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Utilización adecuada de medicamentos en los animales de compañía

No cabe duda que tanto en la práctica de la medicina humana como de la medicina veterinaria debe existir una estrecha y fina concordancia entre el adecuado diagnóstico de una enfermedad y los diversos fármacos que deben ser incluidos en un esquema terapéutico. Esta relación constituye la diferencia entre el éxito o el fracaso en el tratamiento de una patología y el pronóstico de ese paciente tratado.


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Una adecuada selección de el o los medicamentos en base a una serie de criterios serán entonces cruciales.

Existen diversos factores involucrados en esta selección adecuada de medicamentos y que se pueden agrupar principalmente en tres:

1.- Factores dependientes del animal o paciente

2.- Factores dependientes del medicamento

3.- Factores dependientes del propietario o encargado de administrar dicha medicación
1.- Factores dependientes del animal:

Especie: muchos fármacos deber ser utilizados con precaución o simplemente están contraindicados en una determinada especie por los potenciales riesgos de presentación de efectos colaterales o francamente un cuadro de toxicidad farmacológica. Ejemplo de estos casos son los imprevisibles efectos tóxicos e incluso letales del paracetamol en la especie felina debido a una incapacidad metabólica de degradar el compuesto hasta un metabolito que le sea inocuo. Otro ejemplo es el uso de las Avermectinas (lo que erróneamente la creencia popular ha acuñado como “la vacuna contra las garrapatas”) y que se utiliza como antiparasitario externo en campañas masivas de desparasitación y que en algunas razas caninas como el Collie produce convulsiones y potencialmente la muerte.

Condición orgánica del animal: un animal débil, deshidratado, mal alimentado o inmunodeprimido puede potencialmente reaccionar en forma inadecuada a un fármaco aún siendo éste de reconocida inocuidad. La deshidratación es probablemente uno de los factores clave en la pobre disponibilidad de un fármaco en el organismo de un animal en tratamiento ya que el agua es el principal medio en el cual se vehiculizan las sustancia químicas o principios activos del fármaco. La presencia de vómito y/o diarrea harán errática ý probablemente poco eficiente la acción de medicamentos administrados vía oral.

Edad: un cachorro lactante o un animal considerado geriátrico presenta disminución de sus capacidades de metabolizar y excretar los fármacos haciendo muy variable los resultados finales del tratamiento.

Sexo: la hembra gestante potencialmente puede presentar condiciones de aborto, parto prematuro e incluso sus crías presentar anomalías congénitas producto del incorrecto uso de un medicamento.

2.- Factores dependientes del medicamento:

Presentación farmacéutica: en ocasiones existen preparados orales que no deben ser fraccionados a pesar de la dificultad de su administración (ej: cápsulas). El tamaño exagerado del comprimido, su sabor y olor desagradables u ofensivos para el olfato de perros y gatos son en ocasiones la causa de la fallida administración del medicamento.

Margen de seguridad: existen medicamentos que a pesar de ser administrados en grandes dosis o por tiempos prolongados no producen efectos colaterales, sin embargo, existe otra categoría de medicamentos que poseen un estrecho margen de error en su indicación o administración presentando graves efectos nocivos para la salud de una mascota.

Costo del medicamento: en ocasiones el precio del medicamento incide en la decisión de comprar o no dicho medicamento, sin embargo, el concepto de “valor del medicamento”, es decir cuáles serán los beneficios al usar ese producto y no otro son los que deben prevalecer ante la decisión de compra.

3.- Factores dependientes del propietario o encargado de administrar el medicamento:

Adhesión al tratamiento: el cumplimiento estricto de las indicaciones entregadas por el profesional médico veterinario a través de la receta donde se especifican tanto las cantidades a entregar al paciente y la vía de administración como el ritmo horario de administración y el tiempo total de medicación que al ser cumplidas por el propietario existe mayor probabilidad de terminar con éxito el tratamiento. Escapan al control del propietario situaciones involuntarias a él tales como poca colaboración del paciente, agresividad, imposibilidad de control horario, etc.

Cabe en esta situación preguntarse: ¿son claras y comprensibles las instrucciones del mv?, ¿es posible respetar el ritmo horario?, ¿el tratamiento será suministrado por alguien con experiencia?

Autoprescripción o medicación: es conocida la costumbre de automedicarse en el caso del ser humano y es una situación que no difiere mucho en el caso de los animales, sin embargo, el desconocimiento y la idea de que “un medicamento que hace bien al humano también le hará bien a un animal” es totalmente errónea de tal manera que hace imprescindible la previa consulta al médico veterinario.

Finalmente y para graficar de mejor manera este último punto está este excelente artículo humorístico de las “Instrucciones para administrar un comprimido a un gato”:

1.- Tome y acune al gato con su brazo izquierdo y coloque suavemente su dedo índice y pulgar en las mejillas del gato mientras con la mano derecha introduce el comprimido y lo arroja al interior de la boca del gato. Espere hasta que el gato trague el comprimido

2.- Levante el comprimido del suelo y al gato de detrás del sofá y repita el proceso.

3.- Traiga al gato desde el dormitorio y tire el comprimido baboseado a la basura.

4.- Extraiga un nuevo comprimido de la caja y pídale a su esposa que le envuelva y acune al gato en una toalla dejando sólo la cabeza del gato afuera y repita el paso 1.

5.- Baje al gato de la cortina y extraiga un nuevo comprimido de la caja. Barra el resto de las figuritas de porcelana tiradas en el living y pídale a su esposa que repita el paso 4.

6.- Llame a los bomberos para que bajen al gato desde el árbol y ate las patas traseras y delanteras del gato con una cuerda, envuélvalo en una toalla nueva porque la anterior la orinó y repita el paso 4 y 5.

7.- Haga que su esposa lo lleve a la sala de emergencias y le coloquen vacuna antirrábica y tétanos. Finalmente, contacte una inmobiliaria para comprar una nueva casa sin gato y llame a su médico veterinario para averiguar si tiene algún hámster para vender.

Guillermo Puentes Romero

Médico Vet EMPA

Docente Farmacología Veterinaria

UST – UDLA Concepción