En el marco de una reforma económica mucho más amplia, esta semana el parlamento italiano podría aprobar una reforma en sus farmacias, permitiendo que sociedades anónimas, capitales extranjeros y otros grupos puedan ser dueños de mostradores. Esta liberalización es rechazada por los farmacéuticos locales, que lograron frenar algunos aspectos de la iniciativa, y “suavizaron” el impacto de los cambios. En el primer borrador, la reforma iba a permitir la propiedad a cualquier inversor, además de abrir la puerta a la venta de medicamentos OTC en otros locales. Las negociaciones con el gobierno permitieron frenar eso, pero se mantiene la idea de quitar la exclusividad de la propiedad. Las farmacias municipales, las primeras en caer ante la nueva ley.
El proyecto de liberalización italiano podrá ser tratado en estos días en el parlamento, y es fuente de polémica en diversos sectores. Si bien se logró evitar que se eliminen las restricciones de distancia y densidad poblacional, se quitará la exclusividad de propiedad a los farmacéuticos. Los primeros mostradores en caer ante esta nueva reglamentación son los municipales, farmacias cuyos dueños son municipios o entidades públicas. Estas están ubicadas en zonas donde por falta de interés comercial no hay locales, y son sostenidas por el Estado.
“Ofrecen el mismo servicio, al frente hay un farmacéutico titular asalariado, forman parte de las mismas negociaciones que todo el colectivo e incluso algunas han sufrido bancarrota”, dice Marco Nocentini, presidente de Fedefarma en la Toscana. En esa localidad, el 20 por ciento de la red de farmacias son municipales, y muchas ya pasaron a manos privadas incluso antes de la reforma. Se estima que en Italia el 9 por ciento de las farmacias, unas 1.600, son de este tipo.
Según explica Nocentino, en su origen las farmacias municipales “tenían por objeto corregir las inexactitudes de la ordenación farmacéutica existente en Italia, para que la población residente en zonas profesionalmente no atractivas pudiese disponer de farmacias. Sin embargo, hay ayuntamientos que han optado por subastar sus farmacias en propiedad a grupos inversores extranjeros. Ahora, la reforma permitirá que esto se haga de forma legal.
Si bien esta medida es considerada “una pseudoliberalización”, para los farmacéuticos “podría haber sido peor”, ya que, como recuerda Nocentini, los primeros borradores planteaban duplicar la actual red de farmacias, para situarla en 40 mil establecimientos (bajando el ratio a 1.500 habitantes por farmacia), y permitir la venta de medicamentos de prescripción fuera del canal farmacia. “Habrían supuesto el fin de la farmacia italiana”, afirma Nocentini.
El polémico proyecto es impulsado por la ministra de Desarrollo Económico Federica Guidi, y abre la posibilidad de una reforma del mercado farmacéutico, que incluye la liberalización de las farmacias. Según informa hoy el portal IM Farmacias, la semana pasada el gobierno italiano “dio el visto bueno al proyecto de Ley de la Competencia (Ddl Concorrenza), un decreto que permite a las sociedades de capital la posibilidad de ser propietarias de las farmacias, rompiendo así, el binomio titular-propietario”.
Las reformas económicas propiciadas en Europa apuntan a la farmacia, en especial en los países donde mantiene el sistema sanitarista, es decir, donde los propietarios son profesionales y las cadeneras no existen o están limitadas. Cabe recordar que el gobierno francés está acometiendo una serie de fuertes reformas económicas en diversos sectores del país similares a las italianas, que generan rechazo entre los farmacéuticos.
Un documento del ministerio de Economía francés se conoció en 2014, y puso en alerta al sector independiente de farmacias. Según el portal especializado El Global, se analiza “la implantación de medidas de tintes liberales como permitir la venta de medicamentos (incluidos los de prescripción) fuera de las farmacias, abrir la propiedad a inversores no profesionales y suprimir los criterios de planificación”. Esto sería un golpe para el modelo sanitarista de ese país, que junto a España son puntales de la defensa de esta forma de entender la dispensa de fármacos.