La EFPIA pide que el ‘Brexit’ suponga una “interrupción mínima” para el sistema farmacéutico europeo
La Federación Europea de la Industria y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA, por sus siglas en inglés), ha transmitido su reconocimiento a la activación del proceso de separación del Reino Unido, al mismo tiempo que ha reclamado que la misma implique una “interrupción mínima” para los pacientes, los sistemas de salud y los procesos de investigación y desarrollo de nuevos fármacos.
En su comunicado, la EFPIA ha subrayado que sigue considerando esencial la alineación entre los sistemas regulatorio de Reino Unido y la Unión Europea con el fin de mantener la capacidad, procesos y plazos de introducción de nuevos medicamentos en el mercado, así como para evitar la divergencia y la duplicación de normativas y prácticas reguladoras.
Tal y como ha recordado la federación, los procesos de la cadena de suministro de medicamentos y productos innovadores están interconectados a lo largo de toda Europa, por lo que cualquier interrupción implicaría un retraso en su llegada a los pacientes. Debido a ello, la EFPIA considera imperativo que, tras la consecución del ‘Brexit’, Reino Unido disponga mecanismos que aseguren el mantenimiento de los derechos, acuerdos y procedimientos ya establecidos.
Además de reclamar una transición lo menos perjudicial posible, la entidad aboga porque la nueva legislación británicaestablezca unos sistemas de protección equivalentes a los de la UE y, al mismo tiempo, desarrolle unos mecanismos de garantías que favorezcan los acuerdos futuros.
Asimismo, la EFPIA considera que el Reino Unido debe mantener su plena participación en las colaboraciones de investigación actuales (‘Horizon 2020’, ‘IMI’, etc.) y futuras, asegurando con ello la sostenibilidad del sistema de I+D. Estos acuerdos futuros deberán basarse en negociaciones que otorguen derechos laborales equivalentes a los ciudadanos británicos y europeos, garantizando con ello el empleo en el sector biosanitario, incluidos aquellos que llevan a cabo investigaciones en las instituciones académicas.
En línea con todo lo anterior, la EFPIA también exhorta a que la reubicación de la EMA (la Agencia Europea de Medicamentos) no implique un impacto negativo en la capacidad regulatoria ni en los procesos y plazos para la aprobación de nuevos medicamentos. La función del sistema regulador es salvaguardar la seguridad de los pacientes y el acceso a los medicamentos que salvan y mejoran vidas, por lo que resulta fundamental garantizar su mantenimiento.
Por ello, la EFPIA hace un llamamiento a las instituciones europeas y británicas para esforzarse por crear un entorno post-Brexit que permita continuar con la labor de la industria farmacéutica de innovación, mejora de la salud e impulso global de la economía.