España: El mercado negro de los medicamentos del sexo


Huang He se vendía como “medicina tradicional china”.
“se tiene un conocimiento limitado tanto de su actividad farmacológica como de sus características farmacocinéticas y su perfil de seguridad”, dice la Aemps: “Todo ello supone un riesgo para la salud pública”.
“Esto productos no llegan a la farmacia. La mayor parte de ellos son supuestos vigorizantes. Digo supuestos, porque en muchos casos no se produce ningún tipo de vigor ni estímulo”. Así lo afirma Santiago Cuéllar, responsable del departamento de Acción profesional del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. De acuerdo con su visión, estos artículos, en realidad, se basan en “una cierta literatura pseudomédica, con muchas leyendas urbanas”, basados en determinados aminoácidos que supuestamente mejorarían el rendimiento muscular y estimularían o mejorarían el estado de ánimo. “Pero en la mayoría, no hay ningún tipo de fundamento científico que los avale”, afirma, al tiempo que señala los “enormes riesgos” que entraña su consumo sin conocimiento ni control.

Cada paquete de Tripleamor, promocionado falsamente como “afrodisiaco natural”, rondaba los 11-12 euros.
Prácticamente servía para todo: “Nos mejora el humor” y “aumenta nuestro espíritu de ‘aventura’ y ‘diversión’.
Y todo al alcance de la mano de cualquiera, en varios ‘sex shops’ españoles. Pero, ¿qué no se decía en la caja de Huang He? Por ejemplo, que el uso de los inhibidores en los que se basa su composición presenta “numerosas interacciones con otros medicamentos”, desde reacciones adversas de diversa gravedad, como las cardiovasculares, según del ente estatal dirigido por Belén Crespo, que deja claro: “Precisamente, estos individuos (los consumidores) suelen recurrir a productos de este tipo, supuestamente a base de plantas, como alternativa a medicamentos de prescripción, por lo que su adulteración conlleva a exponer al sujeto que los recibe a riesgos no justificables desde un punto de vista sanitario”.
Problemas de salud más que serios sin ningún tipo de advertencia. “Esto sí que tenemos que tenerlo muy en cuenta. Es decir, hay una imagen por un lado que es falsa de eficacia estimulante o vigorizante, y otra imagen de falta de riesgo. Y es peligroso realmente, porque se combina, digamos, el fuego con la gasolina. Es muy peligroso y sobre todo lo digo pensando en personas que en algún momento pueden provocar importantes deterioros”, explica a ‘Revista Médica’ Santiago Cuéllar. “Hay numerosos casos de pacientes que acuden a los hospitales con problemas renales muy graves, deteriorados precisamente por un abuso de estas sustancias que lo que provocan es un daño del sistema y el hígado, que una sobrecarga metabólica muy notable”.

Vigorexia contenía un derivado “de conocimiento limitado” del sildenafilo sin declarar.
Pero volviendo al único canal que garantiza la trazabilidad de estos productos: ¿Qué otros ‘medicamentos del sexo’ llegan a las boticas españolas? En la farmacia hay productos que están debidamente regulados. Sin embargo, no todo lo que se comercializa en la farmacia son medicamentos. También hay complementos de la dieta y otros productos sanitarios.
“Lo que hace habitualmente es informar. Hay productos de la dieta que están destinados a personas con ciertas dificultades, que comen mal o que tienen una dieta muy restringida. En esas situaciones, pueden tener una cierta utilidad algunos de estos productos que están formados, en la mayoría de las veces, de combinaciones de vitaminas, minerales y otras sustancias que están reguladas y aquilatadas”, dice este experto, quien es tajante al respecto: “Lo que no pueden hacer en ningún caso es que este producto lo vaya a convertir en el campeón de los 100 metros lisos”.

“Sin contraindicaciones”, rezaba en el anuncio comercial de Xixforce (10 cápsulas por 49 euros), algo incierto.
A finales de 2014, por ejemplo, el Instituto Armado desmanteló, en colaboración con otras policías europeas, una organización internacional dedicada a la introducción y distribución de medicamentos ilegales en Europa. Se detuvieron a cinco personas tras detectar la venta de 500.000 comprimidos falsos de Viagra y se incautaron de más de 40.000 de estos comprimidos. Los envíos de pastillas falsas procedían de la India y llegaban a Reino Unido, desde donde se reenviaban a Calpe (Alicante). Y el ‘negocio’ era más que ‘importante’: solo en el primer nivel, el medio millón de pastillas tenía un valor estimado oficial de casi 1,8 millones euros. Y esto es solo un ejemplo.
A pesar de todo ello, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos sí que reconoce que la tendencia es alcista: “Lo que sí es evidente es que estamos hablando de cantidades importantes, es decir, un número elevado tanto de unidades como de productos. Tanto es así que realmente confluyen varias cosas: aparecen productos por un lado ilegales, legales pero que aparecen a través de vías o canales ilegales; productos falsificados e incluso productos peligrosos. Hay una mezcla de diferentes mercados aunque con un fin único: ganar mucho dinero sin respetar ninguna norma y regulación legal y sanitaria”.

“En España no hay ningún medicamento autorizado que incluya yohimbina en su composición”, dice la Aemps tras la retirada de este artículo.
No solo la Aemps y los cuerpos policiales se ocupan de luchar contra estos artículos. También los departamentos de sanidad autonómicos están implicados. Sin ir más lejos, el Departamento de Salud de Cataluña participó directamente, a través de una inspección, en una de las operaciones para sacar del mercado legal uno de los productos supuestamente vigorizantes, pero altamente peligrosos para los consumidores.
En definitiva, el mercado negro de los medicamentos del sexo está más que presente en España, de múltiples formas, y no hay que recurrir a páginas web de dudosa propiedad, sino simplemente acudir a establecimientos abiertos en cualquier barrio de cualquier ciudad española. Es decir, acceso rápido, fácil y a precio asequible. Pero, eso sí, sin ningún tipo de control. Ni administrativo ni sanitario.
Fuente: http://www.rmedica.es/edicion/238/el-mercado-negro-de-los-medicamentos-del-sexo