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España: “Quien diagnostica y prescribe, no dispensa, y quien dispensa, ni diagnostica ni prescribe”

ALBERTO CORNEJO / Madrid

@ElGlobalNet

viernes, 07 de noviembre de 2014 / 15:43
JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ SENDÍN, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC)
La histórica pugna que libran médicos y farmacéuticos acerca de la Atención Farmacéutica tuvo un nuevo episodio con la salida a la luz pública de un informe de la Organización Médica Colegial (OMC) que no dejaba títere con cabeza: farmacia, distribución, industria… El presidente de la máxima institución médica de España, Juan José Rodríguez Sendín, analiza para EG los pormenores de este polémico informe.
Pregunta. ¿Están sorprendidos por el impacto que ha tenido su informe?
Respuesta. No, es normal que cuando a alguien le cuestionas su estatus se moleste.
P. Y es que algunas de las propuestas afectan a la línea de flotación del modelo farmacéutico.
R. Sí, e incluso precisaría que afecta al modelo económico que acompaña al modelo de oficina de farmacia.
P. Las corporaciones y sociedades farmacéuticas defienden que las farmacias son parte indispensable del SNS y claves para la sostenibilidad del mismo. ¿No lo entienden ustedes así?
R. No es la existencia de la oficina de farmacia lo que se cuestiona, sino el modelo de relación, que a su vez ensambla con el modelo de distribución, ambos exclusivos y excluyentes. Y especialmente con la falta de control estricto sobre la distribución, adquisición y dispensación de cada envase de medicamento, algo que ha puesto de manifiesto en el escándalo reciente relacionado con las exportaciones paralelas.
P. Respecto a las farmacias, ¿qué ventaja aportarían las concesiones temporales obtenidas por un sistema meritocrático?
R. Es un problema de concepto, de control y de igualdad de oportunidades. Todo servicio público o servicio público de gestión privada debe ser asignado en función del mérito y la capacidad. No existe ninguno que, además de protegerse, sea indefinido, heredable y negociable. No son condiciones nuevas, ya eran aplicables a los farmacéuticos del cuerpo de sanitarios locales y así acceden los profesionales sanitarios al SNS. Y, por supuesto, los profesionales farmacéuticos en los servicios de farmacia hospitalaria y de Atención Primaria, a los que nadie cuestiona.
P. La OMC apuesta por aplicar la Directiva Europea de Liberalización de Servicios al ámbito de la farmacia…
R. Hay defectos y perversiones en todos los ámbitos y agentes de la cadena, incluido los prescriptores. El documento no habla solo de la farmacia, hay errores y vicios que afectan a todos.
P. ¿Qué ‘vicios’ encuentran en el modelo farmacéutico regulado?
R. Por ejemplo, la falta de control y seguimiento de cada envase singular del medicamento. Además de consecuencias indeseables, como exportaciones paralelas, fraude y desabastecimiento, tiene otras que provocan riesgos para los pacientes por medicamentos no prescritos o falsificados que se pueden adquirir por Internet. También está la compensación al farmacéutico, que depende del valor de lo que dispensa y esto, a su vez, del valor agregado de su farmacia, de forma que el valor añadido no está en su labor profesional, sino en las ventas y posición de su farmacia.
P. ¿Más ‘vicios’ o defectos?
R. Es fácil justificar que quien dispensa no diagnostica ni induzca a la adquisición o consumo de fármacos, ni que quien diagnostique no dispense ni tenga beneficios por hacerlo. Esto, en los servicios hospitalarios y de Atención Primaria está resuelto.
P. Sobre las competencias asistenciales atribuidas al farmacéutico, ¿cree que se va demasiado deprisa?
R. Respecto a la Atención Farmacéutica que tiene que ver con cuidados y controles precisos para evitar duplicidades, favorecer el cumplimiento de la prescripción, detectar errores y, en consecuencia, evitar riesgos para el paciente, ya dimos soluciones. Si se trata de reproducir en las farmacias las tareas encomendadas a la profesión médica relacionadas con el diagnostico o el consejo terapéutico, o reproducir los cometidos de los farmacéuticos hospitalarios o de Atención Primaria, nos opondremos. Quien diagnostica y prescribe no dispensa, y quien dispensa ni diagnostica ni prescribe.
P. Los farmacéuticos dicen que atribuirles mayores competencias ahorra costes al sistema. La OMC cree, por el contrario.
R. Se trata de evitar las consecuencias de aumentar conflictos de intereses y perversiones. Por otro lado, médicos y enfermeros tienen unas competencias que incluyen esas tareas y cuya actuación está integrada y sometida a las mismas interpretaciones sociosanitarias. Por si fuera poco, esas tareas deberían ser retribuidas, costes que desequilibrarían más la balanza presupuestaria en detrimento del capítulo I y, en especial, de los recursos humanos asistenciales. También se ahorraría si las competencias de las farmacias se concentraran en los centros sanitarios y fueran desempeñadas por los farmacéuticos adscritos a los mismos, además de las labores que desempeñan. Y nos ahorramos posibles conflictos de interés.
P. Denuncian que la farmacia tiene cierto halo comercial/económico no exclusivamente sanitario, ¿no?
R. Sí y los últimos acontecimientos, aunque solo afecte a unas 200 farmacias, lo demuestran. En la farmacia, aunque no se desee, priman aspectos económicos y comerciales. De ellos dependen la supervivencia, en algunos casos como el de las farmacias rurales, y la rentabilidad y capitalización de lo invertido, en el caso de las grandes. La regulación de un sector tan complejo como el sanitario no lo podemos dejar a la interpretación y LA buena voluntad.
P. ¿Este informe afectará a las relaciones entre OMC y CGCOF?
R. Todos sabemos de lo que hablamos y por qué lo hacemos y respondemos a nuestras obligaciones institucionales. Pero, pese a todo, las relaciones seguirán siendo correctas, como siempre.