EEUU ahorraría dinero si tratase la hepatitis C comprando Gilead en vez de sus medicinas
La farmacéutica Gilead acostumbra a estar en el ojo del huracán de la actualidad informativa, bien sea por el lanzamiento de sus innovaciones médicas o por las críticas que recibe por los altos precios de sus medicamentos.
Según el físico y analista político Peter B. Bach y el científico del Centro de Innovación Biomédica del MIT Mark Trusheim, “el gobierno estadounidense podría curar más estadounidenses que padecen hepatitis C si comprara la farmacéutica Gilead Sciences en el mercado bursátil en lugar de comprar sus productos”, señalaban en un artículo en Forbes.
Ambos defienden que el alto coste del medicamento, de más de 500 dólares por pastilla, haría que el país ahorraría dinero si comprara la compañía por 156.000 millones de dólares en lugar de costear el tratamiento de los 2,7 millones de afectados que se estima que padecen esta dolencia.
La compañía se ha visto envuelta en la polémica por sus altos precios en ocasiones anteriores. Así, un informe del Senado estadounidense de 2015 establecía que Gilead fijaba los precios de sus medicamentos mediante “una estrategia de marketing diseñada para maximizar los ingresos con poca preocupación por el acceso o su asequibilidad”. Establecían entonces que un tratamiento completo para curar la hepatitis C ascendía a 84.000 dólares aunque los costes de producción se estimaban en 1.400 dólares.
Y el verano pasado se hacía público que la compañía llevó a cabo unas estrategias fiscales que le permitieron no cotizar por sus 28.500 millones de beneficios de 2015 gracias al empleo de empresas subsidiarias extranjeras, según el informe del grupo sin ánimo de lucro Americans for Tax Fairness.
Por otra parte, la cotización de la farmacéutica ha fluctuado ampliamente en el último año. En abril superó los 103 dólares por acción, pero en la actualidad cotiza ligeramente por encima de los 70 dólares el título.