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Preparados de resveratrol reparadores del ADN. ¿Un engaño?

José Antonio Lozano Teruel-laverdad.es,-

Escucho la radio por las mañanas mientras me afeito. Y machaconamente suele repetirse el mensaje publicitario de que la solución antienvejecimiento, incluso la consecución del rejuvenecimiento consiste en tomar Revidox ADN que contiene resveratrol, zumo de uva y otros ingredientes minerales y vitaminas,  “que penetran en el núcleo de las células y consiguen reparar nuestro ADN dañado”.  Mi indignación científica llega al límite cuando airean que “el producto está avalado científicamente por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)”.

El resveratrol está presente en más de 70 especies de plantas, pero principalmente se obtiene de la piel de la uva y de la planta Polygonum cuspidatum. China es el principal productor, extrayéndolo de la planta o con procedimientos biotecnológicos de cultivos bacterianos, estando en marcha diversos intentos de síntesis química. Por ello, a pesar de lo que se indiquen en anuncios y propagandas o referencias a patentes, si Ud. consume algún preparado con resveratrol es casi seguro que su obtención se habrá hecho con los métodos expuestos y, posiblemente, en China.

En el pasado tanto el prof. López Nicolás como yo mismo nos hemos ocupado de la mala praxis de la comercialización de algunos productos conteniendo resveratrol. En una de esas ocasiones (http://goo.gl/trrn09), hace dos años, yo escribí lo siguiente: “En resumen, desde el punto de vista de la ciencia seria, el resveratrol es una molécula interesante de la que restan por aclarar muchos aspectos. Sin objeciones serias a su comercialización como nutracéutico aislado o con otros componentes, si hay objeción científica grave a que en su comercialización se hayan prometido o prometan ilusiones no comprobadas científicamente, a las que, en el caso del Revidox, el CSIC presta un “aval científico” que puede volverse un boomerang contra la ciencia seria realizada por sus propios investigadores”. El Dr. López Nicolás insistía: “las casas comerciales no escatiman imaginación sorteando hábilmente las normas de publicidad engañosa y vendiendo el producto como el auténtico elixir de la juventud”. Por cierto, consulten sus magníficos blogs al respecto, en Scientia, en particular el inteligentemente divertido http://goo.gl/fttZwx.

En los primeros tiempos, la  propaganda, siempre insistiendo en el aval del CSIC, llegaba a indicar: “recupere 10 años de su vida en solo tres meses”. Al cabo de unos años, al bajar las ventas, la casa comercializadora inventó el Stilvid cardio, un revidox con hidroxitirosol de olivo, otra “falacia”, por la mínima cantidad incorporada de hidroxitirosol, que lo hace ineficaz. Pero el asunto no sólo no se ha solucionado, sino que se agudiza, creando ahora el revidox ADN, donde la mezcla del resveratrol, semilla de uva, “super cinc” y riboflavina promete el milagro de la reparación de los daños de nuestro ADN celular.

Por ello, acudamos a la ciencia. El equipo del prof. José Viña, en un artículo científico publicado recientemente en la Revista Española de Fisiología indica:  “La medicina antigua ha utilizado extractos de plantas que contienen resveratrol desde hace más de 2.000 años y hace más de 30 años que se aisló y se comenzaron a estudiar sus propiedades con métodos científicos. Sus propiedades in vitro han sido ampliamente estudiadas y contrastadas, entre ellas cabe destacar su actividad como anticancerígeno, antiagregante plaquetario, antiinflamatorio, antialérgico, etc., pero en cuanto a sus propiedades in vivo su actividad no está tan clara; ….La discrepancia es debida a la biodisponibilidad que tiene el resveratrol. Tras un consumo oral se ha comprobado que la absorción es muy buena, pero las vías metabólicas dejan solo una pequeña fracción de resveratrol libre en sangre, por lo que la disponibilidad en los tejidos diana es muy baja y no se llegan a las concentraciones empleadas en los estudios in vitro”. La razón es que los dos principales metabolitos en los que rápidamente se transforma el resveratrol tras su ingestión poseen cambios químicos que  anulan su eficacia. Por ello,  hasta ahora, en la Unión Europea nadie se ha atrevido a solicitar una alegación de salud (EFSA CLAIM) específica para el resveratrol en sus diferentes presentaciones. No hubiera podido sustentarse.

Pero las ventas mundiales de suplementos alimenticios conteniendo resveratrol alcanzan cifras enormes. Existen unos 250 millones de consumidores mundiales de diferentes preparaciones del resveratrol  y en los próximos años el volumen de las ventas superará los 800 millones de dólares.

El uso del resveratrol como suplemento saludable, desde hace años es objeto de múltiples controversias científicas. Una de ellas fue protagonizada por uno de sus más activos defensores el Dr. Dipak K. Das, director del Centro de Investigación Cardiovascular de la Universidad de Connecticut, quien durante años publicó 117 artículos sobre sus efectos favorables y que, incluso tenía intereses comerciales relacionados con el tema. En el año 2008 a raíz de una denuncia anónima sobre un posible fraude, un comité especial de la Universidad de Connecticut, inició una investigación profunda que duró 3 años, finalizando con la elaboración de un informe de 60.000 páginas, recogiendo pruebas de manipulación de resultados. Das fue sido declarado culpable de 145 cargos de fabricación y falsificación de datos, cometidos en los 7 años últimos de su vida profesional. Aparte de las correspondientes acciones legales y de una condena de indemnización de 35 millones de dólares,  la Universidad de Connecticut tuvo que pedir disculpas a  11 importantes revistas científica.

Prosigamos con la ciencia. ¿Cuál es el posible papel del resveratrol en la reparación de los daños del ADN? Existen controversias científicas al respecto, pero recientemente apareció una interesante revisión investigadora sobre el efecto del resveratrol en células que poseen deficiencias en alguno de los tres grandes procedimientos biológicos conocidos de reparación del ADN (“Effect of DNA repair deficiencies on the cytotoxicity of resveratrol”, http://goo.gl/gIfV3o). La principal conclusión es (traducida)  “Las células deficientes en la reparación por escisión de base (EM9), la reparación por escisión de nucleótidos (UV4 y UV5) o por anemia de Fanconi (KO40) fueron ligeramente más hipersensibles a la citotoxicidad inducida por resveratrol con respecto a sus células parentales (AA8)”. Es decir, que el resveratrol, en los casos de daños de ADN, no sólo no ayuda a la reparación sino que incrementa la citotoxicidad. No hace falta ningún comentario adicional

El negocio del antienvejecimiento tiende a mezclarse peligrosamente con la ciencia. No participemos en ello. Fiémonos de la verdadera realidad científica. Respecto a la patente del CSIC, es sobre un procedimiento de obtención del resveratrol. Nada más. Y cuando se solicitó, ante las pegas expuestas por la examinadora de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), para obviar la situación, el CSIC optó por el procedimiento de “concesión sin examen previo”. La empresa comercializadora decidió pagar por licenciar esta patente, con lo que obtuvo un marchamo de seriedad científica ligando el nombre de una institución científica de prestigio como es el CSIC a su producto. Pero, aunque sea reprobable la publicidad empresarial, usando afirmaciones que no cuentan con adecuado contraste científico, lo verdaderamente escandaloso es que el CSIC se “venda”, permitiendo el uso de su nombre como “avalista”. El precio: 312.974 euros en dos de los primeros años de explotación.

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