Marihuana medicinal: ¿De planta maldita a remedio milagroso?
Especial multimedia Diario El País
Marihuana medicinal ¿Colombia está lista?
Mientras el Congreso debate un proyecto de ley sobre la regulación de la marihuana medicinal en Colombia, decenas de microempresarios, que tienen productos a base de cannabis, esperan poder comercializarlos libremente. ¿Qué se regularía? ¿Por qué? ¿Cuáles son sus beneficios o efectos negativos? ¿Qué apoyo tiene la iniciativa? ¿Cómo funciona el mercado en Colombia? ¿Cómo lo hace en el mundo? El País responde a este y otros interrogantes en este especial multimedia sobre una propuesta que, de aprobarse, podría cambiar la historia de la lucha contra las drogas en Colombia.
El abogado Carlos Hernán Escobar explica cómo castiga el Código Penal a quienes compren, vendan, o trafiquen con marihuana y qué cambiaría si se aprueba el proyecto de ley.
Y por casos como el suyo es que el Congreso de la República se apresta a iniciar oficialmente uno de los más interesantes debates que se haya dado en los últimos años en Colombia, para decidir la respuesta a una pregunta: ¿se debe o no permitir el uso de la marihuana para efectos medicinales en el país?
La decisión se tomará frente a un proyecto de ley que presentó el 21 de julio pasado el senador Juan Manuel Galán (Partido Liberal), y que propone “crear un marco para la regulación del cannabis en el territorio nacional colombiano, con fines terapéuticos, medicinales o científicos”. La discusión oficial comenzará el próximo 11 de noviembre.
El proyecto busca reglamentar otra norma – el acto legislativo 02 de 2009, con el que se modificó el Artículo 49 de la Constitución -, la cual creó un vacío jurídico al señalar vagamente que “el porte y el consumo de sustancias estupefacientes o sicotrópicas está prohibido, salvo prescripción médica”.
Pero esto, que en el papel ya es un hecho, ha prendido la polémica en el país. El proyecto de ley cuenta con el respaldo del presidente Juan Manuel Santos, e incluso el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, afirmó la semana pasada que “en muchos aspectos fumar marihuana es más seguro que consumir alcohol”. Pero otras voces han alertado que las consecuencias negativas de permitir el uso de la marihuana medicinal pueden ser mayores a los beneficios.
Preocupa, por ejemplo, que la regulación del mercado medicinal dé pie a la legalización del uso recreativo de la hierba, como lo considera el procurador general, Alejandro Ordóñez.
“En el contexto internacional, cuando se pretende legalizar la droga, se ha empezado primero por la legalización de la marihuana para efectos terapéuticos y acto seguido con la legalización para efectos recreativos”, dijo el jefe del Ministerio Público.
Otra voz en contra es la del presidente del Congreso, José David Name, quien sostiene que “en Colombia no es tan fácil decirle a la gente que si fuma marihuana se va a curar o le va a ir bien”.
Pero el senador Galán, proponente del proyecto, hace una precisión.
“No hablamos ni de marihuana ni de legalización, sino de cannabis medicinal y de regulación. Somos estrictos en la definición porque la marihuana contiene muchísimas otras sustancias, que la mayoría no han sido estudiadas. Pero dentro de ella hay cannabinoides medicinales que han sido identificados por el efecto positivo que tienen en el tratamiento de varias enfermedades crónicas y terminales, por su poder analgésico y ansiolítico. Hablamos de regulación porque la legalización es un término que no tiene definición y es asociada a la permisividad”.
Esta diferencia de opiniones también se vive en el campo científico, donde no parece haber un acuerdo sobre la conveniencia del consumo terapéutico de la planta. Mientras que algunos médicos recomiendan su uso en casos de extremo dolor o para tratamientos como el glaucoma, otros se declaran en contra.
Jorge Quiñónez, toxicólogo de la Secretaría de Salud de Cali, afirma que la marihuana “no hace nada que otros medicamentos no hagan” y que su consumo puede crear dependencia e incluso intoxicaciones”.
Carlos Minotta, médico de la Universidad del Valle y especialista en Medicina Tropical, sostiene que “hoy la OMS ha ampliado más la definición que tenía de salud y se acepta que cualquier método o sistema que produzca beneficio al paciente no se debe rechazar, sino que debe ser un coadyudante de la medicina tradicional, como es el caso de la marihuana”.
