran a introducir ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) a finales de este mes.

El secretario de cultura de la Federación de Centros de Estudiantes (FCU) de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y estudiante de Estudios Políticos, Gabriel Domínguez, es el creador y principal promotor de la iniciativa. Está convencido de que la restricción “es inconstitucional y vulnera el derecho a la salud contemplado en el artículo 83 de la Constitución”.

La abuela de Domínguez es sobreviviente de cáncer y debe tomar medicamentos de por vida, pero no todos se consiguen. A él y su familia, que está repartida por el país, les ha tocado hacer de todo para que a “Tata” no le falten sus medicinas. La prohibición que, asegura el joven, es una providencia administrativa sin ningún fundamento legal emanada a principios de 2014 por el Instituto Postal Telegráfico de Venezuela (Ipostel), les ha dificultado el traslado de los fármacos.

Domínguez está abocado a sumar voluntades, a conseguir personas que como él y su familia estén afectadas por la limitación. Ha encontrado miles en los últimos meses, dijo. Hasta la semana pasada, 28 personas habían firmado el recurso de nulidad.

@Gabo_Dominguez es su cuenta de twitter y desde allí impulsa la acción.

Ipostel en la mira

Muchos ciudadanos desconocen por qué fue prohibido el envío de medicamentos por encomiendas, y con razón: no hubo anuncios oficiales al respecto ni en prensa, ni en televisión; por lo menos no en 2014.

Las explicaciones son múltiples: en algunos establecimientos hay carteles que atribuyen la restricción al Decreto 782, publicado en la Gaceta Oficial N° 40.351 del 7 de febrero de 2014, pero esa disposición prohibió únicamente el traslado de fármacos y alimentos desde Venezuela hacia Colombia, no dentro del país.

En otras oficinas aseguran que la medida está relacionada con los artículos 1, 7, 8, 17, 51, 56 y 59 de la Ley Orgánica de Costos y Precios Justos, pero los parágrafos relativos a contrabando y acaparamiento no hacen referencia alguna a los envíos por courier. Hay una explicación más: el envío de medicinas y fármacos de persona natural a persona natural fue restringido por orden de Ipostel.

En efecto, encargados y gerentes de las oficinas en Caracas dijeron a El Tiempo que la regulación provino de Ipostel. La Cámara de la Industria Farmacéutica (Cifar) tiene colgada en su portal web una copia del oficio que, según confirmó un empleado de esa organización, remitió el instituto postal a las empresas afiliadas a Asovec a principios de año: “En cumplimiento con las instrucciones recibidas del presidente del Instituto Postal Telegráfico de Venezuela Ipostel y de acuerdo con lo establecido en los artículos 7, 8, 17 y 51 , de la nueva Ley de Costos y Precios Justos, se prohíbe el envío de medicinas”, se lee en el comunicado.

“El responsable de la medida, Franklin Ramírez Araque, presidente de Ipostel, buscaba congraciarse con el Gobierno y terminó afectando nuestro derecho a la salud”, sostuvo Domínguez. “Por eso vamos a tomar medidas contra la providencia administrativa, y contra el mismo Rodríguez Araque”, agregó.
“Ipostel solo sigue órdenes”, aclaró a El Tiempo un funcionario que solicitó el anonimato. “Los únicos autorizados para el traslado de medicinas son el Ministerio de Salud y Farmapatria. No fue Ipostel quien lo prohibió, los organismos del Estado pidieron tener control sobre eso”, puntualizó.

Efectos secundarios

Recibir insultos y amenazas a diario ya no atemoriza a Fernando Andrade, encargado de una oficina de courier al este de Caracas. Desde que entraron en vigencia las restricciones, los usuarios han descargado parte de su descontento con los empleados que reciben las encomiendas. Lo corrobora Vigdalia Torres, jefa de una oficina del Grupo Zoom en la capital.

A ese establecimiento todos los días llegan personas que desconocen la disposición, o no la aceptan, y al no poder enviar algún fármaco u otros productos prohibidos se molestan, relató.

