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Argentina: Patentes de medicamentos, otro funcionario con conflictos de interés

La Fundación GEP advierte que el director del INPI, Dámaso Pardo, viola la Ley de Patentes y favorece a farmacéuticas multinacionales. Antes de la función pública era socio de un estudio jurídico que las defendía.

Una investigación de la Fundación Grupo Efecto Positivo (GEP) muestra que la administración del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) – el organismo encargado de otorgar patentes industriales – está priorizando a las farmacéuticas multinacionales por sobre el acceso a la salud de los ciudadanos argentinos.

El director del INPI, Dámaso Pardo, firmó a principio de año un convenio bilateral de patentes con su organismo par estadounidense USPTO (United States Patent and Trademark Office) para establecer lo que se denomina como “autopista” de otorgamiento de patentes.

En la práctica lo que busca el polémico convenio es favorecer y facilitar el acceso de las patentes para productos medicinales y biotecnológicos de las multinacionales farmacéuticas estadounidenses. Además el acuerdo cercena el derecho humano básico de acceso a la salud, ya que la entrada indiscriminada de patentes extranjeras impacta de lleno sobre el precio, el acceso y la disponibilidad de medicamentos de primera necesidad.

Según el GEP la medida “promueve los monopolios que permiten a las empresas multinacionales fijar arbitrariamente precios extorsivos por los medicamentos, algunos de los cuales como en el caso de antirretrovirales y tratamientos para la tuberculosis, vienen acumulando denuncias de faltantes desde hace meses en los tres subsistemas de salud del país (público, obras sociales y de medicina pre-paga)”.

El acuerdo con la USPTO abarca actividades de formación tanto en patentes como en marcas y tiene por objetivo capacitar a los examinadores argentinos sobre las mejores prácticas de tratamiento de solicitudes de registro de EEUU.

Así la USPTO se asegura que los empleados y técnicos argentinos sigan los procesos de concesión de marcas y patentes de acuerdo a los parámetros establecidos en los Estados Unidos, sin embargo esto deroga de facto la ley de Patentes argentina.

Tal es la polémica que levantó el acuerdo que Pardo lo implementó de manera secreta y sin publicarlo en el Boletín Oficial. El caso del director del INPI bien se podría encuadrar como conflicto de intereses: hasta junio de 2016 fue socio del estudio Perez Alati, Grondona, Benites, Arnsten & Martínez de Hoz (h), donde defendía a las multinacionales cuyos pedidos de patentes ahora debe regular.

Origen: El País Digital | Patentes de medicamentos: otro funcionario con conflictos de interés

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