
La confusión ocurre con las llamadas Glándulas de Tyson o pápulas perladas del pene. Son un fenómeno fisiológico inofensivo o formaciones benignas propias del pene que están presentes desde el nacimiento, pero que algunos hombres las desarrollan o aumentan de tamaño con el paso del tiempo. Suele confundirse el diagnóstico de estas glándulas con los condilomas.
Es poco frecuente que se manifiesten en todo el glande. No es una enfermedad de transmisión sexual y su aparición no se relaciona con la actividad sexual o la higiene personal. Investigaciones han demostrado que es de tipo hereditario. Las protuberancias son muy sensibles, lo que puede llegar a causar molestia.
Supuestos estudios médicos no referenciados demostraron que se presentaban entre el 8 % de los hombres, variando si eran circuncidados o no. Las lesiones típicas no se relacionan con este fenómeno. Estas pápulas persisten durante toda la vida, disminuyendo su visibilidad conforme avanza la edad.
Una condición similar ocurre en las mujeres, que puede ser malinterpretado como la infección VPH.
Es común ver pacientes que detectan algunos tipos de lesiones (granitos) en el pene, e inmediatamente revisan lo publicado en la web, o algún medico sin experiencia les dice que se trata de infección por virus del papiloma humano VPH: incluso hay casos clínicos donde ha sucedido diagnosticar VPH y una vez que se hace una biopsia de las supuestas lesiones, se detecta que no hay presencia de virus.
A continuación se muestran 2 fotografías de lesiones que pueden parecer virus del papiloma humano y en realidad son características de la piel normal que no deben de fulgurarse ni quemarse o aplicarse medicamento, ya que permanecerán por toda la vida de la persona y no son contagiosas.
1.- Glándulas de Tyson o Pápulas perladas. Si ustedes se fijan, las pápulas perladas están muy bien alineadas sobre la corona del glande.Estas lesiones no deben de quemarse o cortarse, pues vuelven a salir, no son contagiosas, se considera que es la piel normal del pene.
2.- La condicion de Fordyce, lelsiones en la parte ventral del pene, no dolorosas, tambien son piel normal, no son infectantes y se observan como pequeñas semillas por debajo de la piel, no deben de cortase o quemarse.
Fué Edward Tyson, quien las describe por primera vez estas glándulas en el humano, y posteriormente William Cowper en 1694, le da el nombre de Glándulas de Tyson en honor a su descubridor.
¿Que son las glándulas de Tyson?
Son glándulas sebáceas modificadas, ubicadas alrededor de la corona del pene y la superficie interna del prepucio del pene humano. Se encuentran en mayor cantidad en el surco balanoprepucial.
Aparecen como protuberancias situadas circularmente alrededor de la corona peniana o en el surco balanoprepucial del glande del pene , en una o varias filas pequeñas de color carne .
Se les conoce también como papiloma hirsutoide o pápulas perladas penianas.
¿Que función cumplen?
En el humano, actualmente no se le conoce ninguna función. Algunos autores sostienen que sus secreciones forman parte del esmegma.
Ya en los mamíferos, éstas glándulas exocrinas, producen feromonas, un olor para atraer a la pareja.
El mejor ejemplo de esto es el del Ciervo Almizclero, en el cual produce un olor intenso. Antiguamente esta secreción de ciervo se utilizaba en la confección de perfumes.
- Las pápulas perladas NO son una balanitis o una inflamación del bálano,
glande o cabeza del pene. - Las pápulas perladas NO son un cáncer ni constituyen algún signo de la
existencia de un tumor maligno de ningún tipo. - Las pápulas perladas NO constituyen un signo de padecimiento del virus
de Sida. - Las pápulas perladas NO se relacionan con la enfermedad infecciosa
conocida como hepatitis B. - Las pápulas perladas NO producen disfunción eréctil.
- Las pápulas perladas NO producen eyaculación precoz.
- Las pápulas perladas NO afectan el coito.
- Las pápulas perladas NO segregan ningún líquido.
- Las pápulas perladas NO sangran.
- Las pápulas perladas NO producen picor.
Diagnóstico Certero.
Si un hombre de cualquier edad se observa pequeñas protuberancias en la base del glande, bálano o cabeza del pene, lo mejor que puede hacer es asistir a una consulta con un médico dermatólogo o con un médico urólogo con experiencia. Ambos especialistas estarán en condiciones de darle un diagnóstico certero con la simple observación del problema. Es muy posible que no sean necesarios otro tipo de análisis.