Ambas patronales suman fuerzas a la hora de hacer sus peticiones a la Comisión. Reclaman mercados estables y que permitan a los laboratorios competir.
CF | redaccion@correofarmaceutico.com
Aunque con frecuencia ocupen posiciones enfrentadas, las patronales europeas de medicamentos innovadores (Efpia) y genéricos (EGA) han sumado fuerzas a la hora de formular sus peticiones al presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, antes de que el organismo comunitario publique su plan de trabajo para 2015, en aras de mejorar la competitividad del sector. Su visión, señalan, se encuentra plenamente integrada en Europa 2020, la estrategia de crecimiento de la CE para la próxima década.
Y es que tanto unos como otros quieren mercados farmacéuticos “estables y predecibles” que incentiven la inversión en innovación y “estimulen una competición sana y sostenible de medicamentos genéricos y biosimilares”.
Asimismo, marcas y EFG reclaman un marco regulatorio “abierto y transparente” y para cuyos desarrollos se tenga en cuenta la “contribución de los agentes de salud”.
También reclaman incentivos para que Europa sea un territorio atractivo para la inversiones de la industria en investigación, desarrollo y fabricación.
Ante la posibilidad de que se produzcan nuevas crisis sanitarias, como la del Ébola, reclaman la cooperación entre industria y Administración para identificar posibles amenazas de salud y expandir las capacidades de producción para que sean capaces de cubrir las posibles necesidades de medicamentos.
“Me complace que la Efpia y la EGA se hayan unido en esta importante iniciativa para ayudar a aumentar la competitividad del sector farmacéutico en la Unión Europea”, declaraba la semana pasada el director general de la Efpia, Richard Bergström. La industria farmacéutica, “integrada correctamente en la cadena de valor en Europa, tiene un gran potencial para mejorar la competitividad de la Unión Europea”.
“El sector farmacéutico es un socio para la mejora de la salud, el crecimiento y el empleo en Europa”, declaraba su homólogo en la EGA, Adrián van den Hoven. “Necesitamos una estrategia farmacéutica industrial que impulse nuestras capacidades de fabricación para servir a Europa”.