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Argentina: Preparan ensayos clínicos de una morfina con menos efectos secundarios

Mirada Profesional.- El analgésico es combinado con aceites Omega 3 para reducir la dosis aplicada, sin perder efectividad. La investigación dio buenos resultados en ratones, y ahora sus autores preparan una prueba en humanos, gracias a un acuerdo con el Instituto Oncológico Córdoba. Adelantan que hay conversaciones con un laboratorio privado para un futuro cercano.

En 2013, la investigación “Composición farmacéutica y tratamiento farmacológico innovador para el dolor” fue premiada con el TechConnect Global Innovation Award, una distinción que destaca los avances en distintos campos de la ciencia. El trabajo, desarrollado por dos universidades argentinas y el CONICET, logró reducir los efectos adversos de la morfina, sin disminuir su poder analgésico. Para esto, se asoció al fármaco con aceites naturales, logrando el efecto en ratones. Ahora, el grupo de investigadores se prepara para realizar pruebas clínicas. Para esto, se ultiman detalles con un centro oncológico cordobés, para aplicar en pacientes con dolores crónicos el medicamento modificado.

La morfina modificada podría comenzar a aplicarse en pacientes del Instituto Oncológico Córdoba, una vez que se ajusten los detalles del convenio de colaboración y confidencialidad. Así lo informó el portal Argentina investiga, que destacó los avances de esta iniciativa conjunta de la Universidad Nacional de la Rioja, su par de Córdoba y del CONICET. Hasta el momento, el fármaco fue probado en ratones, logrando buenos resultados.

La “morfina nacional” es una combinación del analgésico con ácidos grasos Omega 3, una sustancia natural que se obtiene de aceites de pescado y de chía. La hipótesis sobre la que trabajan los investigadores es que la reducción de la dosis conllevaría también una merma de los efectos secundarios. Por lo pronto, en los experimentos llevados a cabo los animales no desarrollaron “tolerancia”, esto es, el acostumbramiento del organismo que obliga a incrementar en forma periódica la cantidad de un fármaco para mantener su efectividad.

Quienes acepten participar recibirán información detallada sobre las características del estudio y deberán otorgar su consentimiento, remarcaron los autores de la iniciativa. En cada caso, se utilizará la misma cantidad que habitualmente recibían para no alterar su tratamiento, pero con la adición del Omega 3. Así evaluarán con qué frecuencia requieren un aumento de la dosis, entre otras variables. El resultado que esperan observar los investigadores es “un amesetamiento de ese período de ajuste”

Para obtener resultados significativos en términos estadísticos, 50 pacientes oncológicos deberán recibir la nueva combinación de sustancias. “El tiempo que lleven estas pruebas dependerá de la rapidez con que los participantes se sumen al protocolo. Por lo pronto, los autores de esta nueva formulación farmacológica se expresan confiados en un resultado exitoso y adelantan que ya existen conversaciones con un laboratorio privado”, informó el mismo portal.

El uso prolongado de morfina, recetada mayormente a enfermos con dolor crónico, conlleva un abanico de efectos colaterales como constipación, náuseas, vómitos, espasmos musculares (mioclonias), reducción de peso y, eventualmente, el desarrollo de mayor sensibilidad al dolor (hiperalgesia) y tolerancia. En general, su ocurrencia y severidad siempre dependen del organismo de cada individuo: su contextura física, su dieta, sus hábitos y la dosis prescripta. De todos modos, se estima que entre un 10 y un 30 por ciento de los pacientes tratados con morfina pueden sufrirlos de manera excesiva. Estos casos todavía constituyen un desafío para los profesionales de la salud.

La asociación de la morfina con ácidos grasos Omega 3 apunta, justamente, a lograr un mismo resultado analgésico pero con una dosis inferior del fármaco. Estiman que de esa manera podrían reducir sus consecuencias adversas. “En ratas medimos concentraciones subterapéuticas de morfina, es decir, tan bajas que no tienen efecto. Pero cuando las combinamos con Omega 3, sí logramos resultados analgésicos”, explica María Eugenia Olivera a Argentina Investiga.

Recientemente, el Senado de la Nación Argentina declaró de interés el estudio de este grupo científico, que ya en 2013 había sido premiado con el TechConnect Global Innovation Award. A fines de 2012, sus autores iniciaron los trámites de patentamiento del nuevo compuesto en Argentina, a través del CONICET.

La investigación “Composición farmacéutica y tratamiento farmacológico innovador para el dolor” es un trabajo conjunto que hace años llevan adelante Carolina Romañuk, María Eugenia Olivera y Rubén Manzo, de la Unidad de Investigación y Desarrollo en Tecnología Farmacéutica (Unitefa), dependiente del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba; y Carlos Laino con su equipo del Centro de Investigación e Innovación Tecnológica, de la Universidad Nacional de La Rioja, en la Argentina.

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