Por Donald G. McNeil Jr. , Nicholas Casey y María Eugenia Díaz
Funcionarios de salud de Colombia informaron el jueves la detección de dos casos de microcefalia relacionados con el virus de Zika. Se trata de las primeras infecciones confirmadas en ese país puesto que la enfermedad no empezó a extenderse hasta finales del año pasado.
Este anuncio se produjo un día después de que el Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos confirmara que este virus sí causa graves defectos de nacimiento, como la microcefalia, entre otros.
Las autoridades colombianas dijeron que no esperan que los defectos de nacimiento alcancen la escala de Brasil, país que ha presentado más de mil casos de microcefalia, un trastorno que provoca que los bebés nazcan con cabezas muy pequeñas.
Fernando Ruiz Gómez, viceministro de Salud de Colombia, comentó que se calcula que entre 95 y 300 niños podrían nacer con microcefalia y unos 380 pacientes contraerán el síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad autoinmune ligada a casos de zika que causa parálisis y, en algunos casos, la muerte.
Se prevé que el número total de infecciones en Colombia podría ascender a los 200.000 casos, según Ruiz. En vista de estos hallazgos recientes los funcionarios de algunos países afectados por esta epidemia, como El Salvador y Colombia, exhortan a que las mujeres eviten el embarazo.
Marcos Espinal, experto que dirige las operaciones contra el zika de la Organización Panamericana de la Salud, un ente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo en una entrevista que él pensaba que recomendarle a las mujeres que eviten la concepción durante los meses más críticos de la epidemia, como lo hizo Colombia, “es un buen consejo”.
Sin embargo, la OMS no sigue esa política. Bruce Aylward, director de la agencia de respuesta a emergencias, comenta que evitar el embarazo “es una decisión complicada que es diferente para cada mujer”.
En la actualidad esta recomendación afecta a los estadounidenses de Puerto Rico, las Islas Vírgenes de Estados Unidos y la Samoa Americana, donde el virus de Zika circula a nivel local. Pero si se propaga, como se espera que lo haga este verano, las mujeres en Hawái y en muchos estados de la costa del Golfo también podrían enfrentar esa difícil decisión.
Los partidarios de evitar el embarazo ofrecen varias razones. En primer lugar, no creen que los esfuerzos más agresivos por controlar a los mosquitos puedan proteger a las mujeres embarazadas las 24 horas del día durante nueve meses.
Ningún país ha controlado al dengue o la chinkunguña que, al igual que el zika, se transmiten por medio del mosquito Aedes aegypti, y las mismas agencias sanitarias han advertido que las reducciones de 80 a 90 por ciento en las poblaciones de mosquitos muchas veces no reducen la transmisión de enfermedades.
En segundo término, no se espera que la vacuna logre estar lista en, por lo menos, dos años.
Y, en tercer lugar, crecen las evidencias de que los brotes de zika son intensos pero breves. En 2013 el virus infectó al 66 por ciento de la población de la Polinesia Francesa durante siete meses y luego desapareció.
Debido a que las mujeres que se recuperan de zika parecen ser inmunes al virus, los expertos sostienen que retrasar la concepción les evita el riesgo de tener niños con defectos congénitos graves y les permite concebir de forma segura un año más tarde.
Manuel Navas, un especialista en fertilidad de Fajardo, Puerto Rico, la ciudad donde se detectaron algunas de las primeras infecciones de zika en la isla, dijo que desalienta a la mayoría de los pacientes que quieran concebir a menos de que estén desesperados por tener hijos y entiendan los riesgos.
Ese es el consejo que le daría a su hija, aseveró. Al preguntarle cómo reaccionan sus pacientes cuando les recomienda retrasar la concepción, dijo que “ellos aprecian el consejo”.