La profundización de la trazabilidad de los medicamentos en el pais es el mecanismo más util para la luchar contra la falsificación de los medicamentos.
La agencia reguladora estuvo en Suiza en el marco de un nuevo encuentro del Mecanismo de Estados Miembro de la OMS sobre “Productos Médicos de Calidad Subestándar, Espurios, de Etiquetado Engañoso, Falsificados o de Imitación (SSFFC). Allí, se comprometió a profundizar la pelea contra el mercado negro, y a sumar esfuerzo con otros países.
Desde hace unos años, Argentina forma parte de un grupo de trabajo internacional, cuya principal tarea es el combate de los medicamentos falsificados. Bajo la sigla SSFFC, el denominado Mecanismo de Estados Miembro de la OMS sobre “Productos Médicos de Calidad Subestándar, Espurios, de Etiquetado Engañoso, Falsificados o de Imitación busca coordinar acciones concretas contra este flagelo, que según las estadísticas cada año aumenta, tanto en países del primer mundo como periféricos. A fines de marzo, una delegación nacional participó de una nueva reunión de la entidad, donde presentó resultados de su trabajo en ese ámbito Compromiso para realizar un plan de fortalecimiento de las herramientas que se establecen en ese ámbito.
El encuentro de la SSFFC tuvo lugar en Ginebra, Suiza, entre el 23 y 24 de marzo. Allí, estuvo presente la delegación argentina, a cargo de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Según informó la agencia mediante un comunicado, durante el desarrollo del evento, “se analizaron las acciones en curso dentro el mecanismo, a fin de fortalecerlas”.
Entre los objetivos particulares de la reunión se propuso “identificar las áreas de trabajo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre calidad, seguridad, eficacia y asequibilidad de los productos médicos”. Asimismo, se trabajó en el desarrollo de herramientas de comunicación que permitan pergeñar campañas de concientización y en desarrollar un estudio sobre la salud pública y el impacto socioeconómico de los productos médicos SSFFC, entre otros temas.
Durante la reunión, la Argentina comprometió su participación activa en el denominado Grupo de Expertos Técnicos de Estados Miembros para discusión de las definiciones de trabajo de productos médicos SSFFC y del grupo de trabajo encargado de desarrollar las recomendaciones para las autoridades sanitarias involucradas en su detección. También asumió el compromiso de establecer un programa de fortalecimiento y generación de herramientas para contribuir a la capacitación de los Estados Miembros.
“Los logros obtenidos durante todo el proceso del mecanismo, y en especial durante la presidencia argentina, son la consecuencia de un trabajo interinstitucional coordinado que se viene llevando adelante desde febrero de 2011 entre el Ministerio de Salud, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y la ANMAT”, infirmó la agencia.
Según la OMS, los productos que se incluyen en el programa del SSFFC son, por naturaleza, “muy difíciles de detectar”. “A menudo están hechos para que parezcan idénticos a los productos genuinos, y pueden no causar reacciones adversas obvias, aunque a menudo resultan ineficaces como tratamiento”, afirma la entidad sanitaria internacional. Hay muchas estimaciones sobre la magnitud y el alcance del mercado de productos médicos SSFFC, pero pocas pruebas validadas que respalden esas estimaciones. En 2013 la OMS lanzó un sistema mundial de vigilancia y monitoreo para alentar a los Estados miembros a que comuniquen los incidentes relacionados con productos médicos SSFFC de forma estructurada y sistemática, a fin de poder evaluar de forma más exacta y validada la magnitud y alcance de los productos médicos SSFFC y los daños que causan. De este proceso participa la Argentina a través de la ANMAT.
Hasta ahora se han notificado más de 920 productos médicos que representan a todas las categorías terapéuticas principales y entre los que hay medicamentos tanto genéricos como innovadores.
En 2014, la Argentina fue elegida para presidir el SSFFC. La decisión se tomó en la 67ª Asamblea Mundial de la Salud, al tratarse el informe de la segunda reunión de la entidad. Durante el debate de esta resolución, hubo consenso general en pensar en este tema como un problema de salud pública, monitoreado por sistemas nacionales y mundiales, al tiempo que se fortalece la capacidad nacional, entre otros puntos. Algunos países manifestaron su preocupación por el desafío que supone las ventas por internet y el riesgo de que este tipo de medicamentos y su impacto negativo, si no se hacen más esfuerzos para abordar el tema desde este mecanismo.
Los medicamentos espurios, de etiquetado engañoso, falsificados o de imitación son medicamentos en cuyas etiquetas se incluye, de manera deliberada y fraudulenta, información falsa acerca de su identidad o procedencia. Los medicamentos espurios, de etiquetado engañoso, falsificados o de imitación pueden ser productos que contienen ingredientes correctos o incorrectos, cantidades insuficientes o excesivas del principio activo, o productos cuyo envase ha sido adulterado. Las consecuencias del uso de medicamentos espurios, de etiquetado engañoso, falsificados o de imitación pueden ser el fracaso terapéutico o, incluso, la muerte.