La vacuna del VPH: una mala decisión

Con sorpresa escuchamos el día 20 de agosto el anuncio presidencial de una inversión superior a los 42 millones de dólares para introducir la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) en Venezuela. Consideramos que es una decisión desacertada, que ha tomado desprevenidos a nuestro Presidente y Ministro de Salud, y que sin duda ha sido inducida por los intereses del capitalismo médico y en particular de la industria farmacéutica (IF), que parecieran haber penetrado instancias político técnicas del Gobierno Nacional.

Creemos nuestra responsabilidad política, técnica y sobre todo ética, decirle a nuestro gobierno que es una decisión inadecuada. Que la vacuna contra el VPH representa un gran negocio, y lo peor, que puede tener un alto costo para la vida y la salud de nuestra población, sobre todo joven.

Para comprender bien el tema de la vacuna del virus contra el VPH hay que tener en cuenta el contexto en el cual se desarrolla esa propuesta: La industria farmacéutica, forma parte del complejo médico industrial financiero de la salud, que ha sido factor clave en la “medicalización de la vida”, creando enfermedades y modificando los criterios diagnósticos de otras, con el único fin de vender medicamentos para incrementar sus ganancias. La industria farmacéutica es uno de los sectores de la economía que mayores ganancias produce a sus accionistas. Como bien lo señala Marcia Angell, en su libro “La verdad sobre la industria farmacéutica: cómo nos engaña y que hacer al respecto”, la IF se ha alejado de su propósito inicial de descubrir y producir fármacos útiles, convirtiéndose en una poderosa máquina comercial de venta de medicamentos y vacunas de dudosos beneficios, y utiliza su riqueza y poder para cooptar todas las instituciones que se le crucen en el camino”.

En ese contexto, la IF ha desarrollado un intenso lobby mundial para introducir esa vacuna en los esquemas nacionales de vacunación, promocionándola engañosamente como una medida para la prevención del cáncer de cuello uterino (CaCu). Pero siendo una vacuna de elevado costo, en Europa más de 100 dólares por dosis, y deben administrarse 2-3 dosis, el objetivo de la IF es que los presupuestos nacionales y los Ministerios de Salud, financien esa vacuna, lo que representaría ganancias millonarias para la industria.

Atención, la vacuna del VPH, a diferencia de las viejas y nobles vacunas que han permitido combatir algunas enfermedades (viruela, polio, sarampión), y que generalmente eran donadas al mundo por sus descubridores, forma parte de una nueva generación de vacunas producidas por ingeniería genética, de costo muy elevado y efectividad NO suficientemente comprobada. Además, existe un gran debate mundial en relación a sus efectos adversos, SANEVAX ha reportado muchos casos en diversos países con más de 41 mil efectos adversos, 233 muertes y más de mil discapacidades permanentes.

Ante esa situación, resulta difícil comprender los criterios técnicos que han permitido que el MPPS tome la decisión de incluir esa vacuna, de dudosa efectividad y elevadísimo costo, en nuestro esquema de vacunaciones. Sospechamos la existencia de una colusión de intereses de la industria farmacéutica con altos funcionarios del MPPS que sugerimos sea investigada.

Es importante que nuestras autoridades recuerden que en Venezuela mueren cada año alrededor de 1.300 mujeres de cáncer de cuello uterino. Para prevenirlo bastaría reactivar los programas de diagnóstico precoz (citología) a nivel de la red de atención comunal. Sin embargo, es necesario señalar que ha habido un descenso notable de la utilización de estos métodos, a pesar de su sencillez, bajo costo y alta efectividad, y se mantienen paralizados la casi totalidad de los procedimientos terapéuticos a nivel ambulatorio.

Además, debemos enfatizar que la vacuna contra el VPH no tendría ningún efecto sobre las mujeres que actualmente padecen o padecerán a corto plazo la enfermedad, ya que se aplicaría a niñas entre los 9 y los 12 años, lo cual implica que en el mejor de los casos comenzaría a tener efecto dentro de 25 o 30 años. En la actual situación del país es un contrasentido apostar a una medida a tan largo plazo, y de tan elevado costo, cuando se han descuidado las medidas más sencillas que dan una protección y curación casi inmediata.

Otro aspecto, es que aplicarla a niños es un desacierto mayúsculo, que sólo tendría explicación económica (millones más de dosis a aplicar y por ende de ganancias y comisiones), ya que la prevención del cáncer de pene y/o ano, o eventualmente de las verrugas genitales en la población masculina tiene poca importancia epidemiológica, y no justificaría una inversión de tal magnitud.

Alertamos, ante la gravedad del problema, el Ministerio de Salud de Japón que venía aplicando la vacuna desde hace años decidió retirarla, en Colombia se creó una Asociación de Víctimas de la Vacuna para proteger a las afectadas.

Existe numerosa bibliografía que sustenta nuestra posición, entre ellas puede revisarse la página web de la monja y médica catalana Teresa Forcades (www.teresaforcades.com) y la página del ex ministro y militante revolucionario Eduardo Samán www.arsenalterapeutico.com Además, existe un reporte actualizado de efectos adversos en sanevax.org

PROPUESTA AL GOBIERNO NACIONAL

1. Abrir un periodo de diálogo-debate nacional, en el cual se escuche a todos los actores interesados en el tema. Particularmente a científicos y técnicos de reconocida trayectoria política y técnica, y a las organizaciones y movimientos sociales de defensa de los derechos humanos, mujeres, sexo diversos, juventud, etc.
2. Suspender la compra de la vacuna, mientras ese diálogo nacional proporciona al Ejecutivo las bases para una toma de decisión definitiva.

Para concluir, creemos en el ejercicio de la crítica y la autocrítica, el gobierno necesita voces que sean capaces de señalar los errores que se cometen. Por lo tanto, señalamos lo inadecuado de la decisión, y creemos que el MPPS y el Gobierno Nacional deben reconocer su error y rectificar. Eso además, permitiría dar un ejemplo concreto de que “se manda, obedeciendo”. No podemos ceder al chantaje de lo electoral, ni al lobby de la IF y sus “socios” locales, por cierto, no deja de ser curioso que medios de comunicación y organizaciones completamente adversas al gobierno hayan apoyado la medida.

LA VACUNA CONTRA EL VPH ES UN GRAN NEGOCIO PARA LA INDUSTRIA FARMACEUTICA, UNA PESIMA DECISION DEL ESTADO VENEZOLANO, Y LO PEOR, TENDRIA UN ALTO COSTO PARA LA VIDA Y LA SALUD DE NUESTRA POBLACION. ESTAMOS DISPUESTOS A ARGUMENTARLO Y DEBATIRLO EN CUALQUIER ESCENARIO.

 

Médico especialista en Salud Pública. Fue coordinador de la subcomisión de salud de la constituyente. Profesor titular jubilado de la Universidad de Carabobo. Profesor ad honoren del Instituto de Altos Estudios en Salud “Arnoldo Gabaldon” (IAES). Fue consultor de Políticas de Salud del ISAGS-UNASUR Salud. Miembro del Consejo Consultivo de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social ALAMES.