La marihuana medicinal, un debate médico
Los estudios han llegado a contradecirse entre sí y por la prohibición misma de la planta no han tenido la dimensión suficiente para ser concluyentes.
Incluso donde se permite su uso medicinal, las entidades estatales advierten que los riesgos para la salud pueden incluir disminución de la memoria a corto plazo; alteración en el juicio y la toma de decisiones; cambios en el estado de ánimo, entre ellos severa ansiedad o paranoia.
Ya se vende en Colombia
Una de esas iniciativas es Ecojardín Medicinal, liderada por Ximena Mejía, una mujer que a comienzos del 2000 comenzó a explorar y a aprender sobre las propiedades medicinales de las plantas y encontró en este “saber ancestral”, como lo llama, una forma de vida.
Ximena fabrica geles, aceites, almohadas terapéuticas, esencias y cremas a partir de hierbas medicinales, entre ellas el cannabis. Sus productos, dos de los cuales tienen como ingrediente principal la marihuana, son promocionados a través de internet y distribuidos en ferias, eventos artesanales, culturales y centros comerciales.
Su experiencia de casi diez años (Ecojardín Medicinal comenzó a funcionar en el 2005) la ha posicionado en el mercado local e, incluso, sus productos son solicitados en otras ciudades de Colombia, como fue el caso de Ruth de Salas.
Pequeños productores en Cali
Pero desde hace unos años el mercado está empezando a expandirse. Una productora como Diana puede vender cerca de 40 pomadas y 30 aceites de marihuana cada mes, mientras que productos similares con más antigüedad pueden triplicar su venta y son comercializados en calles del centro de Cali.
A la ciudad también llegan productos que son elaborados por comunidades indígenas, que por ley son las únicas que pueden cultivar marihuana o coca en el país, siempre y cuando no usen la planta para producir estupefacientes. O los que son hechos por mujeres campesinas, como Natual Sant, que se elabora en una vereda de Caloto y es el sustento de un grupo de mujeres cabeza de familia.
Todos, no obstante, son elaborados artesanalmente y conocidos principalmente gracias al voz a voz. Además, no cuentan con algún control sanitario por parte de las autoridades, pues al tener entre sus ingredientes una sustancia considerada ilegal, el Invima ni siquiera los evalúa.
Hace unos meses, Natalia Izquierdo comenzó a producir y vender productos medicinales, entre ellos un aceite de marihuana. Poco a poco su negocio ha ido creciendo y espera que se convierta en su alternativa de vida.
Lo que se espera es que el mercado de la marihuana medicinal en Colombia, que se mueve entre lo ilegal y poco tecnificado, se convierta en una industria en crecimiento y generadora de empleo, especialmente para comunidades de las zonas de conflicto que ante la pobreza y la falta de oportunidades tomaron el camino del cultivo y el uso de marihuana para fabricación de narcóticos.
Es aquí donde realmente está el gran desafío del Estado colombiano, en caso de que llegara a aprobarse el polémico proyecto de ley. Porque las grandes farmacéuticas multinacionales saben que en el cannabis, como en muchas otras plantas ancestrales, existe la posibilidad de un millonario negocio que, así sea por vías ilegales, está creciendo progresivamente. ¿Qué pasaría entonces con los pequeños productores que hoy ya operan en nuestro país?
Un negocio millonario
El aceite de marihuana suministrado a Charlotte hace parte de una industria que movió en el 2013 1,53 billones de dólares en Estados Unidos, según ArcView, una firma consultora especializada en el análisis del mercado del cannabis, con sede en California.
La firma estima que al finalizar el 2014 la cifra aumentará a 2,57 billones de dólares y que el panorama de crecimiento es positivo, pues para el 2019 esta industria movería 10,2 billones de dólares anuales.
¿Cómo funcionaría en Colombia?
Sobre esto, la experiencia de los países que ya han dado este paso puede convertirse en un punto esencial, aunque en cada nación la regulación y el acceso al cannabis medicinal es diferente.
En algunas partes se permite solo la producción y comercialización de productos que contienen principios activos del cannabis (como el CBD o el THC), siempre y cuando cuente con el aval y el registro de las entidades de control, que en Colombia sería el Invima. El componente de la marihuana es adquirido mediante prescripción médica, según las enferemedades o patologías que autorice el Estado.
