Cómo se toma la chía: fórmulas herbarias y precauciones de uso
Las semillas de chía se prestan a una cierta variedad de presentaciones, que te permite elegir en función de tus necesidades y preferencias:
- Semillas crudas, espolvoreadas sobre la ensalada, en el yogur o sobre pasteles y sorbetes.
- Las semillas molidas, como el café, para tomar a cucharadas. Mantiene toda su fuerza en fibra.
- El gel que obtendrás manteniendo una cierta cantidad de semillas de chía en remojo en agua previamente hervida. Las semillas absorben el líquido y liberan el mucílago. Este gel lo puedes tomar tal cual, o mezclado en zumo de frutas o en el yogur.
- El aceite de chía, obtenido por presión en frío, utilizado sobre todo en uso tópico por sus virtudes cosméticas y reparadoras.
- El agua de chía, como una bebida refrescante, muy apreciada en Méjico.
Precauciones con el consumo de semillas de chía
No se conocen casos graves de efectos secundarios por el uso de chía o la toma de sus semillas, en dosis razonables. No obstante sí que hay ciertos aspectos que debes tener en cuenta a la hora de consumirla con seguridad:
- Si estás embarazada, la toma de chía como laxante debe estar supervisada por tu médico de confianza.
- En caso de hipertensión, colesterol y diabetes, sobre todo si se está siguiendo un tratamiento clínico, se debe proceder a un control estricto a fin de evitar descompensaciones. Las semillas de chía podrían potenciar el efecto de estos medicamentos.
- No se aconseja la toma chía antes de una intervención quirúrgica, o cuanto menos en cantidades altas.
- Algunas personas pueden mostrar rechazo o reacción alérgica a las semillas de chía muy mucilaginosas, como sucede también con muchos frutos secos y oleaginosos.
Fórmulas herbarias con chía
Te proponemos, como ejemplo, algunas fórmulas herbarias y recetas que contienen chía y que te puedes preparar tú mismo o encargar en tu herbolario de confianza para combatir diversas molestias o afecciones:
Bebida de chía fresca para la debilidad y contra la sed
- Ingredientes: una taza de semillas crudas de chía, la mitad de zumo de limón, un litro de agua, una cucharada de azúcar moreno, una hoja de menta.
- Preparación: dejas en remojo las semillas de chía en agua durante 3 o 4 horas, para darle tiempo a expulsar el mucílago. Una vez conseguido, le añades el agua, el zumo de limón y el azúcar, y remueves bien. Lo dejas reposar en la nevera toda la noche. Al día siguiente, le incorporas la hoja de menta para dar sabor.
- Dosis: lo puedes beber a pasto, durante el día, sobre todo si necesitas calmar la sed.
Fórmula con chía para el estreñimiento
- Ingredientes: semillas de chía en gel (el mucílago), zaragatona, lino e ispágula.
- Preparación: Remojas las semillas de chía 3 horas, una vez tienes el gel, lo incorporas a la decocción –ya filtrada– de una cucharada sopera rasa de la mezcla a partes iguales de zaragatona, lino e ispágula. Remueves bien y le añades estevia o zumo de limón para mejorar el sabor.
- Dosis: puedes ir bebiendo durante el día, pero recuerda que es una fórmula con un alto valor laxante. Acompaña de un consumo generoso de agua.
Origen: Cómo se toma la chía: fórmulas herbarias y precauciones de uso