Mientras se gastan millones de balboas en cuestionables proyectos faraónicos, como la mal llamada “Ciudad Hospitalaria”, las policlínicas y hospitales han alcanzado un grado nunca visto de desabastecimiento de medicamentos, insumos médicos y quirúrgicos. El desabastecimiento es tan pronunciado que no solo lleva a la parálisis los servicios que presta la Caja de Seguro Social, sino que pone en peligro la vida de los pacientes, particularmente los que padecen enfermedades crónicas o graves, como el cáncer. ¿Qué obtienen los pacientes cuando salen a reclamar su derecho a medicamentos? La represión policial.
En primera instancia, la responsabilidad por este inusitado desabastecimiento recae sobre la persona del actual director de la CSS, Estvenson Girón y su equipo, que han probado ser completamente inoperantes y no poseer las capacidades necesarias para administrar la institución. El hecho de que se haya descubierto que Girón, pese a su alto cargo, sigue cobrando y laborando como docente en varias universidades, es una evidencia de su falta de compromiso con la Caja.
En segunda instancia, la responsabilidad es del presidente Juan C. Varela, no solo por nombrar a Girón, y por ordenar la represión de los pacientes, sino porque la crisis de medicamentos e insumos se extiende a los hospitales públicos administrados por el MINSA. Situación que fue expuesta por los médicos del Hospital Santo Tomás quienes han amenazado en dos ocasiones de irse al paro ante una falta de insumos que hace imposible su labor.
En tercer lugar, no se puede ignorar que detrás del desabastecimiento están los laboratorios y los grandes empresas importadoras de medicamentos que lucran con la salud del pueblo panameño. Con toda seguridad ellas están agravando la situación de desabastecimiento para lograr un alza de precios y desregulaciones que les favorezcan.
El Polo Ciudadano exige que la dirigencia del movimiento sindical (CONATO-CONUSI), que forma parte d ela Junta Directiva de la Caja de Seguro Social, juegue un papel beligerante en la defensa de los asegurados y sus justas demandas, por la falta de medicamentos, insumos y estructuras médicas. Es urgente que se pronuncien a la brevedad y convoquen encuentros y movilizaciones populares necesarias para la defensa de la CSS.
Pero no basta con la renuncia de Girón, porque puede ser reemplazado por otro títere de los intereses privados, por lo cual el movimiento popular debe exigir que la administración de la CSS pase a manos de un consejo especial dirigido por representantes directos de los sindicatos obreros, los gremios de la salud, los trabajadores administrativos y los gremios de paciente que, entre otras acciones, nacionalice la importación de medicamentos a través de una empresa pública y saque del medio a los usureros de la salud.
¡Que la Caja la administren quienes la financian con sus cuotas y son sus usuarios, los trabajadores!
¡Basta de saqueo de los fondos de la CSS por parte del gobierno y sectores empresariales!
¡Fuera Estevenson Girón!
Panamá, 15 de octubre de 2016.