En otros países la regulación es un poco más abierta y permite que quien elabora los productos obtenga su materia prima del autocultivo y que los pacientes que cuenten con la autorización médica puedan obtener las medicinas -o incluso los cogollos de la planta- en dispensarios que son controlados rigurosamente por el Estado, mediante la marcación a través de códigos de barras de las plantas y posteriores productos que salgan de ellas.
A pocas semanas de que se vote el proyecto de ley que regularía la marihuana medicinal en Colombia, los caleños nos contaron su posición sobre el tema.
Pero el uso terapéutico no se remite solamente a los medicamentos farmacéuticos. En la mayoría de estos países la planta también se consume por vía oral o respiratoria (fumada o por inhalaciones). “No significa que sea tomada a la ligera. El paciente debe ser guiado por un experto sobre qué variedad, qué cantidades y cómo debe ser consumido el cannabis”, explica David Jiménez.
La discusión apenas comienza y promete ser extensa e interesante. Después de todo, es la primera vez que Colombia – país que carga el estigma histórico de haber sido uno de los principales productores de marihuana para uso narcótico–, se sienta a hablar sobre la posibilidad de usarla para generar bienestar a sus ciudadanos.
El mismo Minsalud lo reconoce al indicar que “la marihuana tiene efectos adversos sobre la salud (sobrestimados muchas veces). Pero también puede tener efectos positivos. Esta coincidencia implica la necesidad de un debate público ingente, de una información adecuada y de una regulación por parte del Estado”. Y es claro que en nuestro país ese debate, como la planta misma, aún está ‘verde’
Voces a favor y en contra
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Juan Manuel Santos Presidente de Colombia
“Vemos con buenos ojos la iniciativa sobre la utilización terapéutica de la marihuana, la entendemos como una medida práctica para reducir el dolor de los pacientes con enfermedades terminales”.
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Alfredo Rangel Senador
“Esto no es Dinamarca. Acá tenemos problemas muy graves de microtráfico. Eso llevaría a abusos como la falsificación de las fórmulas y generaría un caos que podría derivar en un aumento del consumo”.
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César Gaviria Expresidente de Colombia
“El proyecto de ley del senador Juan Manuel Galán hay que aprobarlo e implementarlo bien. No hay duda sobre eso. En Estados Unidos ya no hay discusión sobre el uso de la marihuana con fines terapéuticos”.
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Alejandro Ordóñez Procurador
“Si se legaliza la droga hay mayor disponibilidad y por ende mayor consumo y violencia sicofarmacológica”.
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Alejandro Gaviria Ministro de Salud
“Por mucho tiempo las prioridades fueron otras. Por muchos años la única política preventiva fue la de la mata que mata. Hay que reconocer las falencias”.
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José David Name Presidente del congreso
“Yo soy un padre de familia y para mí, que le manden un mensaje a mi hijo adolescente, que tiene 15 años, y que él sepa que su padre votó favorablemente el poder fumar marihuana en Colombia, así sea de una forma medicinal, eso no lo voy a hacer yo”.
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Juan Manuel Galán Senador
“Se ha demostrado por estudios médicos en la comunidad científica que el uso de la marihuana mitiga el dolor. Vamos a promover este debate en el marco de que el Partido Liberal tiene que promover las ideas libertarias y progresistas”.
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Marco Fidel Ramírez Concejal de Bogotá
“Si un eslabón de la cadena de valor de la marihuana se regla, así sea medicinal, el efecto dominó legalizará los demás. Se equivocan el Partido Liberal con esta propuesta y el presidente Santos al respaldarla, y niega el Senador Juan Manuel Galán las luchas de su padre, que no sólo se enfrentó a las mafias, sino al flagelo de los adictos con sus terribles consecuencias”.
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Antonio Navarro Wolf Senador
“Hoy en Colombia, la marihuana se consume ilegalmente, hay un comercio asociado a la ilegalidad y son estos elementos los que representan el peligro. Por eso, creo, bienvenido el debate sin afanes y con elementos de juicio”.
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Álvaro Uribe Expresidente de Colombia
“La marihuana es el camión para otras drogas fuertes”.
Origen: Marihuana medicinal, ¿Colombia está lista? – Especial multimedia Diario El País