España: Un compuesto del jengibre podría frenar la artrosis
Hasta el momento no existen tratamientos capaces de frenar el desarrollo de la artrosis, una enfermedad de alta prevalencia que afecta a casi siete millones de españoles. De hecho, el tratamiento de esta patología es meramente sintomático. Sin embargo, un equipo del Instituto de Investigación de la Fundación Jiménez Díaz, de IDCsalud, y del Servicio de Reumatología de este hospital ha llevado a cabo un descubrimiento sin precedentes basado en un compuesto derivado del jengibre capaz de frenar los mecanismos que intervienen en el desarrollo y evolución de la artrosis. Los resultados de estos estudios in vivo e in vitro han sido publicados en las revistas Nature Rheumatology y Molecular Nutrition & Food Nutrition.
El descubrimiento es eficaz, no sólo para evitar la degradación del cartílago, hacia donde van normalmente todos los tratamientos, sino también contra la destrucción del hueso subcondral que produce la artrosis. Según el director del Laboratorio de Patología Osteoarticular IIS-FJD y jefe de Reumatología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Gabriel Herrero-Beaumont, “estos trastornos tienen graves consecuencias, como dolor, discapacidad y pérdida de la integridad de la estructura articular”.
El compuesto del jengibre que ha dado resultados favorables en este sentido es el 6-Shoagol (6-S), lo que podría dar lugar en un futuro a un fármaco capaz de bloquear las moléculas responsables de la enfermedad. El uso del jengibre como remedio para determinadas dolencias reumáticas no es nuevo, “de ahí que decidiéramos investigar si algunos de sus principios activos poseían actividad inhibitoria sobre los procesos inflamatorios y degradantes del cartílago articular”, explica la doctora del IIS-FJD, Raquel Largo Carazo.
“Es raro encontrar un fármaco de este tipo con dos vías de acción”, señala otro de los investigadores implicados en este descubrimiento, el doctor Rodolfo Gómez. Sin embargo, el 6-S ha permitido actuar sobre “dos dianas terapéuticas, es decir, con dos acciones, la de inhibir la actividad antiinflamatoria y del mismo modo, las enzimas que destruirían el hueso subcondral”.
VISIÓN DE ÉXITO
Según los especialistas, los estudios en humanos comenzarán “en seis o siete meses” y, aunque aún no pueden desvelar la compañía farmacéutica española con la que trabajarán desde el IIS-FJD, Herrero-Beaumont afirma que “los resultados han sido espectaculares, van confirmando la hipótesis de partida y se trata de un fármaco que tiene muchas opciones de resultados muy positivos”.
Por su parte, la directora del Instituto de Investigación Sanitaria IDCsalud Fundación Jiménez Díaz, Carmen Ayuso también destaca la importancia de este trabajo de investigación, por lo que “es necesario poner en marcha todas las herramientas para que este tipo de avances consigan lo antes posible ser trasladados a la práctica clínica para beneficio de los pacientes”.
