La región en alerta por el vencimiento de patentes y los intentos de las farmacéuticas de retenerlas
La polémica en España por el valor de los medicamentos de última generación contra la hepatitis C alentó al debate más profundo sobre las patentes de los tratamientos, y el manejo que la industria farmacéutica hace de ellas. Este 2015 será clave en este sentido, ya que se estiman que al menos 12 fármacos perderán su exclusividad, lo que representa una facturación millonaria. Como era de esperarse, los laboratorios buscan frenar la caída, usando argumentos muchas veces reñidos con la ética y la legalidad. En la región latinoamericana, esta situación pone en alerta a los países. En la reciente reunión de UNASU realizada en Buenos Aires, se debatió el tema, y los miembros se pusieron en alerta ante los avances de la “Big Pharma”.
Según calculó la consultora Evaluate Pharma, entre 2015 y 2016 se vencen las patentes de al menos doce medicamentos que reportaron a sus fabricantes millonarias ganancias y hasta el 2020 se espera el vencimiento de las patentes de fármacos cuyas ventas acumulan 259.000 millones de dólares, calculó Al finalizar 2014 el estudio estima que se habrán liberado 24.000 millones de dólares (aproximadamente 19.000 millones de euros) y, en 2015 aumentará a 44.000 millones de dólares (35.000 millones de euros), que corresponde a un seis por ciento del mercado mundial, según informó el sitio Pharmabaires.
En tanto, el sitio especializado EP Vantage calculó que durante 2015 las “Big Pharma” dejarán de facturar 47,5 mil millones de dólares por la pérdida de la exclusividad de las patentes y la competencia de los genéricos. Para el 2019, el vencimiento de patentes podría generar un mercado liberado para los genéricos de 65 mil millones de dólares, según las estimaciones.
Ante esta situación, la región busca tener una postura conjunta para evitar la embestida. Como ejemplo, puede verse el ejemplo de Sovaldi, el medicamento de Gilead, cuyo valor es cuestionado por miles de pacientes que no pueden acceder a un tratamiento que puede salvarles la vida. Este fármaco podría ser producido de manera genérica en India, lo que desató una pelea legal que puede marcar el futuro de las patentes.
En el seminario “Salud Pública, innovación y propiedad intelectual”, organizado en Buenos Aires por el Instituto Suramericano de Gobierno en Salud de la UNASUR y el Grupo Técnico de Acceso Universal a Medicamentos de UNASUR, se discutió sobre esta cuestión.
Durante el seminario se propuso para la región la adopción de “pautas rigurosas a la hora de examinar las solicitudes de patentes farmacéuticas limitando la concesión de las mismas a aquellas solicitudes que realmente entrañen altura inventiva”.
Esa rigurosidad en los exámenes de las nuevas patentes ya se está aplicando en Argentina, explicaron los representantes argentinos de los ministerios de Salud e Industria. Coincidentemente, los presidentes de UNASUR durante la última cumbre en Quito, en el documento “De la Visión a la Acción” incluyeron como una de las prioridades “la creación de un banco de precios de medicamentos y un mapa de producción de genéricos”.
“Debe tenerse en cuenta que detrás de cada patente farmacéutica se está generando un monopolio, y que un monopolio desregulado es igual a precios más altos que los socialmente óptimos”, señaló Augusto Pippo, director de Economía del Ministerio de Salud de Argentina. “Estas situaciones se traducen en menor acceso a los medicamentos o en un aumento del gasto que resulta regresivo y pone al límite los presupuestos de los ministerios de Salud de los países”, advirtió Pippo.
Entre los medicamentos que han perdido la exclusividad figura el antipsicótico Abilify que en algunas de sus presentaciones ya venció la patente en Estados Unidos en octubre de 2014 y en otras finalizará en abril en 2015. Abilify le reportó a su fabricante Bristol-Myers Squibb ganancias globales y anuales que oscilaron en 4 mil millones de dólares.