Judith Valderrama-diariodelosandes.com.- El Gobierno no se atreve a decir públicamente que está frente a una epidemia de varicela, dijo el médico infectólogo y pediatra del Hospital Central de San Cristóbal, José Vicente Franco. Por esa razón -expresó- se detuvo la presentación de los boletines epidemilógicos desde agosto del año 2014. Ese boletín informativo era el único medio que permitía conocer de manera oficial, cifras en materia de salud en el país a los científicos asistenciales, para sus investigaciones y análisis.
Esta enfermedad es conocida como lechina, los médicos prefieren llamarla varicela. Es infectocontagiosa y hoy alcanza el nivel de epidemia en Venezuela, para el cuarto trimestre del año 2015, probablemente se están sumando más de 100 mil casos en el país, afirma Franco.
Puede ser fatal
La lechina o varicela puede llevar a la muerte, explicó el médico pediatra que no es común que esto ocurra, pero sucede si se complica.
“Sabemos que la varicela está en estado de epidemia. Si bien para algunos puede ser considerada una enfermedad banal, puede traer consecuencias graves a la salud. Hemos tenido niños hospitalizados con meningitis por varicela, o síndromes como Guillain-Barré que es una enfermedad grave, porque el niño afectado podría quedar paralítico”.
No hay vacunas
En lo que va del año 2015 no han llegado vacunas contra la varicela a Venezuela, y la inmunización es el único método preventivo que evita el contagio y las epidemias, poco comunes en países con servicios asistenciales regulares.
La Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, también advertía desde inicios de año, que no había vacunas contra la lechina o varicela en el país desde mayo del 2014.
Esta vacuna era aplicada en el país solo en consultas privadas, porque el Ministerio de Salud no la incluye en su esquema de inmunizaciones, a pesar de que se le ha solicitado en diversas ocasiones.
Para librarse de la varicela, se requieren dos dosis de la vacuna. Toda persona que no la haya padecido, esté sin inmunización y en contacto con alguna persona infectada con la enfermedad, es un seguro paciente de la lechina, altamente contagiosa.