Opinión

Farmacéuticas: la alquimia de los dineros

Oso OsegueraPor Oso Oseguera

En la fusión de Pfizer y Allergan para crear la mayor farmacéutica del mundo se hizo hincapié en la escala que se necesita para mantener la innovación en tratamientos taquilleros.

El acuerdo, valuado en más de 150,000 millones de dólares (mdd), implicaría que Pfizer pague con 11.3 de sus acciones por cada papel de Allergan, según fuentes.

Ian Read, jefe de Pfizer, lo anunció: “La fusión creará una compañía farmacéutica líder mundial con la fuerza para investigar, descubrir y entregar más medicamentos y terapias a más personas en todo el mundo”.

Una explicación más convincente para dicho acuerdo es que, al cambiar Pfizer de domicilio fiscal de América a Irlanda, donde tiene su domicilio Allergan, la tasa de impuestos del grupo combinado caerá del 25% al 17% o 18%.

Otro factor mencionado para que ocurriera esta fusión fue la creación de una laboratorio central de investigación de gran alcance, dijeron en su momento tras la fusión. Sin embargo, los analistas no lo consideraron sostenible.

Y es que Phrma, el lobby de los fabricantes de medicamentos estadunidenses, mencionó que se requieren hasta 2,600 mdd para el desarrollo de un nuevo fármaco. Pero también fue cuestionado por un estudio del despacho Trench & Cain, consultores de la industria farmacéutica.

La industria abandona poco a poco el modelo en el que las empresas gigantes destinan enormes sumas a la investigación interna en la búsqueda de nuevos tratamientos innovadores.

La industria farmacéutica gusta de publicar los grandes montos que destina al desarrollo de un fármaco. Hace dos años la cifra mágica era de 1,000 mdd, el jefe de GSK, un gran rival de Pfizer, lo describió como un mito.

Médicos sin fronteras, una organización de caridad, afirma que los nuevos medicamentos se pueden desarrollar por tan poco dinero como 50 mdd y no más de 190 mdd, incluso teniendo en cuenta el costo de los que fracasan durante los ensayos clínicos.

Algunos de los supuestos utilizados para llegar a la cifra 2,600 mdd son fáciles de derribar, cita el análisis de Trench & Cain. Un ejemplo es la abultada estimación del costo de capital para las empresas farmacéuticas. Es importante considerar que la cifra se basa en datos de entre 1995 y 2007. Esto habla más de las fallas e ineficiencias de los gigantes farmacéuticos y sus laboratorios internos sobre cuánto debería costar ahora desarrollar un nuevo tratamiento. Eso es importante porque la industria se desplaza hacia un nuevo modelo.

El elemento principal de este modelo es que, en lugar de gastar mucho en áreas diferentes de investigación de vanguardia, las empresas más grandes compran cada vez más medicamentos que ya están en desarrollo.

En algunos casos lo hacen mediante la compra de otras empresas establecidas. Por ejemplo, Pfizer adquirió Lipitor, cuyo éxito es la píldora para bajar el colesterol, como parte de su adquisición de Warner-Lambert. Del mismo modo, cuando Gilead compró Pharmasset, uno de los activos que adquirió fue Sovaldi, un tratamiento de la hepatitis C, que es ahora uno de los mayores vendedores de Gilead.

Un estudio realizado por Bain, una empresa de consultoría, encontró que en los últimos 20 años los laboratorios farmacéuticos que tuvieron éxito consistente en diversas áreas terapéuticas ganaban más de 70% de sus ventas de productos desarrollados en otros laboratorios.

A medida que las empresas más grandes han externalizado las primeras etapas de descubrimiento de fármacos han reducido el gasto en las áreas de investigación en las que son débiles. Pero destinan esos dineros a otros productos como los de belleza, por ejemplo, la inyección de Botox para borrar las arrugas del rostro, de Allergan, o la loción para tener pestañas más espesas, de Latisse.

El nuevo enfoque parece ayudar a mejorar la eficiencia de la industria. Tim Gamble, consultor de Datamonitor Healthcare, describe en un documento que las empresas de fármacos en desarrollo no fallan a la velocidad que antes.

El año pasado se aprobó un número récord de nuevos medicamentos. Haber elevado la eficiencia también puede ser el resultado de la forma en que el estudio del genoma humano está dando lugar a una comprensión más profunda de las enfermedades.

James Blanco, de CTI Biopharma, un pequeño fabricante de medicamentos, sostiene que la revolución genómica hace que sea más rápido y menos arriesgado desarrollar un nuevo enfoque de tratamiento, ya que reduce el costo de la investigación básica, ya sea en nuevas empresas o farmacéuticas globales.

Origen: Farmacéuticas: la alquimia de los dineros – Noticias en la mira

Deja una respuesta