Embarazo y medicamentos
Como es bien conocido, las medicinas son sustancias que sirven para curar o prevenir una enfermedad, para reducir sus efectos o para aliviar un dolor físico, de igual forma algunas de ellas son fundamentales para el buen desarrollo del embarazo; sin embargo, muchas otras pueden llegar a ser factores negativos para el proceso de la concepción.
Es primordial que toda mujer que desea embarazarse, conozca su cuerpo, su condición física y hormonal; realizándose exámenes e ingiriendo los complejos vitamínicos correspondientes (con orientación directa de un médico tratante), así lo recomienda Nancy Sánchez, médica cirujana y ecografista.
Medicamentos que afectan o benefician la fertilidad
Según señala la doctora Sánchez, los tratamientos a base de hormonas, suelen por lo general afectar la fertilidad de la mujer, por ejemplo, los medicamentos para la tiroides en altas dosis pueden afectar la ovulación; sucede igual con productos con estrógenos o progesterona y algunos antidepresivos.
Por otra parte, el consumo de ácido fólico y otros complejos vitamínicos previo a la gestación, evitan complicaciones durante el embarazo; a esto se le debe sumar el consumo de alimentos como el aceite de oliva, verduras, pescados, frutas y carnes de ave, que suelen tener incidencias positivas en la fertilidad.
Es importante destacar que una sana condición física, garantiza un embarazo tranquilo y sin complicaciones.
Para el buen desarrollo del feto y evitar cuadros de anemia, labio leporino, retraso en el crecimiento intrauterino, partos prematuros, entre otros, la mujer debe seguir el tratamiento designado por el médico especialista.
Medicamentos durante el embarazo
Debido al proceso de formación de células que ocurre durante la gestación, la ingesta de medicinas debe ser limitada, en este caso los especialistas recomiendan el consumo de acetaminofen para aliviar algunos malestares que pueda presentar la madre.
Los medicamentos más comunes que se deben ingerir durante el embarazo son: vitamina C, para la formación de los vasos sanguíneos del bebé; ácido fólico, para la producción de glóbulos rojos; vitamina D para producir dientes, tejidos y huesos sanos; hierro para nutrir el crecimiento del bebé y de la placenta.
Texto: Máyerlin Márquez