
No es la primera vez que la posibilidad de que los enfermeros prescriban fármacos abre fuertes enfrentamientos entre este colectivo y el de los médicos, tradicionalmente los únicos que podían recetar; pero hace ya años que los enfermeros persiguen el amparo jurídico necesario para poder aconsejar o indicar el uso de medicinas a sus pacientes. La polémica ha estado así servida durante años.
La Ley del Medicamento, aprobada en el año 2009 por unanimidad de todos los partidos políticos, recoge tal posibilidad, pero el reglamento que la desarrolla no hace más que sufrir demoras hasta que el Consejo Interterritorial de Sanidad aprobó un borrador al respecto que provocó una auténtica fractura entre ambas profesiones. El Consejo General de Colegios de Médicos no tardó en advertir de los “graves riesgos para la salud” de la población que puede suponer el hecho de que los enfermeros receten, práctica que podría incluso “interferir ” con el tratamiento del médico.
Así, la Asamblea de este consejo hizo pública una Declaración sobre la Gestión del Medicamento en base a cuatro aspectos fundamentales: El borrador del Real Decreto por el que se regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos por los enfermeros; la receta médica privada; la trazabilidad de los fármacos y la transparencia en la gestión de la política farmacéutica.
Indica así esta organización colegial que tal borrador contraviene con su actual redacción la Ley 44/2003 de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias y la 29/2006 de 26 de julio, de garantías y uso racional del medicamento. Asimismo, critica que “al permitir de forma autónoma a los enfermeros emitir órdenes de dispensación de medicamentos no sujetos a receta médica, sin prever límites o condición alguna, se pueden provocar graves riesgos, entre los que no podemos descartar que dichas órdenes interfieran e, incluso, alteren los tratamientos que previamente el médico u odontólogo, en su caso, hubieran podido prescribir al paciente”.
Por su parte, el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, respondió con la inminente presentación de acciones judiciales, “en defensa de la enfermería, su dignidad y sus competencias”, tras las afirmaciones del comunicado del Consejo General de Médicos en el que se alertaba del riesgo para la vida y la salud de los pacientes en caso de prescripción autónoma de la enfermería, “cuando se trata de algo regulado y aprobado en una ley del Parlamento”. Para el presidente de los enfermeros españoles “este intento de ofender y faltar al respeto a toda una profesión que está 24 horas al día al lado de los pacientes” supone también que el Consejo General de Enfermería rompa relaciones institucionales con el Consejo General de Médicos, condicionado a que ” se desagravie a una profesión”.