El poder de las farmacéuticas y su mercado
En la actualidad, existen distintos niveles estratégicos donde interactúan los grandes poderes políticos y económicos. Las relaciones son comunes pero podemos encontrar algunas veces casos de desviación de poder o de ciertos favores a grandes empresas por parte de los gobiernos, que se ven influenciados por el gran poder de estas. Por ejemplo, destaca el papel de los lobbies, colectivos o grupos de interés que presentan intereses comunes y que interactúan con la administración pública para favorecer los intereses favorables a su grupo.
Desde organizaciones como Transparencia Internacional España califica de insuficiente la transparencia y regulación de los lobbies e incita a realizar de manera más correcta la interacción con estos, ya que una buena relación basada en la inclusión de los diferentes grupos favorece la democracia. En países como EEUU, tienen una gran importancia y ha aumentado tanto la cantidad de grupos de presión como su inversión considerablemente en esta última década. Esto se muestra en que la inversión en la ciudad de Washington, entre 1999 y 2010, pasó de 1.400 millones de dólares a 3.500 según unas estadísticas realizadas por el Senado, en concreto, por el Center for Responsive Politics, además de alcanzar un máximo histórico en el número de grupos de presión con una cantidad de 14.837.
En concreto, durante este artículo se tratará la influencia que realiza la industria farmacéutica en los distintos gobiernos, y como se desarrolla esta relación. Una industria que parece intocable debido a que la mayoría de las personas tenemos la certeza de que nuestra vida mejora gracias a los distintos medicamentos, pero detrás de toda la labor de investigación que realizan encontramos algunas sombras.
Médicos muy reconocidos en el panorama internacional, como es el caso de Ben Goldacre o Peter C. Gotzsche han escrito sobre el mal funcionamiento y engaño por parte de las farmacéuticas, que son acusadas incluso de crear más muertes que los cárteles de la droga. En concreto, Peter Gotzsche, un médico danés y director del Centro Cochrane Nórdico en Copenhage, escribió un libro titulado Medicamentos que matan y crimen organizado tras enterarse de que los fármacos que prescribían eran la tercera causa de muerte de las personas, después del cáncer y enfermedades cardiacas.
Según el doctor Peter Gotzsche, los fármacos matan alrededor de 200.000 personas en EEUU cada año, debido a los efectos secundarios de los medicamentos o a errores, llegando a afirmar que en numerosos ocasiones son los propios doctores los que cometen los errores, ya que cada fármaco contiene un gran número de advertencias o contraindicaciones. Además, el doctor afirma que la industria farmacéutica en EEUU cumple ciertos criterios que la convierten en un crimen organizado, según la ley del propio país, convirtiéndose en una mafia y corrompiendo incluso a Ministros de Sanidad. Sin embargo, afirma que este no es un caso aislado en EEUU, sino que en su propio país, Dinamarca, miles de médicos son parte de la industria y se benefician de ella.
Según afirmaba este doctor en una entrevista concedida a El Confidencial, se sabe muy poco sobre la utilidad real de los medicamentos e incluso llega a afirmar que no hay duda de que las personas con trastornos psiquiátricos están siendo sobremedicadas de manera masiva. Cabe destacar también que el doctor Goetzsche no se considera defensor de la medicina alternativa, como por ejemplo de movimientos antivacunación, ya que opina que la mayoría ayuda a salvar un gran número de vidas.
Por otro lado, y para comprobar de una manera más correcta qué peso tienen las industrias farmacéuticas en la economía, se puede observar la facturación de las diez empresas farmacéuticas que tienen un tamaño mayor en dos años concretos: 2004 y 2013 mediante los datos ofrecidos por el índice PharmExec, una web que se encarga de indicar la situación económico-financiera de las principales empresas en este sector.
La diferencia es notable entre estos dos años. Estas 10 empresas facturaron en 2004 un total de 235.000 millones de dólares, y sin embargo, en 2013 llegaron a facturar unos 335.000 millones dólares. Para comparar este dato con cualquier otro ejemplo en economía, se puede decir que estas diez empresas farmacéuticas produjeron más en 2004 que Grecia, un país que se sitúa en la 24ª economía del planeta.
Se pueden encontrar ejemplos de malas praxis farmacéuticas o de relaciones turbias con ciertos sectores estratégicos y de gobierno en casos como el de la Gripe A en 2009. Esta gripe se llegó a vender como una gran enfermedad que podría acabar con muchas personas aunque, a posteriori, se demostró, según datos de la OMS, que acabó con la vida de alrededor de 18.500 personas, mientras que una gripe estacional mata entre 250.000 y 500.000 personas. Pese a esto, las empresas vendieron millones de dosis de Tamiflú que les proporcionó grandes cantidades de dinero.
Este acto generó polémica ya que el órgano encargado de gestionar la crisis fue la OMS, órgano dependiente de la ONU y la autoridad directiva y coordinadora de la acción sanitaria en el sistema de Naciones Unidas. La OMS llegó a recibir críticas por parte del British Medical Journal y el Consejo de Europa por ciertos conflictos de intereses y por la opacidad en su gestión. El British Medical Journal llegó a afirmar que la OMS ocultó ciertos vínculos financieros entre sus expertos y farmacéuticas como Roche y Glaxo, fabricantes de medicamente antivirales.
Añadido a esto, existen otros casos en los que se ha dado este conflicto de intereses. Por ejemplo, el caso de la vacuna contra la varicela Varivax, en el mercado gracias a la multinacional Sanofi Pasteur Merck Sharp and Dohme. Se consiguió vender de manera masiva en España, aun a pesar de la no recomendación de ciertas autoridades en materia sanitaria. Transparencia Internacional España muestra, en su último informe sobre los lobbies, que debido a que no existe un precio fijo para las vacunas que se matice en una ley, las empresas realizan acciones para intentar aumentar sus ventas y sus precios en farmacias. Así, mientras en países como Francia se utiliza unas 58.000 dosis por 820.000 nacidos, en España se alcanza una cifra de 360.000 dosis para 405.000 nacidos y con un precio muy elevado con respecto al resto de Europa llegando a alcanzar 71 euros por vacuna.
En conclusión, con toda esta información la sociedad se puede preguntar hasta qué punto se hace negocio con sus vidas mediante el suministro de fármacos mediante este negocio de mercado farmacéutico. Además, y debido a que en este mes de abril se conmemora el día mundial de la salud, concretamente el pasado día 7, la transparencia en la gestión y la administración es fundamental para evitar la desafección y el conflicto de intereses ya que los lobbies seguirán haciendo presión y defendiendo sus propios intereses.
Ana Belén Perales. Estudiante de segundo curso de la Universidad Rey Juan Carlos del doble grado en Periodismo y Ciencia Política y Gestión Pública. Interesada en la política y lo que pasa alrededor del mundo para intentar mejorarlo.