España: ‘Convector’, la red internacional de comercio ilegal, aún por desentrañar
España ha solicitado de Reino Unido, Bélgica, Holanda y Alemania que investiguen en sus territorios las terminales y conexiones de las redes españolas.
Julio Trujillo | julio.trujillo@correofarmaceutico.com
Mientras el fiscal Juan Antonio García Jabaloy, asignado a la investigación del sumario Convector que ahora lleva el Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, ha comenzado a estudiar el sumario, España no ha recibido todavía respuesta a las peticiones realizadas a cuatro de los países teóricamente destinatarios del comercio ilegal de medicamentos para que investiguen en su territorio las terminales de la trama. Se trata de Reino Unido, Holanda, Alemania y Bélgica, con la particularidad de que desde este país parte de los medicamentos llegados desde España habrían llegado a Letonia, Croacia y República Checa, según fuentes de la investigación.
Estas fuentes explican a CF que hay en el sumario numerosos datos de comercio de medicamentos que necesitan ser investigados “en la otra punta del hilo”. Así, ponen como ejemplo el caso de una de las empresas españolas investigadas que realiza en 2014 compras a la empresa belga Andecon por más de 5 millones de euros. Hay que tener en cuenta que la media de facturación de Andecon los años anteriores es de alrededor de 3 millones en total.
La empresa Andecon se dedica a múltiples actividades, entre ellas la importación y exportación de medicamentos. Su propietario es Hubert Sigiez que, a su vez, tiene relaciones comerciales con Artur Belevics, directivo de la patronal de empresas de distribución de medicamentos de Letonia donde su padre, Guntis Belevics, es ministro de Sanidad en la actualidad y creador, en su etapa anterior, de una de las empresas de distribución más importantes del país báltico.
DUDAS
Las fuentes consultadas por CF no presuponen hechos ilegales en las relaciones entre la empresa española investigada y Andecon pero señalan que les sería de utilidad conocer en profundidad las operaciones comerciales de la compañía belga para despejar las dudas. De la misma manera, los investigadores españoles no han recibido datos de las empresas que recibían los medicamentos desde España en Gran Bretaña, Holanda, Bélgica o Alemania.
Otro de las líneas de investigación de la red internacional conducen a África. Como ha informado CF, en el sumario constan exportaciones a Guinea Ecuatorial, concretamente a las clínicas Bantú, Selena y Los Ángeles. En relación con esto, las fuerzas de seguridad sospechan que uno de los imputados, el farmacéutico de origen guineano D. H. S., propietario de una botica en la provincia de Zaragoza, podría haber ostentado, desde España, un cargo en la Administración guineana pero no ha podido confirmar este dato. Precisamente las declaraciones de la esposa de este farmacéutico, M. V. R.de la R., constituyen para el juez de Teruel, según el sumario, una descripción del modus operandi de la trama delictiva.
FÚTBOL Y FARMACIA
Otro dato apunta también a África. Constan en el sumario doce facturas analizadas por el Servicio Andaluz de Salud a solicitud del juez, emitidas por una de las farmacias implicadas a uno de los almacenes intervenidos, que corresponderían a medicamentos de uso hospitalario exclusivo y de prescripción, y susceptibles de ser usados como drogas y sustancias dopantes, que habrían sido vendidos a varios equipos de fútbol, entre ellos la selección de Angola.
Los datos que España requiere no deben ser suministrados exclusivamente por las fuerzas de seguridad de los países afectados, explican a CF fuentes de la Administración. En realidad, dicen, los datos más importantes están en manos de las autoridades sanitarias y fiscales de esos países.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) trasladó a los consejeros de Sanidad de las autonomías la preocupación que estaban suscitando en Europa las investigaciones en España. Sin embargo, añaden fuentes de la investigación, esa preocupación no se ha traducido en un intercambio de datos que serían fundamentales para desentrañar las redes de comercio ilegal de medicamentos.
Es previsible que desde la Audiencia Nacional se reactiven esas peticiones internacionales para delimitar los tipos delictivos y sus implicaciones.
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