consalud.es.- Siete pacientes que fueron operados por desprendimiento de retina entre los meses de febrero y junio de 2015 en el Hospital Universitario Donostia de San Sebastián han perdido la visión a consecuencia, supuestamente, de haberles suministrado el medicamento perfluorooctano, según el abogado de algunos de estos pacientes, perteneciente a “una partida tóxica, lo que ha supuesto un daño irreversible en el nervio óptico”.
De este modo, como confirma a ConSalud.es el abogado Carlos Gómez Menchana, que representa a tres de los afectados, “hay una reclamación de daños y perjuicios por responsabilidad de la Administración, en este caso frente al Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), y también estamos a punto de tramitar una declaración formal frente a la empresa fabricante (Alamedics GmbH & Co. KG) a través de su distribuidora en Barcelona, que es W.m. Bloss“.
Por su parte, desde Osakidetza afirman a ConSalud.es que por el momento no harán ningún tipo de declaración al respecto, pero que “se ha abierto una investigación” sobre el caso. Por otro lado, este diario también se ha puesto en contacto con el Hospital Donostia, donde se han producido los hechos, pero desde este centro no han facilitado información sobre lo ocurrido.
Según el abogado Gómez Menchana, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) emitió en junio de este año una alerta sanitaria sobre una partida defectuosa del medicamento de perfluorooctano, comercializado con el nombre de Ala Octa. “Los diferentes falcultativos a nivel nacional reportaron una serie de episodios adversos al Ministerio de Sanidad, a través del propio sistema de farmacovigilancia de cada comunidad autónoma, por lo que tomaron la determinación de retirar preventivamente el producto en cuestión”.
Ahora, los pacientes afectados en el País Vasco asocian el medicamento que se les administró con esta partida retirada por Sanidad meses después de su operación. “Los pacientes están muy afectados física y anímicamente. Han perdido la visión total. De hecho, los propios cirujanos que les intervinieron, reportaron el episodio al Ministerio de Sanidad porque entienden que es anormal el resultado de la cirugía”, dice el abogado.
Además, Carlos Gómez Menchana señala que no es la primera vez que este fármaco está en el punto de mira, ya que recuerda otros casos similares que se produjeron hace algunos años en otros países. “Hubo una alerta hace no tanto tiempo en Chile. También, me consta que ha pasado lo mismo en Turquía y en otros más”.