La investigación – titulada “Orphan Drug Report 2015” – indica que en 2020 las ventas en todo el mundo de este tipo de fármacos alcanzarán los 178.000 millones de dólares.
El 2014 fue un año récord para la designación de medicamentos huérfanos, con 291 adjudicaciones por parte de la FDA , 201 por la EMA y 32 por la agencia japonesa, lo que es interpretado por los especialistas la amplia proyección de este sector de cara a los próximos años.
El podio de las compañías con mayor proyección ubica en el primer lugar a Celgene, con su fármaco estrella Revlimid. El segundo lugar es para Novartis, con Tasigna. Bristol-Myers Squibb se hace con el tercer puesto.
Por último, el informe habla de los beneficios de producir medicamentos huérfanos, como por ejemplo un menor tiempo de aprobación ( 10 meses, frente a los 13 que tarda un medicamento no huérfano); menor costo de producción 103 millones de dólares, frente a los 193 millones de dólares y una menor necesidad de pacientes para los ensayos clínicos en Fase III, con una media de 538 frente a los 1.558 pacientes que se requieren para los no huérfanos.