Un fondo de Paul Singer compró un medicamento clave para la Hepatitis

Un fondo de Paul Singer compró un medicamento clave para la Hepatitis

En los últimos 50 años, los “pacientes” que lo son por ser “sufrientes” de algún malestar, han pasado sucesivamente a ser considerados usuarios, consumidores y ahora rehenes de la industria farmacéutica. Las políticas neoliberales colocaron una granada sin espoleta en el centro mismo de las políticas sanitarias, que no es otra que el mercado como ordenador absoluto en remplazo de la planificación estratégica destinada a establecer prioridades para preservar la salud. El nuevo paradigma es disponer del financiamiento para medicamentos que garantizan la cronificación de las enfermedades en tanto fuente de lucro limitada únicamente por el tiempo de vida del paciente, indicó Tiempo Argentino.

El ejemplo más explosivo y actual es el avance en la cura de la hepatitis C con el sofosbuvir descubierto hace dos años. El medicamento fue comprado por un fondo de inversión del traficante de armas Donald Rumsfeld, ex secretario de Estado de EE UU y de Paul Singer dueño del fondo buitre MNL. Ambos compraron la patente en 11.200 millones de dólares, dividieron el mundo en países de renta alta, media y baja y no tienen un solo Laboratorio de producción. En el primer año facturaron 14 mil millones y sus precios de venta van desde 1000 dólares el comprimido en renta alta, 100 en renta media y ocho en renta baja, según la capacidad de pago de los diferentes países.

En el año 2013, los laboratorios nacionales y multinacionales dispararon en nuestro país sus precios ante expectativas devaluatorias. En aquella oportunidad lo hicieron en un 68% promedio en cuatro meses anteriores a precios cuidados, que se negoció que bajasen al mes anterior y con un aumento del 4 por ciento. Ahora en un mes, los precios aumentaron un promedio de 25% y el gobierno recién electo les otorga un acuerdo para que aumenten un 7%, sin retrotraer precios al mes anterior al aumento.

En otros rubros como los medicamentos de alto costo y baja incidencia los precios parten de una cadena de valor que va desde 1000% al 17.000 por ciento en los nichos de patologías más raras que transforman las enfermedades en la principal causa de quiebras familiares en los EE UU, ya que para afrontar las enfermedades deben hipotecar sus bienes. Esos medicamentos biológicos de última generación están causando estragos en los sistemas sanitarios de todo el mundo, sin distinción de países centrales o emergentes, igual es el comportamiento de estos fondos de inversión supranacionales cuyo objetivo único es el lucro desmedido. En nuestro país y sin regulación estatal, se apropian del 32% de la inversión total en salud, cuando en el resto del mundo, no supera el 15% de ese mismo valor.

La vinculación entre medicamentos y fondos financieros ha ido en aumento con el crecimiento de los llamados fondos de inversión. Un ejemplo de ese vínculo es Martin Shkreli quién originó un escándalo en Estados Unidos cuando Turing Pharmaceuticals la compañía farmacéutica que dirigía disparó de la noche a la mañana un 5000% el precio de un tratamiento para pacientes de sida y de cáncer. Hillary Clinton, en su campaña para llegar a la Casa Blanca puso su artillería sobre la empresa de Shkreli como ejemplo de sus propuestas contra la manipulación de precios. El ejecutivo fue arrestado por fraude.

Shkreli actuaba siguiendo la lógica de Wall Street. De hecho, antes de meterse de lleno en el negocio farmacéutico fue gestor de un fondo de alto riesgo. El regulador financiero le acusa ahora de haber creado una trama Ponzi para enriquecerse. Los siete cargos presentados por fraude, por los que puede ser condenado a 20 años, se refieren a la primera farmacéutica que dirigió, la biotecnológica Retrophin, de la que fue despedido hace más de un año.

El arresto de Shkreli se produce poco después de haber adquirido otra pequeña farmacéutica, KaloBios. Esta compañía especializada en el desarrollo de tratamientos contra el cáncer de pulmón subió un 400% el día después de conocerse la compra, valor que se desplomó después de conocerse el arresto de Shkreli.