Ciencia, política y negocios del Zika
Alfredo Eduardo Zurita.- Datachaco.- Si el zika es o no una amenaza requiere investigación, y para eso hace falta plata, siendo escasos los donantes desinteresados, entre ellos la OMS que ha puesto un millón de dólares, y prometió algunos más si tiene éxito al pasar la gorra, pero con eso no vamos a ninguna parte, así que la plata saldrá de los eventuales negocios ligados al zika
El presidente Obama ha solicitado al Congreso aprobar una asignación de 1.800 millones de dólares para investigación en zika ya que Estados Unidos es un país que le tiene mucha fe a la medicina así que invierte sin temor en investigación en sus tecnologías, convencidos de que cada dólar invertido en eso vuelve con creces, en ganancias para los accionistas, y a veces también para los pacientes.
Ese afán convierte al sistema de salud de Estados Unidos en el más caro del mundo, con resultados similares a los de países con inversiones menores, pero la real ganancia está en la venta de sus productos al exterior. Para dar una idea comparativa un tratamiento para la hepatitis C con el ultimo medicamento yanki, cuesta lo mismo que 200 toneladas de soja. Producir un tratamiento cuesta solo 100 dólares, una vez amortizado el gasto de investigación.
A diferencia de Argentina, Estados Unidos no tiene un organismo de investigación similar al CONICET argentino, con investigadores que son empleados públicos, sino que la investigación la hacen las grandes empresas, que pueden subcontratar a las universidades para ello, y además reciben subsidios del gobierno en temas de interés, razón por la cual todas las farmacéuticas tienen lobistas en el Congreso, una especie de visitadores médicos a gran escala que interesan a diputados y senadores sobre sus productos en desarrollo.
La vacuna para dengue que se está probando en Brasil habría costado 1.500 millones de dólares, según declara la empresa productora. Si funciona, aunque sea a medias como se prevé, la clientela potencial son los miles de millones de personas que viven en zonas de dengue. A solo diez dólares por dosis, la ganancia será del mil por ciento, como un fondo buitre.
Varias empresas ya están en la carrera para desarrollar vacunas para zika, y sus lobbystas presentan planes para recibir subsidios del gobierno, aun antes que se sepa si el zika es realmente peligroso. El tomógrafo computado se vendió por miles antes de que se supiera su utilidad, y así muchas otras tecnologías. En salud la gente compra todo lo que se ofrece en el mercado.
Pero mientras se investiga también se hace política, y la presidente de Brasil, jaqueada por denuncias de corrupción aprovecha la oportunidad para llamar a la unidad al pueblo y declarar la guerra al zika, en tanto que los ambientalistas lanzan sospechas sobre la causalidad que podría tener el glifosato en la microcefalia, al haber según dicen cierta coincidencia entre las zonas donde se lo usa, y la de ocurrencia de la epidemia de microcefalia, sobre la que ya hay algunas dudas en cuanto a su magnitud, además de otras acusaciones más exóticas, como que se trata de una campaña publicitaria para vender mosquitos transgénicos, que también se están ensayando en Brasil para controlar el vector por cuenta de una empresa inglesa.
Desde organismos de Derechos Humanos se promueve la legalización del aborto en caso de microcefalia, ya que está prohibido en casi todos los países afectados por la epidemia, y la medicina social advierte que es una enfermedad de la pobreza.
Mas caseramente los anteriores funcionarios que transmitían noticias sobre la epidemia han sido desplazados por el propio ministro nacional, quien cada vez que menciona el tema destaca su reciente rol de vicepresidente del Consejo Ejecutivo de la OMS, y asevera que lo peor aún está por llegar, como para cubrirse, y con cierta reminiscencia dictatorial, un académico lanza la propuesta de actuar manu militari, incluyendo drones, contra ciudadanos desaprensivos o ignorantes que no cumplan sus obligaciones en la lucha contra el mosquito.
En negocios a pequeña escala, algunos vivillos están vendiendo sapos come mosquitos, cosa que es ilegal porque se trata de fauna autóctona al mismo nivel que el yaguareté, o el ciervo de los pantanos, cuya caza y comercialización está prohibida.