Los improperios y el descontento generalizado de los usuarios son apenas una parte de los efectos secundarios ocasionados por la medida. Las empresas afiliadas a Asovec (Grupo Zoom, MRW, Domesa, DHL y Tealca) han experimentado en los últimos meses un descenso en el número de envíos y desmejoras en la calidad de los servicios que ofrecen.

Asovec no dispone de una estadística que indique cuánto se han reducido los envíos de sus asociados en lo que va de año, pero el vicepresidente de Distribución Logística del Grupo Zoom, Clemente Rodríguez, aseguró que en el caso particular de esa organización el número de paquetes trasladados decreció no menos de 12% desde febrero de este año.

En la oficina que atiende Andrade la restricción ha golpeado fuerte: “Antes enviábamos entre 80 y 90 cajas por día, de las cuales entre 30 y 40 eran medicinas, comida y bienes de aseo personal. Eso se acabó”, dijo el empleado.

Paquetes que no llegan a sus destinos o lo hacen con retraso son también producto de la restricción.
“Todos los días nos detienen camiones. El servicio se ha deteriorado porque las detenciones en las alcabalas nos cobran tiempo. A veces paran los vehículos por dos horas o más”, contó Rodríguez.

Cuando la GN revisa los camiones y detecta encomiendas que contienen productos prohibidos las retiene y la situación se complica para los courier.

Rodríguez no es ajeno a las estrategias que emplean algunos usuarios para violar los controles gubernamentales. Al respecto aseguró que “el correo parte de la buena fe del remitente”.

Quienes suelen resultar más afectados cuando los couriers trasladan paquetes cuyo contenido viola las regulaciones vigentes son los transportistas, advirtió el directivo de Zoom.
Las detenciones de choferes le han generado a esa empresa, además de retrasos en las entregas, gastos adicionales.

En ocasiones, el Grupo Zoom ha tenido que costear abogados para que los conductores, que desconocen el contenido de las encomiendas que transportan, sean puestos en libertad, detalló Rodríguez.

Contradicción

Movilizar medicamentos en el país es por igual una odisea para personas naturales y jurídicas. En los últimos meses al courier Grupo Zoom le han detenido camiones todos lo días, algunos de los cuales transportaban medicamentos y contaban con el aval de Farmapatria, organismo acreditado por el Estado para autorizar a personas jurídicas el traslado de fármacos.

“Los organismos que hacen alcabala no toman en cuenta los permisos, simplemente detienen los camiones. No puede ser que un organismo dé una orden, y otro la desautorice”, aseguró el vicepresidente de Distribución Logística de Zoom, Clemente Rodríguez.

Encargo de arriba

El Instituto Postal Telegráfico de Venezuela (Ipostel) envió, el 6 de febrero de 2014, un oficio a las empresas afiliadas a la Asociación de Empresas de Transporte Expreso Courier (Asovec) en el que, por órdenes del presidente de ese organismo, Franklin Ramírez Araque, quedó prohibido el envío de “medicinas y artículos alimenticios susceptibles al acaparamiento” vía encomienda. Una funcionaria de Ipostel aseguró que el organismo sólo sigue órdenes del gobierno, que ahora tiene el control absoluto sobre el traslado de medicinas en el país.

Cifra
12% disminuyó el número de paquetes movilizados en el territorio nacional por el Grupo Zoom, desde que entró en vigencia, en febrero de este año, la restricción impuesta por Ipostel, dijo el vicepresidente de Distribución Logística de esa compañía, afiliada a la Asociación de Empresas de Transporte Expreso Courier (Asovec), Clemente Rodríguez.

Farmacos
239 fármacos de uso común están escasos, dijo en septiembre el director ejecutivo de la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales (AVCH), Cristino García, a la cadena Unión Radio. A finales de octubre, la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven) estimó que la escasez de medicamentos rondaba aproximadamente 60% en la región capital y 70% en el interior del país.

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